No frivolizar el sufrimiento ajeno
El pasado día miércoles se realizó la Marcha"#Ni Una Menos", a lo largo y ancho de la República.Un justo reclamo de mujeres provenientes de todas las condiciones sociales, contra la tremenda violencia de género que padecen. Un clamor, donde ese dolor tan fuerte hizo estremecer a la gran mayoría de la sociedad. Alfredo Vitale La consigna "nos queremos vivas", no es un tema menor; como tampoco lo sería agregar a la misma "libres".-Ello, porque también las mujeres víctimas de delitos de Trata de Personas, sufren un flagelo de violencia psíquica y física, además de ser privadas ilegítimamente de su libertad. Con lo cual, "nos queremos vivas y libres", podría ser la constante a partir de ahora.Sin olvidar, por otra parte que, discriminar el sufrimiento da pie a que la violencia continúe, de tal manera que a #NiUnaMenos, podría agregarse #NiUnoMenos, porque la agresividad en Argentina está al orden del día, y es la que se cobra vidas injustamente, como lo sucedido con el ex Fiscal Alberto Nisman o el pequeño Néstor Femenía.Por otra parte, ningún sufrimiento debe ser menoscabado; por el contrario, requiere - como en éstos casos - de una fuerte política de Estado para contrarrestarlo, trabajando arduamente para vivir en una sociedad justa y en Paz. La sugerencia de algunos sectores de aplicar penas más duras no resultará positiva, porque la persona que actúa con violencia no cambiará de actitud por esa sola razón.Una sociedad necesita de leyes justas, no de leyes duras.Además de la aplicación de la ley, sería de gran ayuda la implementación de un cambio en los planes educativos de escuelas primaria y secundaria, porque haciéndolo con la incorporación de materias de estudio que contengan por objetivos la valorización y respeto de la persona, sin importar sexo o condición social, sin dudas a futuro tendremos una mejor sociedad. Muchos dirán que no sirve porque llevará muchos años, sin embargo, los países desarrollados que invirtieron tiempo y dinero en educación, se destacan y sobresalen del resto de las demás naciones.Tampoco podemos aceptar que se frivolice el sufrimiento de quienes lo padecen a manos de seres violentos. Días atrás el gran caricaturista uruguayo Hermenegildo Sábat recibió el más alto reconocimiento que otorga el Senado de la Nación a la trayectoria; esta distinción lleva el nombre de Domingo Faustino Sarmiento.Sin embargo, la ex presidente rápida por querer recuperar imagen positiva ante la sociedad - aunque hoy la tenga menos que un espejo empañado - intentó colarse a la protesta de miles y miles de mujeres que padecen violencia de género, aduciendo que ella misma había sido víctima de ella debido a las caricaturas de Hermenegildo Sábat - especialmente cuando la caricaturizó con una mordaza en la boca.Esta banalización del dolor ajeno no colabora en nada para la construcción de una sociedad más justa, máxime cuando en pleno año 2012 uno de sus alfiles predilectos - José Ottavis - fue denunciado penalmente por su ex esposa por el delito de violencia de género, y oh casualidad, la ex presidente hizo una vez más silencio.Tampoco podemos olvidar que en 2014 ante la ONU expresó que los asesinatos perpetuados por ISIS, no eran más que una puesta en escena de Hollywood; o cuando en 2012 refiriéndose a los barrabravas de fútbol, dijo que maravillaban arengando parados en el paraavalanchas.Durante 12 años fuimos testigos de un gobierno alejado de lo que es una República Democrática, más bien, fue parecido a una tiranía donde debía adularse al gobernante de turno. Todos recordarán a funcionarios saludando con la fórmula "buenos días a todos y a todas", porque guay que la hoy hotelera jubilada se enterara que alguien no lo hacía como ella lo impuso.La frivolización o indiferencia ante el padecimiento ajeno, cuando deviene del poder de turno, nos hace retroceder como país.-Basta a su vez, recordar el silencio de la ex presidente ante la tragedia de once.Ninguna persona, del sexo o condición social que sea, merece padecer ningún acto de violencia, porque como vemos tristemente, cada vez más niños quedan huérfanos por estas muertes injustas.Si comprendiéramos que a Argentina no le sobra ninguna persona buena, tal vez así, nos cuidaríamos más entre todos como verdaderos hermanos, y evitaríamos el dolor inconmensurable de miles de mujeres, hombres y niños.La marcha del Miércoles se vio empañada por el tinte político que pretendieron dar sectores vinculados al anterior gobierno; sin darse cuenta que la cuestión de #NiUnaMenos va mucho más allá de cualquier color partidario, es realmente una cuestión de Estado.No dudemos entonces que la ex presidente, acostumbrada a minimizar y reírse de la tristeza ajena, quiera expresar que "violencia de género" sería vestirse con ropa comprada en La Salada.La unión de quienes bregamos por justicia y paz será fuerte y logrará grandes cambios, en la medida, claro está, que se le asigne el valor real que merece. *Abogado. Ex Presidente Comité de Municipio UCR de Gualeguaychú
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