Los soldados de Botnia-UPM y los próximos pasos
Recuerdo claramente, hace ya 5 años y medio, cuando empecé a colaborar en la Asamblea Ambiental, las primeras cosas que aprendí: lo que traía este modelo, lo parecido que era a otros problemas del resto del país, del Uruguay, de la América del Sur... la globalización que le dicen.
Gustavo Rivollier*
Colaboración Teníamos cerca y en la discusión permanente lo que acontecía con el modelo forestal uruguayo, las dificultades que estaban sufriendo los pequeños productores a raíz de la extinción de las napas de agua, la falta de asistencia estatal para lograr perforar pozos a napas inferiores; el círculo vicioso que representaba la ruina de ese productor, que vendía la parcela que inmediatamente engrosaba el área forestada, y todo lo que acarrea: desocupación, crecimiento de cinturones de pobreza en las urbes, perdida de producción local, concentración económica.Tardo 6 años el Intendente de Colonia en darse cuenta y decir que "la tierra es un bien nacional, por el cual cada uno puede tener su terreno privado pero no puede hacer cualquier cosa con ella", cuando era notorio e innegable que la forestación estaba cometiendo "un asesinato" (sic) al usar tierras de un departamento con cuenca lechera con índice Coneat y genética ganadera de 50 años.Aprendió. A los golpes y tarde, pero aprendió. Es un comienzo. ¿Pasará lo mismo con el tema Botnia? Creo que estamos lejos todavía. La dirigencia uruguaya sigue atrapada en la fascinación que le producen las cifras y el volumen de la empresa. Son pocos los que hacen cálculos sobre lo perdido, lo que ha provocado esta diferencia con Argentina por la instalación, los daños a otras empresas como aserraderos, caminos y sobre todo al medioambiente.Y si nos guiamos por cómo actúan, parece aún peor. El Uruguay está resuelto a repetir el pasado en el intento de diálogo con nuestro país. Promete, dilata, incumple. En estos días quedo demostrado.Hoy estamos ante un acuerdo firmado por los presidentes el 28 de julio que, claramente, incluye la instalación de sensores, como así también otros tipos de tecnologías necesarias para el monitoreo. Sin embargo, Uruguay se niega a su uso ininterrumpido, como si se pudiera medir una planta de proceso continuo de manera discontinua, en un nuevo intento de convertir todo en una farsa. Nuevamente el obstáculo para evitar el control.Seguramente en la próxima semana y con la llegada de dos nuevos técnicos para robustecer a los golpeados científicos uruguayos (escasos en ciencia, no así en obstaculizar), estos tomarán el trabajo de los dos argentinos y arruinarán lo sustancial, intentando sostener que con eso el Uruguay provee la colaboración y buena fe que la Corte de La Haya, dejó claro, nunca tuvo.Uruguay busca de esta manera lograr que mediante cansancio, error o abandono por parte de nuestra cancillería, se produzca la legitimación a su mal proceder, cosa que no obtuvo en La Haya; o en el peor de los casos, obstaculizar la negociación y así dilatar lo inevitable.El próximo paso está a la vista, la prensa adicta, saldrá tras este nuevo intento de posicionar al victimario como víctima.Pero mientras, aquí estamos después de 6 años de andar, casi donde empezamos. Eso sí, con Botnia-UPM humeante y contaminando, hasta que el diablo se sacie.* [email protected]
Gustavo Rivollier*
Colaboración Teníamos cerca y en la discusión permanente lo que acontecía con el modelo forestal uruguayo, las dificultades que estaban sufriendo los pequeños productores a raíz de la extinción de las napas de agua, la falta de asistencia estatal para lograr perforar pozos a napas inferiores; el círculo vicioso que representaba la ruina de ese productor, que vendía la parcela que inmediatamente engrosaba el área forestada, y todo lo que acarrea: desocupación, crecimiento de cinturones de pobreza en las urbes, perdida de producción local, concentración económica.Tardo 6 años el Intendente de Colonia en darse cuenta y decir que "la tierra es un bien nacional, por el cual cada uno puede tener su terreno privado pero no puede hacer cualquier cosa con ella", cuando era notorio e innegable que la forestación estaba cometiendo "un asesinato" (sic) al usar tierras de un departamento con cuenca lechera con índice Coneat y genética ganadera de 50 años.Aprendió. A los golpes y tarde, pero aprendió. Es un comienzo. ¿Pasará lo mismo con el tema Botnia? Creo que estamos lejos todavía. La dirigencia uruguaya sigue atrapada en la fascinación que le producen las cifras y el volumen de la empresa. Son pocos los que hacen cálculos sobre lo perdido, lo que ha provocado esta diferencia con Argentina por la instalación, los daños a otras empresas como aserraderos, caminos y sobre todo al medioambiente.Y si nos guiamos por cómo actúan, parece aún peor. El Uruguay está resuelto a repetir el pasado en el intento de diálogo con nuestro país. Promete, dilata, incumple. En estos días quedo demostrado.Hoy estamos ante un acuerdo firmado por los presidentes el 28 de julio que, claramente, incluye la instalación de sensores, como así también otros tipos de tecnologías necesarias para el monitoreo. Sin embargo, Uruguay se niega a su uso ininterrumpido, como si se pudiera medir una planta de proceso continuo de manera discontinua, en un nuevo intento de convertir todo en una farsa. Nuevamente el obstáculo para evitar el control.Seguramente en la próxima semana y con la llegada de dos nuevos técnicos para robustecer a los golpeados científicos uruguayos (escasos en ciencia, no así en obstaculizar), estos tomarán el trabajo de los dos argentinos y arruinarán lo sustancial, intentando sostener que con eso el Uruguay provee la colaboración y buena fe que la Corte de La Haya, dejó claro, nunca tuvo.Uruguay busca de esta manera lograr que mediante cansancio, error o abandono por parte de nuestra cancillería, se produzca la legitimación a su mal proceder, cosa que no obtuvo en La Haya; o en el peor de los casos, obstaculizar la negociación y así dilatar lo inevitable.El próximo paso está a la vista, la prensa adicta, saldrá tras este nuevo intento de posicionar al victimario como víctima.Pero mientras, aquí estamos después de 6 años de andar, casi donde empezamos. Eso sí, con Botnia-UPM humeante y contaminando, hasta que el diablo se sacie.* [email protected]
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