Precios bajos en el campo, altos en ciudad
Los productores de las distintas economías regionales del país, que se quejan de la caída de la rentabilidad de sus explotaciones, vienen insistiendo que la brecha entre el precio que ellos cobran y el que pagan los consumidores es cada vez más amplia.Esta distancia surge de un reciente relevamiento realizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que hizo un seguimiento de los precios de más de 20 productos de consumo masivo, como lácteos, carnes, frutas y hortalizas.En el caso de la manzana -principal producto del Alto Valle de Neuquén y Río Negro- la brecha entre el valor que cobra el productor y el que se paga en la góndola alcanza un 2.500%.Los cítricos, que se producen principalmente en Entre Ríos y Corrientes, son otros perjudicados. En el limón la diferencia de valores es de 2.667%, y llega al 1.000% en el caso de las naranjas, según el documento de CRA.El productor arrocero, en tanto, recibe $1,25 por kilo mientras que el consumidor debe pagar 12 veces más en una góndola de supermercado. "Mientras el tambero recibe en promedio $2,10 por un litro de leche, los consumidores pagan $8", refiere el informe.Por otro lado, lo que cobra un productor de tomate para enlatar y el precio de la góndola llega al 5.800%. En el caso del maíz, el productor percibe $1,22 por 1,6 kilogramo, la cantidad necesaria para hacer un kilo de polenta.Pero la polenta se cobra a los consumidores $14,5 promedio, con una brecha del 1.060%. Además, si por kilo de tomate fresco el consumidor paga 12 pesos, al productor le abonan 2,80 pesos, un 329% menos.En la producción de miel, los consumidores pagan un 292% más de lo que perciben los productores apícolas. Por la miel a granel por kilo se le paga $8,30 al productor, mientras el consumidor abona $32,50.Según CRA, un productor de trigo participa con el 11% en la formación del precio de un kilo de pan francés que vale entre 17 y 25 pesos. En tanto, percibe 1,92 peso por el kilogramo de trigo: es decir que la materia prima y el producto terminado tienen una brecha del 885%.A todo esto, el diario mendocino San Rafael ofrece ejemplos de la región cuyana donde se verifica el fenómeno de la distorsión de precios entre la finca y la góndola, en productos como el durazno, el tomate, la uva y la ciruela.Y señala: "Los productores primarios son en todos los casos la variable de ajuste de la cadena industrial y comercial". Pero detrás de estas distorsiones hay un debate macroeconómico acerca de quiénes son los verdaderos formadores de precios en la Argentina.Los técnicos de CRA sostienen que detrás de esta brecha subyace el problema de la inflación y la política de exportaciones, dos factores que son responsabilidad de la política económica del gobierno.No hace mucho, al hacer referencia a los bajos precios que perciben los productores, el ministro de Agricultura, Norberto Yahuar, apuntó contra las grandes cadenas de supermercados. "¡Son chorros, amigo!", disparó en una entrevista.Los supermercadistas le salieron al cruce. Su vocero, Fernando Aguirre explicó: "El súper tiene que pagar al productor, los sueldos y contribuir con los impuestos. De ese esquema, lo que le queda a los súper es un 6%. Pero se confunden dos conceptos, el 35% es el marcaje que el comercio pone sobre el producto que recibe del proveedor para pagar al proveedor, al Estado y los salarios. De eso le queda un 6% con el que tiene que pagar seguridad, luz y todo el resto de los gastos".
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