Norma Giarracca: una mujer incómoda
Dicen que no existen personas imprescindibles, y es mentira, hay personas que si no hubieran existido, el mundo sería distinto y peor. ¿Cómo sería la humanidad hoy sin Galileo, Newton, Einstein, Sabin, Gandhi, Beethoven y tantos otros? G.L.L. para FUNDAVIDA Tuve el honor de conocer a Norma Giarracca y a Miguel Teubal allá en los duros años setenta, a Norma como mi compañera y a Miguel como su alumno.Los dos entrañables personas, íntegras, capaces, insustituibles para pensar una Argentina que nos debemos y que no hemos realizado.Sus visiones anticiparon el hoy del modelo de agricultura industrial que nos está envenenando, mucho antes de que éste se profundizara, mucho antes del glifosato en la Pampa Húmeda y de la generalización de los transgénicos.Junto a otro imprescindible, Andrés Carrasco, desnudaron la miseria de un sistema de producción de alimentos diseñado para apoderarse de nuestros recursos, saquear nuestra Pampa Húmeda y concentrar la propiedad de la tierra en manos de empresas multinacionales, desplazando a los pequeños productores a los cordones de miseria de las grandes ciudades.Los trabajos de Giarracca desnudaron estas crudas realidades, los de Teubal les dieron encuadre ideológico y los de Carrasco metieron la uña en la solapada intención de envenenarnos mintiéndonos acerca de las 'bondades e inocuidades' de agrotóxicos que hoy se sabe, gracias a él, son venenos peligrosos.Con la vuelta de la democracia en nuestro país, Norma fue Coordinadora de Ciencias Sociales, Educación y Filosofía del CONICET. Posteriormente creó la cátedra de Sociología Rural y el Grupo de Estudios Rurales (GER) y el Grupo de Estudios de los Movimientos Sociales en América Latina (GEMSAL).Investigadora principal del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, coordinadora del Grupo de Trabajo de Desarrollo Rural de CLACSO y directora de la Maestría de Investigación Social de la UBA.Fue de las primeras en proponer una mirada crítica sobre el modelo agropecuario inaugurado con la Agricultura Industrial, cuando éste apenas era un esbozo que se estaba materializando.Fue la que disparó la alarma acerca de las consecuencias poblacionales que tenía el modelo de agronegocios implantado en la Pampa Húmeda, la que denunció los desplazamientos masivos de pequeños productores y campesinos de las zonas rurales a los cordones de miseria de las grandes ciudades expulsados por la prepotencia salvaje de los capitales financieros sin patria puestos a tomar por asalto los recursos naturales del planetaPero sobre todo fue una mujer incómoda para el sistema: sus investigaciones fueron leídas con avidez por los movimientos sociales campesinos que veían en ellas una explicación desde la ciencia de lo que les estaba pasando, promoviendo organizaciones de resistencia a este modelo atroz que está destruyendo nuestra naturaleza y hundiendo n la miseria y en la aculturación a poblaciones ancestrales.Formó una trilogía de imprescindibles con Miguel Teubal, el mayor especialista en economía agraria de nuestro país, doctor en Economía Agraria e Investigador Superior del CONICET en el Instituto Gino Germani, y a Andrés Carrasco, ex presidente del Conicet y el investigador que desde el Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA denunció que el glifosato era veneno, cuando las empresas que nos lo vendían y las autoridades encargadas de controlarlas nos mentían que era inocuo.En Gualeguaychú tuvimos el honor extraordinario de contar con la presencia de Teubal y de Carrasco que dictaron conferencias magistrales sobre sus investigaciones, Teubal en dos oportunidades en la Facultad de Bromatología y Andrés Carrasco en el Consejo Deliberante, donde concurrió por invitación de Fundavida y luego en la Cámara de Diputados de la Provincia.Los tres, cuando alertaron tempranamente sobre las consecuencias que tendría este modelo productivo en nuestra sociedad, fueron sometidos a la calumnia y los ataques del establishment económico beneficiado por este modelo perverso, pero tuvieron la integridad y el coraje de sostener y difundir sus investigaciones y gracias a su valentía hoy la sociedad entera está enfrentando este sistema de producción de alimentos atroz.Hoy los movimientos sociales a lo largo y ancho del país están enfrentando estos intereses perversos, las investigaciones de estos tres científicos han acelerado los tiempos de la resistencia al modelo y en todos los foros comienza a ponerse en cuestionamiento su vigencia.Norma y Andrés ya no están con nosotros, pero si no existiesen sus investigaciones y las de Miguel Teubal seguramente el sol seguiría saliendo por el este y poniéndose por el oeste, pero el panorama que encontraría el astro rey en su itinerario sería peor, mucho peor para nosotros.
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