Más naturaleza y menos química
En la conciencia colectiva existe un pensamiento con tendencia a la ingesta exagerada de medicamentos. Racionalizar el consumo debe ser el objetivo.
Por Abel Lemiñ[email protected] Muchos de los avances científicos tienen estrecha relación con lo farmacológico, como resultado de trabajos de investigación por lo general solventados por los laboratorios de medicamentos, que en su mayoría son empresas multinacionales.Ese movimiento económico hace que predomine el pensamiento químico dentro de la medicina y por ende tácitamente tiene como resultado igual concepto la población en general.Como son empresas, es lógico que su objetivo real sea el lucrar con sus productos, para lo que invierten sumas siderales en promocionarlas. Ésto no es sólo con publicidad en los medios de comunicación, folletería y carteles, sino también con el ejército de visitadores médicos que llenan de muestras gratis a los profesionales para que leguen así a ser consumidos por los pacientes, los que para las empresas son clientes.Todo este movimiento hace que los pacientes si no les recetan algo de tomar sienten que no están bien atendidos. Esto no es en el ciento por ciento de los casos, pero sí en un alto porcentaje.Conste que es real el avance farmacológico, no debe negarse, pero es exagerado su consumo. Hay personas que toman seis, siete o más medicamentos diarios, transformando la cartera en una farmacia y el cuerpo en un receptáculo químico.Lo que debe hacerse es hacer un balance donde predomine la ciencia sobre la costumbre de recetar en exceso, y que agotado lo natural recién se recurra a lo artificial.Por ejemplo, en el caso del calcio, tal vez no sea necesaria la ingesta de tanto calcio elaborado en laboratorios, cuando se puede ingresar al organismo a través de la alimentación, ya que los lácteos con su variedad de productos, tienen este mineral como componente principal. Por lo tanto, si se toma leche, se come queso y se disfruta un yogur, y el análisis de sangre da una calcemia normal, no haría falta tomar calcio extra.La vitamina C está en las frutas, y en otros ricos alimentos bien naturales, en algunos vegetales como el brócoli, y sin embargo a veces innecesariamente se va a la farmacia en busca de esa vitamina.La nutrición también es una de las ramas de las ciencias de la salud, pero no cuenta con tantos y tan fuertes sponsores, entonces la difusión de los consensos nutricionales tarda en transformarse en conciencia colectiva.La gente quiere la pastilla para adelgazar antes que aprender a comer para tener un cuerpo saludable, prefiere la pastilla que le reduzca el colesterol a una dieta equilibrada, donde las grasas trans y la chatarra de moda sean erradicadas o ingeridas esporádicamente, y así cientos de ejemplos de casos en que podrían evitarse los medicamentos, sus efectos colaterales, los adversos y los gastos que implican.Los medicamentos son necesarios, son parte importante del arsenal terapéutico de la medicina, pero no tiene que ser el espíritu de la terapia, hay que volver a las fuentes, recurrir primero a lo natural, y si no es suficiente recién allí se justifica su uso.Retomar el sentido de la frase de Hipócrates, cuando sin sponsor detrás, hace más de dos mil años dijo "Que tu alimento sea tu remedio".
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