Los dólares que la economía necesita
Hay cierto consenso respecto de que la Argentina se quedó sin combustible verde: faltan dólares para atender las necesidades de la economía.Ése parece ser hoy, a juzgar por los análisis en la materia, el problema macroeconómico más urgente a resolver. Ahí radicaría una de las más graves "inconsistencias" del modelo en curso, según la jerga de los economistas.La caja en dólares es deficitaria: son más los billetes verdes que salen que los que entran. Aunque los que no frecuenten estos temas bien podrían preguntarse: ¿para qué quiere dólares un país que tiene moneda soberana (el peso)?La razón es que Argentina interactúa con el mundo y ello requiere contar con la divisa extranjera. Por ejemplo, el país paga deuda externa e insumos necesarios en dólares.Las empresas que operan en el país, sobre todo las multinacionales, remiten sus utilidades en esa moneda. Pero desde hace un tiempo largo la mayor demanda del billete verde proviene de los ahorristas.Los críticos del modelo actual fincan aquí su principal reproche: detrás de la "fuga al dólar" como reserva de valor está la depreciación del peso, producto de la persistente inflación.Aceptando que una economía pudiera tener cierto nivel inflacionario, que sea de dos dígitos es un problema. Lo que se agrava ente el hecho de que el sistema no compensa a los tenedores en pesos de la licuación de su poder adquisitivo.No hay mecanismo indexatorio o de actualización explícito en el sistema financiero local, porque la tasa de interés que se paga por los depósitos en pesos es más baja que la inflación.Quienes cuentan con excedentes monetarios, entonces, se vuelcan a la compra de bienes de consumo, a la inversión en ladrillos (por eso el alza de la construcción privada) o van masivamente al dólar.De un tiempo a esta parte, en tanto, hay algunos sub-sectores de la economía que sobrellevan un creciente déficit de dólares, es decir que en lugar de producirlos los demandan: el sector energético, el turístico y la industria (sobre todo automotor).La oferta de divisas de la economía proviene de una fuente: las exportaciones. En la última década ha sido el campo, a través de la soja, quien ha venido aportando los dólares para cubrir el déficit de divisas de otros sectores.Los exportadores (expresión de las economías regionales) se vienen quejando, por lo demás, que la inflación interna ha crecido más que el tipo de cambio. Y entonces, como en los '90, hablan de pérdida de competitividad de sus productos a nivel internacional (atraso cambiario).El problema central, entonces, es que la demanda de dólares viene superando la oferta. Eso fue, justamente, lo que determinó que en 2011 el gobierno restringiera su adquisición por parte del público (el mentado "cepo").Pero hay razones para creer que esta medida en lugar de detener el drenaje de billetes verdes, lo que hizo fue acelerarlo. Esto se echa de ver en la aparición de un "dólar paralelo" o "blue" (pasó de $4,62 a $10 en sólo dos años), cuya brecha con el tipo de cambio oficial llega casi al 70%.Otra manifestación inquietante es el deterioro que vienen sufriendo las reservas del Banco Central. Según el economista de origen peronista Lisandro Barry (ex secretario de Finanzas) cayó notablemente la cobertura en dólares de la base monetaria (bajó de 123% en 2006 a 65% en 2013).En vista de este cuadro, se descuenta que el gobierno se apresta en los próximos días a tomar medidas para evitar que se siga acumulando déficit en la caja de los dólares.
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