Macri pone hoy en la parrilla buena parte de sus chances de ser presidente
En cada elección los candidatos se juegan mucho, para ganar o perder. En Santa Fe, la de la transparencia y la honestidad socialista, la sospecha quedó instalada, tanto como la sensación que no hay nada definido.Jorge Barroetaveña En Mendoza los radicales festejaron grande, y el Frente para la Victoria también. Macri hoy pone en riesgo su liderazgo y una porción importante de sus ambiciones.Lo que pasó en Santa Fe no es el mejor mensaje que se podía esperar. Una sociedad que vive bajo estado de sospecha necesita certezas y no más dudas. Un escenario electoral fragmentado y el evidente retroceso electoral del socialismo hicieron el resto. El PRO con Del Sel a la cabeza ganó por eso, por una cabeza, aunque todo podría cambiar cuando se sumen los 245.000 votos que no se contaron. Parece broma pero no lo es. De eso depende la conformación de las listas definitivas, la dura puja en Rosario y hasta el candidato de Massa, porque Eduardo Buzzi pensó que perdía pero al final podría ganar. Demasiado barullo, demasiada oscuridad para un proceso que pide transparencia a gritos.Aprovechando el escenario Macri se tomó un avión y aterrizó en Rosario, donde lo pegó a Carlos Reutemann a la victoria. Sabe que para el final falta, pero no podía desaprovechar los resultados. Sus dos candidatos, Del Sel y Anita Martínez en Rosario fueron los más votados por los santafesinos. El lunes, en un reportaje, el ex MIDACHI, admitió que no tenían fiscales en todas las mesas, que muchos tenían que desdoblarse porque no les alcanzaron. Es la tercera elección que, con escasa estructura, el PRO amaga quedarse con todo en Santa Fe. Aprovechando el desgate socialista y las peleas en el peronismo, otra vez está al acecho. ¿La tercera será la vencida?En Mendoza los radicales no quisieron compartir con nadie la victoria en las PASO. Para eso se valieron del apoyo de todo el arco opositor y de la historia que vincula a esa provincia con un radicalismo de rasgos fuertes. No en vano los dos principales referentes nacionales del partido son de esa tierra. Avisados, Macri y Massa no asomaron la nariz. Sí lo hicieron todos los candidatos y referentes del país, para sacarse la foto del 'sana-sana' con Ernesto Sanz. Fue algo así como curarse en salud. El candidato de La Cámpora perdió a manos del oficialista, pero el Frente para la Victoria arañó el 40%. Es difícil que haya sorpresas en la general. Todo indica que Mendoza volverá a ser radical.La historia y la chance de Macri Presidente se cocina a fuego lento hoy en la Ciudad de Buenos Aires. Pese a que los asesores le aconsejaron abstenerse, para aprovechar todo el impacto de una victoria, Macri prefirió inclinar la balanza y elegir a su Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta como su delfín. La bendición provocó tironeos nunca vistos en la interna de PRO y la satisfacción de sus adversarios. Gabriela Michetti es la primera dirigente que se atreve a desafiar a su jefe. Plantó bandera y, pese a todas las recomendaciones, eligió ir por el premio mayor.En PRO especulan que, la potencia del resultado primario de hoy, podrá proyectarse al resto del país y darle un nuevo impulso a la candidatura del ex presidente de Boca. Las encuestas empiezan a revelar que Macri podría haber alcanzado su techo y necesita de un impacto fuerte que sacuda al electorado. Si gana su candidato, no habrá discusión, porque habrá ganado él. Si pierde, será igual pero al revés. Por eso, más allá de las formas que se guarden, hoy el PRO empieza a jugar su chapa de partido en serio. Habrá que ver si supera la prueba.Desde hace seis meses, el mar de encuestas que ha inundado la Argentina, deja una par de cosas en claro. Que no hay lugar para dos candidatos opositores si quieren tener posibilidades ciertas de ganarle al kirchnerismo y que, por primera vez desde el 2013, el oficialismo da señales de recuperación. El crecimiento de Macri fue en detrimento de la candidatura de Sergio Massa. Aquellos votos opositores que el tigrense cosechó en el 2013 y que le pusieron un freno al intento re-reeleccionista de Cristina, cambiaron el rumbo y se fugaron hacia el macrismo. Es que los dos bucean pescando en el mismo electorado que no quiere más kirchnerismo. Massa claro, también se nutre de un sector del peronismo histórico y de kirchneristas críticos que ven en él una continuidad diferente de políticas que comparten. Para recuperar a los primeros acentuó su perfil duro en las últimas semanas y para asegurar y ampliar los segundos va por la primara abierta con José Manuel De la Sota y Adolfo Rodríguez Saá. "No podemos cometer el mismo error que con el 'Lole' en Santa fe que por boludos lo dejamos ir...", deslizó un veterano peronista que conoce bien los pliegues de ese sentimiento. Para el 1ero de Mayo se apresta a dar el golpe final, anunciando la interna tratando de sacudir el árbol y empezar a recuperar el terreno perdido. Su fuerte sigue siendo Buenos Aires, donde Francisco de Narváez mide bien y le sirve para cuidar su capital. Pero con eso solo no alcanza si quiere volver a quedar mano a mano con Macri.El Jefe de Gobierno porteño abrochó finalmente la nueva alianza en Córdoba. Juntó a Oscar Aguad (UCR) y Héctor Baldassi (PRO) para la gobernación y a los restos del juecismo para la legislatura, junto con el empecinado Ramón Mestre que irá otra vez por la intendencia de la Capital. El zurcido busca poner en riesgo al eterno De la Sota y Juan Schiaretti que irá por la sucesión. La escala cordobesa será el 5 de julio y Macri se ilusiona con pegar otro campanazo. Al cabo, la Convención Radical parece empezar a rendirle sus frutos.De lejos, Daniel Scioli ya se arriesga a saborear su triunfo autoimpuesto. De a poco los soles kirchneristas parecen alinearse detrás suyo. Creer o reventar, pero todo indica que lo hará de nuevo. Saldrá sin quemaduras del incendio. Un Scioli auténtico.
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