Mitos de origen del periodismo argentino
El Día del Periodista se celebra bajo la advocación de Mariano Moreno, el creador de 'La Gazeta de Buenos Ayres'. ¿Es correcta esta atribución, ahora que está de moda revisar la historia?El 7 de junio de 1810 vio la luz la 'Gazeta de Buenos Ayres', siendo su mentor Mariano Moreno, uno de los integrantes de la Primera Junta de Gobierno. El episodio alcanza para consagrar a Moreno como el primer periodista de estas pampas.Al menos eso postula la canónica exégesis oficial impuesta por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, en 1939. Sin embargo, ciertos datos históricos ponen en discusión este relato.En realidad, hubo otros hombres que hicieron periodismo antes que Moreno. El pionero fue el español Francisco Antonio Cabello y Mesa, que el 1 de abril de 1801 lanzó el 'Telégrafo Mercantil'.Si se lo descarta por nacionalidad, todavía hay otros dos criollos anteriores: Juan Hipólito Vieytes, que a partir del 1 de septiembre de 1802 publicó el 'Semanario de Agricultura, Industria y Comercio' y Manuel Belgrano, que a principios de 1810 dirigió el 'Correo de Comercio de Buenos Aires'.Es llamativa la historia de Cabello y Mesa, que era un coronel y abogado que vivía en Lima. Hacia 1797, obtuvo permiso para trasladarse a España, pero debió pasar por Buenos Aires. Resulta que un bloqueo de los puertos del Río de la Plata -por parte de corsarios enemigos- frustró su viaje.Hombre activo y emprendedor, el español logró que el Virrey del Río de la Plata, marqués Gabriel de Avilés y del Fierro, lo autorizara a publicar aquí el 'Telégrafo Mercantil', que contó con Domingo de Azcuénaga, el déan Gregorio Funes, Manuel Belgrano y Juan José Castelli, entre sus redactores.La publicación fue editada por la Real Imprenta de Niños Expósitos, que también tiene su historia. A los jesuitas se les debe la introducción en nuestras tierras del arte de imprimir. Los elementos llegaron desde España a Córdoba, en 1764. Pero después, en 1780, fueron trasladados a Buenos Aires, recibiendo la denominación de Real Imprenta.El 'Telégrafo Mercantil' tuvo un final emblemático: cayó bajo el poder de la censura oficial, a sólo un año de estar en la calle. El motivo: un polémico artículo titulado "Política-Circunstancias en que se halla la provincia de Buenos Ayres e islas Malbinas y modo de repararse".Volviendo a Moreno y su Gazeta, bajo cuya advocación nace el periodismo argentino, el historiador Miguel Ángel Scenna, quien en una nota titulada "Moreno: ¿sí o no?", aparecida en el número 35 de la publicación 'Todo es Historia', hace una interpretación que colisiona con el ensalzamiento canónico del personaje y su obra.Se pregunta allí Scenna: "¿Fue Moreno un paladín de la libertad de prensa?". Y la respuesta que da es negativa: La Gaceta era el órgano oficial de un gobierno, y no un periódico privado independiente.Con lo cual se estaría más en presencia de un monopolio estatal de la información, convirtiéndose el personaje en cuestión en su principal vocero.Además, en un intento por dejar claro el lugar que ocuparía la disidencia en el nuevo régimen, bajo el título de 'La Libertad de Escribir', Moreno sostuvo: "Debe darse absoluta franquicia y libertad para hablar en todo asunto que no se oponga en modo alguno a las verdades santas de nuestra augusta religión y a las determinaciones del gobierno".Como sea, la historia registra que la prensa escrita jugó un papel preponderante, en la Hispanoamérica de aquellos años, en la circulación de ideas y en la formación de una opinión publica crítica de los poderes constituidos.
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