UN LARGO PROBLEMA SIN SOLUCIÓN
Los dos principales accesos a Gualeguaychú presentan un deplorable estado de conservación

El Acceso Norte presenta un deterioro importante y con sectores de extrema peligrosidad, mientras que el bacheado que se hizo en el Acceso Sur fue un parche que duró muy poco y el lugar también presenta varios sectores poceados.
Pasó el verano, el Carnaval, pasó el fin de semana largo de Semana Santa, pero la realidad sigue marcando que los dos principales accesos a la ciudad presentan un estado de abandono muy preocupante, en una imagen mala para aquellos turistas que llegan a Gualeguaychú.
El Acceso Norte que es el ingresa a la ciudad por la Ruta 20, que a su vez empalma con la Autovía a unos 14 kilómetros de la ciudad. La misma se encuentra en un estado calamitoso, además de contar con poca señalización sin sistema lumínico, inclusive en el paso a nivel con la Autovía 14, apenas un sistema lumínico que deja mucho que desear en la rotonda que une con la ruta Internacional 136.
Salvo algunos tramos muy cortos, los conductores de todo tipo de vehículos tienen que estar atento a los numerosos baches, al asfalto levantado sobre los costados de la ruta, que hacen que transitar por la misma sea toda una odisea.

Desde hace mucho tiempo se conformaron distintas comisiones que se reunieron con diversos legisladores de turno, pero nunca se ha llegado a una respuesta concreta. Los legisladores se excusan en la competencia de Vialidad Provincial, estos últimos le pasan la pelota a Vialidad Nacional, otros bajan la cosa al Municipio, pero la realidad es que la Ruta 20 en el tramo de acceso a Gualeguaychú hace mucho tiempo que se ha tornado en un verdadero peligro para el tránsito.
El tramo que va desde la intersección de Autovía 14 y Ruta 20 hacia la ciudad está literalmente detonado. Son alrededor de 14 kilómetros donde se encuentran baches de considerables dimensiones, que si bien se tapan cada tanto, cuando llueve intensamente se abren nuevamente y si alguien no lo ve en un día de lluvia, corre el serio riesgo de romper el auto y sufrir un accidente. Sumado a esto, en casi todo el trayecto se ha levantado el asfalto en los bordes de la ruta con los peligros que esto conlleva, sumado a la falta de demarcación de la ruta, la nula iluminación y al pésimo estado de conservación de las banquinas, con pastizales altísimos que complican aún más la ya de por sí dificultosa visibilidad.
Pero no tuvo termina allí, porque ingresando a la ciudad luego de atravesar el puente sobre el Arroyo Gualeyán, quien circule por el lugar se encuentra con el asfalto hundido, como si se tratase de un camino de tierra en donde pasó una maquinaria de mucho porte dejando huellas. Se han formado “huellones” en el mismo asfalto que llegan hasta lo que es inicio de la zona urbana y de lomos de burro que no están pintados ni señalizados como corresponde. El panorama se repite hasta el cruce con la 136 y lo que sería el ingreso a la ciudad, una zona que parece haber quedado olvidada.
En cuanto al Acceso Sur, el Municipio realizó una serie de mejoras que fueron anunciadas como el comienzo de un trabajo de mejoramiento y reparación del mismo, pero solamente fueron algunos trabajos menores de bacheo en los sectores más complicados. Después no se hizo nada más.

En sentido Larroque-Gualeguaychú, el Acceso Sur presenta en su mano de ingreso una serie de alteraciones en el asfalto, que resultan muy peligrosas y provocan una atención constante a los conductores para evitar posibles accidentes.
El tramo hasta la Rotonda del Cristo se encuentra en pésimas condiciones, ni hablar de la rotonda del Parque Industrial, dos sectores fundamentales por la cantidad de tránsito que circula por el lugar, especialmente camiones y tránsito pesado. Los desniveles en el asfalto son notorios y peligrosos en cuanto a la estabilidad se refiere, habiéndose registrado varios accidentes en una zona muy transitada no solo porque es el ingreso, también porque muchas empresas, además de las del Parque Industrial y del Cluster se han instalado en la zona.