No hay mal que por bien no venga
Por Nicolás de la Fuente*
En este sentido, el especialista analizó detalladamente el impacto que las políticas públicas han tenido últimamente sobre la actividad, al tiempo que destacó el retorno de la rentabilidad para aquellos que permanezcan en el negocio en el mediano plazo.
Cambios propios de la actividad
Basado en su experiencia profesional, Tonelli reconoció ante una nutrida asistencia que la evolución de la actividad pecuaria ha estado muchas veces vinculada a los cambios que se iban produciendo en la agricultura nacional. Sin embargo, comentó que “si bien es cierto que la ganadería se fue desplazando a zonas y suelos más frágiles que en el pasado, ese proceso fue acompañado y sostenido por la agricultura. Aún el dinero proveniente de esta actividad, el desarrollo de nuevas fronteras y nuevas áreas ganaderas no hubiera sido posible. Nos corrieron, pero nos acompañaron” reflexionó.
En este sentido, también es importante tener en cuenta que todo ese terreno que se fue ganando, se ha ido deteniendo paulatinamente luego de la decisión de algunos empresarios agrícolas en cuanto a detener el ritmo de sus inversiones.
“Existen datos que afirman que entre 2007 y 2006, la inversión en posturas cayó un 50% y lo mismo ocurrió entre 2008 y 2007. Para este año se espera otra caída del orden del 40% adicional”, resaltó el consultor.
Otro de los cambios destacados por Tonelli fue la forma de engorde y terminación de los animales en Argentina.
“Los feed lot (engorde a corral) llegaron para quedarse. Mientras que hace 10 años los mismos podían representar un 5% de la oferta nacional, hoy proporcionan más del 50% de la carne que se destina al consumo interno”, aseguró.
Según el analista, esta situación la necesidad de instrumentar es de recría, independiente de la etapa de terminación.
“En base a los distintos movimientos de hacienda producidos en los últimos tiempos, podemos ver cómo la zona invernadora es aquella constituida por el Centro y Norte de Santiago del Estero, Suroeste de Corriente, las islas de Entre Ríos, norte de Tucumán. En 5 años allí se aumentó en un 71% el stock de novillitos. El impacto del desplazamiento está en región” explicó.
En este sentido, el también productor ganadero destacó al esquema actual de subsidios a los feed lot como la más perjudicial de las acciones tomadas por parte del Gobierno nacional en relación a la ganadería.
“Los mismos están acotados a la categoría de animales cuyo destino de faena es sólo consumo interno y se concentran en 500 operadores aproximadamente”.
Pero los dichos de Tonelli no quedan solamente en palabras, ya que las mismas son siempre seguidas de una explicación contundente.
“Desde octubre de 2007 a febrero de 2009 el promedio de subsidio para la categoría menos subsidiada ha sido de $ 1,8 por cabeza y por día. Aquí no se mide productividad, ni nada que se le parezca, se subsidian las existencias. Esto ha tenido un fuerte impacto sobe la cadena ya que ha representado entre el 50 y el 55% del valor de recompra de la invernada con destino a engorde. Es decir, la mitad del ternero que se repone en el feed lot, es subsidiado por el Gobierno.
Hoy el consumo interno es “subsidio feed lot dependiente”. Sin ellos, este modelo de producción se frena; luego seguramente arrancará de nuevo con otra relación de precios y costos. Pero hoy la situación es la mencionada: más del 50% de los terneros, terneras, novillos o novillitos que van a faena con destino al mercado interno proveniente de subsidios.
Esto es lo que el consultor dio en llamar “efecto tenaza”, a partir del cual se ha forzado la producción de animales jóvenes y livianos. Esto, sumado a la discriminación a las exportaciones (que desestímulo la producción de animales pesados) produjo cambios muy significativos que ya han comprometido la viabilidad del negocio para 2009 y 2010.
Un comentario respecto de la intervención en las exportaciones: grande fue la decepción de los presentes en la sala de conferencias de la Sociedad de Medicina Veterinaria cuando el Lic. Tonelli mostró cómo de los nueve principales exportadores de carne en el mundo, sólo dos han caído en su participación en los últimos cuatro años: la Unión Europea (por razones obvias) y la Argentina.
“Sorprende ver cómo en un contexto realmente favorable, nuestro país pasó del 11% de participación a menos de la mitad en sólo tres años. Y no es que el mercado se haya achicado… nosotros perdimos las oportunidades”.
En este sentido, el fundador de la Asociación Argentina de Brangus fue contundente. “En 2008 exportamos 220 mil toneladas peso producto menos que en 2005; la diferencia de precio (a salida de planta) entre productos similares de exportación y mercado interno de un mismo corte fue de 2.280 dólares menos por tonelada. Si a esto lo multiplicamos por la reducción ya mencionada en los envíos al exterior, veremos un impacto aproximado sobre el sector de 500 millones de dólares. No ingresaron, se perdieron. A esto debemos sumarle que en aquel entonces no existían las retenciones del 15% (perjuicio de 246 millones de dólares) y restarle los 192 millones de dólares que los feed lots han recibido a modo de subsidio en este tiempo. Es decir, la diferencia respecto de 2005 fue de 550 millones de dólares menos que ingresaron al bolsillo de los productores. Productores que vendieron durante todo 2008 14 millones y medio de cabezas, puestas en frigoríficos en alrededor de 4.500 millones de dólares.
Con esto, queda claro que el perjuicio del cierre de las exportaciones y la derivación forzada al mercado interno impactó al sector en nada menos que un 12,4) del valor de lo que se vendió. Si a ( 3,5 le sumamos este porcentaje, estaremos llegando a ( 4 el kilo de carne. Allí los números cambian (ver recuadro 2).
La ganadería que viene
Como imaginarán, la situación planteada por Tonelli estaba lejos de representar un voto de confianza hacia la ganadería nacional. Sin embargo, el especialista sorprendió a propios y extraños cuando aseguró que en base a lo expuesto no ve otra cosa más que posibilidades para aquellos que permanezcan en el sector.
Y llegó su explicación: “en el contexto actual (con una merma en la faena que seguramente será del orden de las 180 mil toneladas respecto de 2008), el aumento del precio del ganado es inevitable y, con ello, la recuperación del sector.
Aquí no hay política pública que pueda provocar lo contrario”.
Asimismo, el productor aseguró que “junto con los precios se incrementará la rentabilidad, facilitando la vuelta de las inversiones y la recuperación de la producción. Esto es favorable, no por virtudes de la planificación sino por los tantos efectos que se han llevado adelante en la misma. Volverá el entusiasmo evidenciado por todos en aquel 2005 que tan lejos parece haber quedado.
Lo que espero es que, además, se produzcan cambios en las políticas públicas que aceleren este proceso”.
En base a lo expuesto por el reconocido consultor la capacitación será clave en el futuro de la actividad, ya que “la cría no está donde estaba y el engorde ya no será pastoril y a campo, sino en corrales concentrados que requerirán de conocimientos especiales. Se tendrá que desarrollar una recría funcional a este nuevo contexto”.
Y es aquí donde Tonelli vislumbra una extraordinaria oportunidad para los veterinarios.
Por último, el especialista percibe mejoras en los niveles de productividad en función del retorno de las inversiones y de un mayor y mejor oferta forrajera.
“Creo que se irán acomodando los pesos de terminación a medida que la situación se vaya readecuando y los subsidios comiencen a desaparecer. Esto, sin dudas, le dará lugar a un esquema de recría en el cual dos tercios, por lo menos, del animal que arribe al feed lot, llegue con pastor, barato y sano. Hoy prácticamente el 50% del ganado del consumo tiene componentes de grano: ese es un costo que la Argentina no tiene derecho pagar, tenemos pasto de sobra, mal aprovechado”.
Conclusión
Sobre el final de su disertación Tonelli resaltó que estos cambios no pasarán desapercibidos por la sociedad, prediciendo un primer periodo en el cual se reiniciará un fuerte conflicto con el Gobierno por el aumento de los precios.
“Sin embargo, es inevitable la suma. Luego de esta primera etapa, el productor volverá a invertir, llegará la calma y el equilibrio. Esto es ajeno a la política”.
Víctor Tonelli en Gualeguaychú
Miércoles 24 de junio – 19 hs.
Sociedad Rural Gualeguaychú – Urquiza al Oeste
Organizan: Soc. Rural Gchú., Laboratorio Veter. Tecnovax, Veterinaria Avenida, Consignataria Daroca, Consignataria del Sur, Consignataria E. Duarte, Alimentos Bal. Granazo, la Casa del Alambre, Alimentos Bal. Productor.
* Autor de esta nota, publicada en la edición de mayo de la revista MOTIVAR, dirigida al mercado veterinario
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