
La misión argentina que viajó a la India, encabezada por el presidente Mauricio Macri, busca introducir productos locales en una de las economías estrella del siglo XXI.
El despegue capitalista de India es similar al de China, el otro gigante asiático. Ambos países emergieron en la década de 1990 después de un largo período de estancamiento económico.
La irrupción de políticas de libre mercado transformó la economía y cambió la vida de cientos de millones de sus habitantes.
Ambos países asiáticos son gigantes demográficos. En el caso de India, la novedad de las últimas décadas es la aparición de una vibrante clase media, en un país con 1.300 millones de personas.
Aunque 1 de cada 2 indios vive por debajo del umbral de pobreza, la clase media se ha beneficiado considerablemente del crecimiento económico que se ha producido gracias a las reformas liberales de las décadas de 1990 y 2000.
Según los analistas económicos, la nueva India está creciendo a grandes saltos. Standard Chartered, un banco multinacional con sede en Reino Unido, vaticina que para 2030 se convertirá en la segunda economía mundial, después de China.
Entre las razones de este optimismo, los economistas destacan que India es el país con la mayor cantidad de jóvenes en el mundo (la mitad de su población tiene menos de 25 años), mientras que el resto de los países están duramente afectados por su envejecimiento poblacional.
Acompañado de un nutrido grupo de empresarios, el presidente Macri arribó a India con la intención de conectar a la Argentina a la ola del crecimiento del país asiático.
Con 70 años de relaciones diplomáticas, el intercambio comercial entre ambos países ha sido relativamente bajo con una balanza de US$3.000 millones anuales, favorable a la Argentina por un superávit de US$1.200 millones.
La venta de aceite de soja a la India determina el 90% de las exportaciones argentinas a ese país. La idea es ampliar la oferta de productos argentinos exportables.
"Necesitamos dar un salto de calidad en un mercado que tiene un potencial muy importante. Los datos nos indican que en muy pocos años va a haber un crecimiento de por lo menos 500 millones de personas en la clase media de la India, lo cual significa una revolución en términos de consumo", explicó el embajador argentino en la India, Daniel Chuburu.
Se pretende, así, impulsar la transferencia de tecnología argentina, principalmente agrícola, que es a la vez el principal sector económico de la nación asiática. Argentina cuenta con un abanico de oportunidades en materia de tecnología de siembra, manejo poscosecha, almacenaje, sanidad vegetal y otros temas relacionados con la biotecnología aplicada al campo.
En el área energética, está la venta de gas natural y condensado, y la explotación de litio -fundamental para los aparatos tecnológicos-, del cual Argentina tiene la segunda mayor reserva del mundo.
Por otro lado, existe el interés argentino en desarrollar una mayor cooperación en materia de altas tecnologías en sectores sensibles, el uso pacífico de energía nuclear, radares y tecnología satelital, campos en los que la India ocupa una posición clave en el marco internacional.
La República de la India, en tanto, despliega un plan de acción regional para aumentar el comercio con las provincias argentinas. Entre los productos que han atraído a los eventuales importadores indios, se encuentra maíz, cítricos, miel y medicamentos de Entre Ríos.