No olvidarse que con el deporte se educa
Las actividades físicas que realiza el ser humano con intención lúdica o competitiva, son una plataforma para formar ciudadanos según creían los griegos de la antigüedad.Fueron ellos los que mejor penetraron en el valor humano de los ejercicios físicos. Para el filósofo Platón los deportes eran una parte esencial de la educación integral.Llegó a escribir: "La educación es el arte de conducir al niño por los caminos de la razón. Su deber consiste en fortalecer el cuerpo tanto como sea posible y en elevar el alma a su más alto grado de perfeccionamiento".La perfección humana, creían los griegos, se logra cuando se alcanza una mente sana en un cuerpo también sano. Visto desde este punto de vista, el deporte aparece como un medio de primer nivel en la formación de los individuos.En efecto, si un jugador crece y se desarrolla bajo determinados valores, es probable que esos atributos sean trasladados y aplicados en su vida social y familiar.Se ha convertido en un tópico la idea de que vivimos en plena crisis de valores. De que la juventud actual no encuentra referencias claras, objetivos transparentes, metas positivas.En la sociedad, además, se ha instalado con fuerza la adicción a distintas sustancias prohibidas, el sedentarismo, la abulia, los problemas escolares, el fantasma de una adolescencia descontrolada.Muchos estudiosos de la cultura llaman la atención, además, sobre la hegemonía del individualismo, la indiferencia por el esfuerzo, la búsqueda del placer en lo inmediato.Paralelamente, se achaca a la escuela por no hacer nada al respecto. Y se le pide en muchos casos que subsane aspectos formativos (de transmisión de valores) que muchas familias no ofrecen.Quizás no se vea del todo que el mundo del deporte puede ayudar, y mucho, a superar estos problemas contribuyendo a impulsar una nueva escala de valores.El sacrificio, el esfuerzo, el trabajo, la superación, el ser mejor, el principio de autoridad, la disciplina, son valores que bien podrían canalizarse a través de una política que no reduzca al deporte a una mera competición.¿Cuántos son los gobernantes que comprenden esta capacidad tremendamente formativa del deporte? ¿Son conscientes los clubes y entidades deportivas de aporte social que pueden hacer?De lo que se trata, obviamente, es de encuadrar el ejercicio físico dentro de un marco ético, con fines formativos. Es llamativo a este respecto, cómo algunos periodistas deportivos, embelesados con las cualidades técnicas y morales de algunos equipos (no importa la disciplina), los ponen como espejos en que la sociedad debería mirarse.Hay allí una percepción de la capacidad del deporte como modelo axiológico. El espíritu de superación, la aceptación de las normas, el sentimiento de formar parte de un equipo, el hecho de aprender a aceptar la derrota, cualidades que hacen a un buen grupo deportivo, ¿no son valores acaso que demanda la sociedad argentina?La dimensión pedagógica del deporte, ¿ha sido entendida por la clase dirigente? Se habla de que la política se justifica en la medida que transforma para bien. ¿Es posible, por tanto, que ella descarte al deporte como una oportunidad de moldear ciudadanos distintos?En Gualeguaychú, por caso, ¿existe una política de deporte de alto vuelo, que justamente encarne esta concepción formativa y pedagógica? ¿Está la infraestructura de los clubes y de las entidades deportivas, la mayoría de ellas subsidiadas por el Estado, al servicio de un concepto griego del deporte?¿Qué tienen que decir los políticos locales sobre este tema, en un año electoral?
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios