Pocos estudiantes en ciencia y técnica
En Argentina es baja la proporción de jóvenes que se forman en ciencia y tecnología, lo que plantea dudas acerca de si los recursos humanos que salen del sistema educativo son los que necesita el país.Para este año en la UBA, la principal universidad del país, apenas el 12% de jóvenes se anotó para carreras científico-técnicas, mientras que 1 de cada 3 eligió humanidades. ¿Qué revela este perfil de la matrícula?Para los que alientan la filosofía desarrollista, e imaginan un ingreso de Argentina en el siglo XXI de la mano de la ciencia y la tecnología, no es buena noticia que los jóvenes prefieran ser abogados o psicólogos en vez de ingenieros.Por lo visto los estudiantes locales son poco afectos a estudiar física, química, matemática, geología y todas las ingenierías (civil, electrónica, mecánica, informática, industrial, etc.), y siguen carreras tradicionales, como abogacía o medicina, y últimamente ciencias sociales."Los países que avanzan están graduando en ciencia y tecnología del 25% de la matrícula para arriba. Nosotros estamos en el 14%", explica Alieto Guadagni, economista y miembro de la Academia Nacional de Educación.En su opinión, esta tendencia en los recursos humanos condena al país al subdesarrollo, como exportador de materias primas (soja). "Vamos camino hacia una primarización creciente, vendiendo recursos naturales, que es lo único que no necesita talento", diagnosticó.Roberto Agosta, decano de la Facultad de Ingeniería de la UCA, le dijo a Infobae: "En China se gradúan ingenieros de una manera impresionante. En Corea, en India y en todos esos países, la relación entre estudiantes de ingeniería y de humanísticas es inversa a la de Argentina".Al explicar por qué razón faltan estudiantes en ciencia y técnica, el académico razonó que "Argentina fue muy cortoplacista en los últimos 20 años y estas son cuestiones de largo plazo: los recursos humanos no se forman de un día para el otro".Agosta criticó las políticas económicas de los '90, señalando que fueron las grandes responsables de la falta de técnicos. Dicha estrategia desestímulo la industria nacional, restándole oferta laboral a ingenieros y técnicos, y como consecuencia esas carreras no eran atractivas para los jóvenes.El periodista Darío Mizrahi cuenta que según las estadísticas disponibles - contabilizando la matrícula de todo el sistema superior- sólo 1 de cada 10 universitarios en Argentina estudia carreras técnicas.Tras una investigación con varios académicos, llegó a la conclusión de que una de las razones del fenómeno reside en la crisis en el sistema de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas.De las entrevista con los especialistas, dedujo 10 claves para formar más científicos. Los chicos se interesarían por las ciencias duras desde la primaria si, por ejemplo, se le diera más importancia a la lógica que al conteo aritmético.Otras claves serían: proponer problemas para pensar en vez de ejercicios rutinarios, adaptar la enseñanza a los cambios sociales, desinstalar la idea de que las ciencias duras son para unos pocos y dejar que los alumnos se enfrenten a desafíos.Por otro lado, se recomienda dar más matemática a los más chicos, incentivar el desarrollo de las escuelas técnicas, mejorar la articulación entre la escuela media y la universidad, promover la participación en olimpíadas matemáticas y realizar campañas a favor de las carreras científico-técnicas.
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