Palabra de la Gran Madre
Un día especial. Se celebra hoy el Día de la Madre, persona única para todo hijo. El Día publica la historia de una mujer que hizo todo para ayudar al prójimo, y lo logró: Madre Teresa de Calcuta.La Madre Teresa de Calcuta, India, se llamaba Agnes Gonxha Bojaxhiu y había nacido en 1910 en Spkopje, capital de la actual Macedonia. Hija de un próspero contratista de obras albanés, ya de chica supo que su vocación era "ayudar a los pobres". A los dieciocho años se unió a las Hermanas de Loreto, una orden de monjas irlandesas que dirige escuelas en la India, y adoptó el nombre de Teresa, en honor de la santa francesa Thérèse de Lisieux. Estudió inglés en Dublín y pasó los siguientes diecisiete años enseñando en un colegio de Calcuta, pero en 1946 sintió que Dios le ordenaba "dejar todo para ayudar a los desposeídos". Instalada en los barrios más miserables de Calcuta, se consagró a construir asilos para los moribundos a fin de que tuvieran una muerte digna, refugios para aquellos que "no importaban a nadie". Su congregación se llamó Misioneras de la Caridad y sus centros se extendieron a un centenar de países. El corazón de estas monjas también se abrió para enfermos de SIDA, mujeres maltratadas y drogadictos.Muchos la consideraban "una santa viviente". Otros la criticaban por su acérrima posición antiabortista, por su oposición al control de la natalidad o por aceptar la ayuda económica de personajes como Jean Claude Duvalier, el ex dictador de Haití. Lo cierto es que esta mujer de un metro y medio de estatura fue una madre incondicional para millones de desamparados. Y a ella nunca le preocupó que el amor que les prodigaba encajara con lo "políticamente correcto".La Madre Teresa de Calcuta dijo: Podemos transitar por los lugares más terribles sin temor, porqué Jesús en nosotros nunca nos decepcionará. Jesús es nuestro amor, nuestra fuerza, nuestra alegría y nuestra compasión.El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.Cada hombre es importante y merece nuestra atención.
Nosotros siempre tratamos con individuos, nunca con las masas. Pero si esperamos que haya muchos, entonces nos perderíamos en la cantidad y nos haríamos nada por nadie.A la hora de nuestra muerte, seremos juzgados por nuestra actitud de haber reconocidos a Cristo en cada hombre que sufre.Hay verdades nuestras, hondas y duras, pero hay que saber acercarse a ellas, entenderlas y convertirlas en acto de transformación interna por amor a Dios y a la humanidad.Dios solo habla en silencio.
El silencio es reflexión.L a familia que reza junta, permanece junta.El amor de Cristo siempre es más fuerte que el mal en el mundo.Nada es demasiado insignificante. Somos tan pequeños que miramos todo desde una óptica de pequeñez. Pero el Señor, siendo todopoderoso, ve hasta lo más pequeño como grande.Encontré una mujer moribunda en las calles. La traje a nuestro hogar. Cuando la acosté a una pequeña cama, me sonrió, tomó mi mano y dijo una sola palabra. "Gracias" . Luego murió. Ella me dio mucho más de lo que yo hacía por ella. Me dio su gratitud.Sólo soy un instrumento, un pequeño lápiz en las manos del Señor. Aún Dios me muestra su humildad utilizando instrumentos tan débiles e imperfectos como nosotros.La Madre Teresa de Calcuta dijo: Hemos sido creados para grandes destinos. Sólo tenemos que comprenderlos.La compasión es como el vuelo del alma hacia el prójimo.Debemos seguir esa voz de nuestra conciencia que es la voz de Dios. No hay nada que temer, y mucho que agradecer.En el fondo todo creemos. Algunos se resisten porque no están dispuestos a un cambio. El dice que no cree, ya está abrazando la idea de una creencia.Déjanos predicar sin sermones. No mediante palabras, sino con nuestro ejemplo.Dios siempre cuida sus criaturas, pero lo hace a través de los hombres. Si alguna persona muere de hambre o pena, no es que Dios no haya cuidado, es porque nosotros no hicimos nada para ayudarla. Nos fuimos instrumentos de su amor, no supimos reconocer a Cristo bajo la apariencia de ese hombre desamparado, de ese niño abandonado.Tómate tiempo para hacer caridad. Es la llave del cielo.La gente teme vincularse con el otro por el miedo al rechazo o por no atreverse a dar.
Se olvidan que no hay como dar para recibir. La verdadera dicha es dar. Cuando uno conoce a Dios, nunca más está solo.Un vaso de agua que se da a un pobre con misericordia y amor, es un vaso de agua que se da al mismo Dios.Dios ama a quién ayuda con alegría.El servicio es lo que podemos llevarnos a nuestro encuentro final con Dios.Una de las cosas más importantes de la vida es dar y ofrecer a quienes viven en nuestro entorno, el amor que hemos recibido.
Dar hasta que nos duela.No hay que cambiar la religión de los hombres, sino su corazón.Los milagros suceden a diario. Son consecuencias permanentes del amor en acción.
Son los resultados lógicos de alinearse con la providencia de Dios al entregarse a Él.La Madre Teresa de Calcuta dijo: La pobreza no es obra de Dios, sino que los responsables de que exista somos nosotros. Y somos responsables porque no sabemos compartir las cosas con Dios.
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