Por los silenciados derechos de las víctimas
"En un Estado Democrático, la política criminal debe salvaguardar el estado de inocencia de los imputados". De eso nadie duda, pues ¿quién de todos los habitantes del suelo argentino está a salvo de cometer algún error o delito? Ninguno, absolutamente ninguno.
Por Fátima Pereyra
Opinión"Que la ciudadanía debe estar advertida sobre la "transparencia de los principios jurídicos que rigen, a efectos de no formarse conceptos equivocados sobre la actuación de la Justicia", también es una gran verdad; pero ¿Cuál es el órgano de la Justicia encargado de informar?No podemos cargarle todas las tintas a la acción de los medios periodísticos, pues también es una gran verdad que sin ellos muchos casos con sus respectivas víctimas, quedarían en el olvido. Las víctimas de cualquier delito en estos tiempos que corren, parecen olvidados en el ámbito del Derecho procesal y penal. Sin la mediatización de algunos hechos, los ciudadanos no nos enteraríamos del proceso de revictimización de los perjudicados por tales delitos, los cuales lo sufren gracias al inadecuado tratamiento procesal de las causas.Se investiga más a las víctimas que a sus victimarios: "Por algo les habrá pasado lo que les pasó". No se respeta en lo más mínimo su Dignidad personal y en los casos más graves aún, donde la víctima fallece y por lo tanto no puede contar su verdad ni tampoco defenderse, es harto sabido del peregrinar de sus familias ante "los oscuros pasillos de los tribunales donde también van y vienen los secretos a voces que nunca llegan a transformarse en la legítima verdad, pues se los trata de acallar por todos los medios posibles".Si la ciudadanía no está debidamente informada es porque en primer lugar, los que no somos jueces, fiscales ni abogados, corremos con desventajas por no serlo y por ende de no saber de leyes. En segundo lugar, también sería bueno decir que a muchas de estas personas les conviene que los ciudadanos no sepamos o no nos interesemos por ellas, porque así se aprovechan de nuestra ignorancia, pisoteando y pasando por alto nuestros derechos, facilitándoles así la aplicación de los tecnicismos por los cuales, los imputados de algún delito entran por una puerta y salen por la otra.Los profesionales de la justicia deberían reconocer que por darle más celeridad al proceso penal, imparten una justicia cada vez más light, sumada a la falta de recursos, de cargos en los juzgados y fiscalías, de infraestructura para el desempeño cotidiano de las actividades judiciales, instrucciones que los jueces llevan adelante en base a "datos e investigaciones hechas por la policía administrativa", muy cuestionada últimamente".Todo suma para que hoy no haya "transparencia judicial, pautas claras y conocimientos de los derechos" que tienen las víctimas o sus familias como por ejemplo los del art. 115 bis del Código Procesal Penal, cuando se presentan como querellantes en una causa y del cual ni los abogados ni los jueces informan.El poder judicial debería optimizar ciertas prácticas de trabajo para diferenciar bien los roles dentro de un proceso y por lo tanto mejorar la administración de justicia, haciendo partícipe también a la comunidad. Muchas veces conviene que ésta quede afuera ¿Por qué será?Celeridad y rapidez no significan el hallazgo de justicia, porque en ese afán no se llega al verdadero hecho que se investiga, por lo que ésto último pasa a un segundo plano, pues el primero es el de dar todas las garantías al imputado, garantías que las víctimas no tienen o no tuvieron porque no se les respetaron: su derecho a la vida, su derecho a la integridad física, psíquica y moral, sus derechos a no ser sometidos a esclavitud o servidumbre, sus derechos de libertad y seguridad personal, entre otros.Que tenemos una Justicia Garantista, eso es una realidad y que tampoco funciona el Principio de Igualdad de todos ante ella, también es real: "la justicia es como la serpiente, sólo muerde a los descalzos". Y estos últimos desnudan un Estado ausente que estimula cada vez más la brecha entre clases. Pero ¡ojo! Que no sólo los pobres cometen delitos.Son momentos difíciles donde la Justicia parece haberse convertido en un concepto abstracto más que en una realidad concreta. Tal vez ello se deba a que es muy difícil para nosotros, los ciudadanos, gente común, comprender y modificar acciones basadas en complicidades entre policía, poder judicial y poder político.Señores, algunos ciudadanos de Gualeguaychú "estamos despertando a la nueva modalidad de participación ciudadana porque vemos y sentimos en carne propia que no hay transparencia y que se desvirtúan las acciones de los organismos que deberían de tenerla, por la sola naturaleza de su existencia.* Presidenta A.CI.VER.JUS (ASOCIACIÓN CIVIL POR VERDAD Y JUSTICIA) Gualeguaychú
Por Fátima Pereyra
Opinión"Que la ciudadanía debe estar advertida sobre la "transparencia de los principios jurídicos que rigen, a efectos de no formarse conceptos equivocados sobre la actuación de la Justicia", también es una gran verdad; pero ¿Cuál es el órgano de la Justicia encargado de informar?No podemos cargarle todas las tintas a la acción de los medios periodísticos, pues también es una gran verdad que sin ellos muchos casos con sus respectivas víctimas, quedarían en el olvido. Las víctimas de cualquier delito en estos tiempos que corren, parecen olvidados en el ámbito del Derecho procesal y penal. Sin la mediatización de algunos hechos, los ciudadanos no nos enteraríamos del proceso de revictimización de los perjudicados por tales delitos, los cuales lo sufren gracias al inadecuado tratamiento procesal de las causas.Se investiga más a las víctimas que a sus victimarios: "Por algo les habrá pasado lo que les pasó". No se respeta en lo más mínimo su Dignidad personal y en los casos más graves aún, donde la víctima fallece y por lo tanto no puede contar su verdad ni tampoco defenderse, es harto sabido del peregrinar de sus familias ante "los oscuros pasillos de los tribunales donde también van y vienen los secretos a voces que nunca llegan a transformarse en la legítima verdad, pues se los trata de acallar por todos los medios posibles".Si la ciudadanía no está debidamente informada es porque en primer lugar, los que no somos jueces, fiscales ni abogados, corremos con desventajas por no serlo y por ende de no saber de leyes. En segundo lugar, también sería bueno decir que a muchas de estas personas les conviene que los ciudadanos no sepamos o no nos interesemos por ellas, porque así se aprovechan de nuestra ignorancia, pisoteando y pasando por alto nuestros derechos, facilitándoles así la aplicación de los tecnicismos por los cuales, los imputados de algún delito entran por una puerta y salen por la otra.Los profesionales de la justicia deberían reconocer que por darle más celeridad al proceso penal, imparten una justicia cada vez más light, sumada a la falta de recursos, de cargos en los juzgados y fiscalías, de infraestructura para el desempeño cotidiano de las actividades judiciales, instrucciones que los jueces llevan adelante en base a "datos e investigaciones hechas por la policía administrativa", muy cuestionada últimamente".Todo suma para que hoy no haya "transparencia judicial, pautas claras y conocimientos de los derechos" que tienen las víctimas o sus familias como por ejemplo los del art. 115 bis del Código Procesal Penal, cuando se presentan como querellantes en una causa y del cual ni los abogados ni los jueces informan.El poder judicial debería optimizar ciertas prácticas de trabajo para diferenciar bien los roles dentro de un proceso y por lo tanto mejorar la administración de justicia, haciendo partícipe también a la comunidad. Muchas veces conviene que ésta quede afuera ¿Por qué será?Celeridad y rapidez no significan el hallazgo de justicia, porque en ese afán no se llega al verdadero hecho que se investiga, por lo que ésto último pasa a un segundo plano, pues el primero es el de dar todas las garantías al imputado, garantías que las víctimas no tienen o no tuvieron porque no se les respetaron: su derecho a la vida, su derecho a la integridad física, psíquica y moral, sus derechos a no ser sometidos a esclavitud o servidumbre, sus derechos de libertad y seguridad personal, entre otros.Que tenemos una Justicia Garantista, eso es una realidad y que tampoco funciona el Principio de Igualdad de todos ante ella, también es real: "la justicia es como la serpiente, sólo muerde a los descalzos". Y estos últimos desnudan un Estado ausente que estimula cada vez más la brecha entre clases. Pero ¡ojo! Que no sólo los pobres cometen delitos.Son momentos difíciles donde la Justicia parece haberse convertido en un concepto abstracto más que en una realidad concreta. Tal vez ello se deba a que es muy difícil para nosotros, los ciudadanos, gente común, comprender y modificar acciones basadas en complicidades entre policía, poder judicial y poder político.Señores, algunos ciudadanos de Gualeguaychú "estamos despertando a la nueva modalidad de participación ciudadana porque vemos y sentimos en carne propia que no hay transparencia y que se desvirtúan las acciones de los organismos que deberían de tenerla, por la sola naturaleza de su existencia.* Presidenta A.CI.VER.JUS (ASOCIACIÓN CIVIL POR VERDAD Y JUSTICIA) Gualeguaychú
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