Los jóvenes europeos que abrazan la yihad

Es el dato tiene perplejos a los analistas internacionales: muchos de los combatientes que pelean hoy por hoy por establecer un califato islámico mundial proceden de países europeos. La agitación integrista en Oriente, la nueva fase de la guerra santa del Islam ("yihad" en árabe), que llevan adelante grupos radicales como Al Qaeda o Isis, que proclama una ofensiva violenta contra Occidente, tiene aliados a primera vista impensados al interior del bloque occidental.Se trata de jóvenes de entre 18 y 35 años pertenecientes a la comunidad musulmana de Francia, Bélgica, Reino Unido, Alemania y los países nórdicos. Son en realidad la segunda o tercera generación de hijos de inmigrantes árabes en Europa, que no terminaron de integrarse.Los expertos se preguntan ahora cómo es posible que un joven occidental se quiera convertir en militante islamista. Cómo puede pasar a pelear del lado de los enemigos de Occidente, a través de una cruzada medieval como la guerra santa.Según el reporte de las fuerzas policiales, esos militantes "extranjeros" estuvieron involucrados en las principales atentados yihadistas en varias capitales de Occidente, y son ellos los cerebros de las acciones militares del islamismo radical.Varias familias de estos yihadistas provienen de padres o abuelos inmigrantes que buscaron insertarse en la sociedad europea. Sin embargo, en muchos casos la deseada integración no ocurrió.Hasta aquí Europa se ha venido enorgulleciendo de su política "multiculturalista", que considera que la diversidad cultural es algo bueno y deseable que debe fomentarse.Pero las cosas han cambiado respecto a la inmigración en el viejo continente. Especialmente después de los ataques a las Torres Gemelas, las sociedades occidentales vieron con recelo y hasta con hostilidad a las comunidades musulmanas.Los hijos de los inmigrantes árabes en Europa "sienten que hay algo que está mal, que sus padres fallaron en el esfuerzo. Porque no están completamente integrados y se sienten estigmatizados por ser musulmanes", explica Milena Uhalmann, investigadora de la Universidad Humboldt de Berlín, en diálogo con BBC Mundo."Viven entre dos culturas: la del país de origen de su familia, dentro de casa, y la del país donde viven, puertas afuera", completa  por su lado Stefano Bonnino, experto en la propagación del Islam en Reino Unido."Estos jóvenes están decepcionados de Occidente. Utilizan el Islam como un medio para posicionarse contra su estatus de 'occidentales'.  No obtuvieron lo que querían, no se sintieron en casa ni tuvieron un sentido de pertenencia", reflexiona Uhalmann.En este contexto, el reclutamiento de jóvenes occidentales para la yihad es una realidad creciente dentro de los países europeos. Los reclutadores de grupos como Al Qaeda o Isis se acercan a comunidades de jóvenes musulmanes distribuyendo copias gratuitas del Corán.En estos acercamientos, aprovechan para mostrarles su interpretación violenta del Islam. Una de las herramientas más poderosas de la propaganda radical son las redes sociales."Las redes sociales tienen un gran papel porque ponen a personas en vías de radicalizarse en una posición susceptible a un contexto radical o ideológico. Mientras más se expongan a esta narrativa, más probable es que se permeen", dice Uhalmann.En dicha narrativa se exalta la deshumanización de los enemigos occidentales, que son vistos como "perros infieles" y no como seres humanos.