OPINIÓN
¿Me preguntas qué es cultura?
El poeta granadino Gustavo Adolfo Bécquer se preguntaba qué era la poesía y se respondía de un modo en apariencia simple pero a la vez maravillosa y polisémica. Lo mismo, se me ocurre, ocurre con la cultura.
La cultura, escribía Edmond Cros, funciona como una memoria colectiva que sirve de referencia. La cultura existe en tanto se diferencie y nos diferencie de los otros dentro de un espacio determinado. Una memoria que se nutre de recuerdos y de olvidos, de inciertas certezas y de sueños comunes. De un pasado construido a golpes de relatos y de silencios consentidos. La cultura es lo que fue y lo que es. Lo que nos define y nos identifica, lo que nos hace ser lo que somos y lo que anhelamos ser. Lo que quizás hubiéramos podido ser, lo que elegimos. O no.
La cultura no se hace, la hacemos. La construimos cada día y somos artífices de su persistencia, su transformación y de su esencia. Quien teje tanto un hilado como una metáfora, canta melodías que suenan a terruño, quien pinta de uno u otro modo su aldea. Quien recoge un trozo de papel de la vereda y lo lleva al cesto de residuos, quien arroja un trozo de papel a la vereda. Quien planta un árbol, admira una flor, acaricia el césped con sus pies descalzos y quien usa el hacha, desdeña un aroma, convierte en cenizas un vergel.
Quien respeta y protege a un niño y quien lo daña con mentiras, con burlas o con sangre. Quien enseña el valor de la palabra escrita y quien fomenta arteramente la ignorancia. Quien respeta el silencio y quien lo quiebra. Quien honra las normas y quien las trasgrede. Quien cuida la vida y quien la quita.
Quien hace feliz tan solo porque sí y quien lastima con la sola razón del poderoso. Quien comparte su trozo de pan y quien lo niega. Quien comprende el dolor de los demás y quien lo ignora. Quien entrega un poco de su tiempo a quien lo necesita y quien cree que solo su tiempo de egoísmo es importante. Quien es capaz de construir un instante de felicidad para los demás y quien lastima.
Todos, de un modo o de otro, vamos construyendo a cada instante lo que de nosotros se reconoce como comunidad. Cada uno de nosotros. Todos nosotros. Escribía, mencioné antes, Gustavo Adolfo Bécquer:
¿Qué es poesía?
dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía?
¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Me preguntas, repito, ¿qué es cultura?