Malestar social en Entre Ríos
Mientras los estatales, en una provincia donde hay 1 empleado público cada 18 habitantes, despotrican por los bajos sueldos, la desocupación y la pobreza aumentan en Entre Ríos.El impacto del aparato del Estado sobre la economía y la sociedad entrerriana es decisivo. No es el de Santa Cruz, donde casi todos viven del empleo público.Pero tampoco es el de Córdoba, donde la economía privada es más robusta y sofisticada. Entre Ríos, a decir verdad, tiene una estructura económica subdesarrollada, que se refleja en una economía privada mediocre.Se calcula que los empleados estatales entrerrianos rondan los 88.000, si se suman los 70.492 agentes que revistan en la burocracia provincial más los 17.500 que dependen de los municipios.Tomando en consideración que la provincia de Entre Ríos cuenta con una población de 1.249.672 habitantes, la incidencia en la relación es de 1 empleado público cada 18 habitantes.Ahora bien, esta ecuación significa que en Entre Ríos la tasa de insatisfacción salarial en la administración es un índice de malestar social. Y hoy esa insatisfacción es alta.Y esto a juzgar por la pérdida de poder adquisitivo del salario estatal, y el recrudecimiento de la protesta de aquellos sectores que dependen de la burocracia (docentes, judiciales, municipales, etc.).Paralelamente, la actividad privada está mostrando una preocupante caída de la actividad (menor inversión y ventas), que repercute en precarización y caída de empleos.Por ejemplo: a fines de agosto, la UOCRA Gualeguaychú informó que el 60% de sus afiliados estaba desocupado, unas 3.000 personas, a causa de la retracción de la construcción en el último tiempo (ver edición del 30 de agosto de este año).Desde la capital de la provincia, en tanto, llegan noticias poco alentadoras. En un año el índice de subocupación se triplicó en Paraná, según se desprende de datos de la dirección de estadística provincial.Cabe aclarar que se considera en la categoría de subocupado a aquellos empleados que trabajan menos de 35 horas semanales. Es decir, esta gente trabaja, pero nos las horas necesarias, y se emplea en trabajos temporarios.En Paraná, "hay más de 20.000 personas con serios problemas de empleo, sumando desocupados y subocupados. Una cifra altísima, que compromete a casi el 20% de la población económicamente activa, calculada en 112.000 personas", refiere ayer el matutino El Diario, de esa ciudad.En Concordia, en tanto, la medición oficial indica que el cuadro laboral se mantuvo estable en un año, incluso con alguna mejoría en los indicadores. Se calcula que en la Capital del Citrus hay unas 8.200 personas con problemas de empleo.Ahora bien, la estadística oficial computa como ocupados a quienes son beneficiarios de los planes sociales, como el Programa Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, que en Entre Ríos involucra un universo de 12.711 personas.En tanto, en el Plan Familias por la Inclusión Social, un desprendimiento de aquél, hay otras 18.149 personas en toda la provincia. Estos datos revelan que los índices de ocupación aquí y en el resto del país están disfrazados.A menos que se crea que un subsidio a la indigencia equivalga a un empleo, como presenta el gobierno K. Ergo: la situación laboral es mucho más dramática de lo que marca la estadística oficial.A todo esto, el Ministro de Salud y Acción Social de la Provincia, Ángel Giano, debió a salir a desmarcarse del último informe del Indec, según el cual la pobreza en el país está descendiendo."Para nosotros, la pobreza aumenta, al igual que la desocupación", dijo el funcionario, para quien en Entre Ríos hay 300 mil personas bajo la línea de pobreza.
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