Los quebrantos del país futbolero
La paradoja no es sólo que los argentinos hayan abrazado un invento inglés como pasión de multitudes. El fútbol es un negocio que, sorprendentemente, arroja pérdidas millonarias.Aunque hiera sentimientos nacionalistas, el país que exhibe con orgullo ser la cuna de Diego Maradona y de Lioniel Messi, es futbolero gracias a los "colonialistas" ingleses.De hecho este deporte, como juego reglamentado, nació en Inglaterra hacia mediado de la década de 1860, según cuenta Julio Fridenberg en su libro "Prácticas y valores en el proceso de popularización del fútbol, Buenos Aires, 1900-1910".Allí se cuenta que "en 1867 los residentes ingleses lo practicaron por primera vez en Buenos Aires, junto con otros deportes modernos". En 1893 se creó la liga del fútbol en el país, la Argentine Association Football Ligue.Dicha liga - origen remoto de la AFA- estaba integrado por unos veinte teams originados en su mayoría en escuela de la colonia inglesa. Su primer presidente -el equivalente, entonces, al actual Julio Grondona-, fue Alexander Watson Hutton.El negocio del fútbol aquí muestra una realidad increíblemente extraña, si se piensa que la Argentina es cantera mundial de jugadores, exportadora neta de footballers.En efecto, mientras los clubes han venido ganando fortunas colocando deportistas el último tiempo sobre todo en Europa, hoy sin embargo están quebrados.El pasivo de los "grandes" de primera trepó a $ 1655, millones, un 27 más que el año anterior. Eso ocurre -otra paradoja- pese a los $ 825 millones que aporta al año el Programa Fútbol para Todos.Desde su creación, en agosto de 2009, este programa estatal de transmisión televisiva demandó ya un gasto cercano a los $4000 millones.En 2012, los clubes de fútbol recibirán por este concepto $1128 millones, mientras que el costo estimado de producción de todas las transmisiones se acerca ya a los $250 millones.Resulta difícil explicar los números en "rojo" de los clubes no sólo a partir de los ingresos que aporta el Estado. Tampoco se compadece con los ingresos por la transferencia de jugadores en la última década.Algunos cálculos indican que a los clubes de la máxima categoría les ingresó más de 1100 millones de dólares por esas transferencias. Pero son estas instituciones las que hoy están penando en su economía.¿Cómo se explica el actual pasivo global de $ 1655,4 millones? Según el analista Alejandro Casar González, desde que los clubes reciben el aporte estatal (2009) las deudas se incrementaron un 47 %.Pese a los ingresos por venta de jugadores y por subsidio estatal, la plata parece ser que nunca suficiente para los clubes, cuyos dirigentes se muestran incapaces de frenar las crecientes deudas.¿Mala administración quizá? ¿Y qué responsabilidad le cabe a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ante el desmadre de los números? ¿Cómo es posible que la plata llegue pero las economías de los clubes estén cada vez peor?La siguiente es la lista de los clubes con mayores pasivos: Independiente $329.812.688,5; River $297.842.795; Boca $166.180.169; San Lorenzo $159.289.949; Newell's $120.000.000.En lugar de asumir la realidad, los clubes practican artilugios contables para maquillar los números. Algunos optan, por ejemplo, por el revalúo y la escritura de nuevos activos.Pero lo cierto es que nada consigue equilibrar las cuentas, convirtiéndose el fútbol, pasión de multitudes en estas pampas, en una actividad deficitaria.
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