¿Por qué aquí la luz es más cara?
Un usuario residencial entrerriano que consume 300 kWh de electricidad en un mes abona tres veces y media más que un vecino de la Ciudad de Buenos Aires, en las mismas condiciones.A esta conclusión llegó el periodista Osvaldo Bodean, de 'El Entre Ríos' de Colón, al tomarse el trabajo de rastrear el precio de algunas tarifas distritales y compararlas entre sí.Según sus cálculos, en la provincia de Justo José de Urquiza se pagan $114 por lo mismo que un porteño paga $33,61. Los valores, aclara, son determinados sin considerar los impuestos y en función del cargo fijo más el costo del kilovatio hora con subsidio del Estado Nacional y sin IVA.Bodean emprendió la pesquisa luego de leer que el ministro Julio De Vido acusó al gobernador cordobés José Manuel de la Sota porque "los cordobeses deben pagar hasta 5 veces más" por la electricidad.Saber cuál es la situación tarifaria de Entre Ríos, dentro de un cuadro comparativo, tiene una razón adicional: aquí funciona Salto Grande, la represa cuya producción de energía es casi el 20% de la que se consume en todo el país.Como se sabe, esa usina se construyó con el explícito fin de desarrollar la región, teniendo entre sus fundamentos un valor promocional de la energía. En campaña política, de hecho, se suele mencionar a la represa como la "palanca" del desarrollo entrerriano.¿Cómo es posible que un humilde trabajador de cualquier barrio periférico de la provincia, en ciudades como Concordia o Gualeguaychú, pague bastante más por la luz que un señor acaudalado en Puerto Madero?La asimetría tarifaria suena disonante en un contexto donde abunda el discurso progresista según el cual paga más el que más tiene. Además, ¿cuál es el criterio "federal" que convalida el subsidio energético del interior subdesarrollado, generador del recurso, a la megametrópoli porteña?Los usuarios porteños se ven beneficiados en todos los casos respecto de los usuarios provinciales. Lo cual plantea otra objeción desde el punto de vista de la equidad social.En efecto, las diferencias regionales en las tarifas eléctricas no son justas si se confrontan con el PBI per cápita provincial. Conclusión: los usuarios residenciales de una jurisdicción de elevado ingreso per cápita, como es la ciudad de Buenos Aires, abonan por un servicio de energía eléctrica una tarifa inferior a la de la mayoría de las jurisdicciones provinciales, incluidas muchas de menores ingresos.En la escala de Bodean, Entre Ríos aparece fuertemente castigada en el conjunto de los distritos. El usuario residencial que consume 300 kWh/mes, que paga $114,81, está por encima de su equivalente de Mendoza ($39,46), de Río Negro ($74,73), de provincia de Buenos Aires ($85,37), de Salta ($113,39). Por otro lado, pagan más que el entrerriano el santafecino ($121,34) y el cordobés ($129,19).La diferencia significativa entre los distritos tendría varias explicaciones. Una de ellas es que pesa la densidad poblacional: a mayor escala, el costo unitario es más bajo y esto beneficia a las empresas que operan en conglomerados como Ciudad y provincia de Buenos Aires.Si el argumento es la cuestión de escala en el negocio eléctrico, habrá que renunciar por tanto a priori a cualquier instrumento (el precio de la energía es uno de ellos) que desestimule la concentración poblacional, que es la configuración propia del país unitario, en beneficio de un esquema que descentralización y de conquista del espacio interior, un modelo afín al ideario federal.
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