ALERTA EN URUGUAY
Proyectan instalar una planta piloto de baterías de litio a orillas de un afluente del Uruguay

El pueblo de San Gregorio de Polanco es un tranquilo rincón uruguayo a orillas del río Negro, uno de los más importantes afluentes del río Uruguay. Parece estar detenido en el tiempo –cuenta el diario El País-, conserva una serenidad que atrae a turistas locales, pero también a algún que otro europeo o estadounidense, que van de vacaciones y después lo eligen de hogar.
La historia de San Gregorio se entreteje con la del río que lo abraza, las viejas casonas sobre calles empedradas que le dan solidez y los árboles centenarios que lo muestran como un destino natural. Un pueblo que vive para y del turismo. “Lo natural es todo acá”, dice el alcalde, Asdrubal Rodríguez. “Le damos mucha importancia al medio ambiente porque la playa que tenemos está en un entorno privilegiado”, opina Rodríguez, nacido y criado en San Gregorio.
Para sus habitantes es mucho más que un pueblo turístico, lo definen como un refugio para el espíritu creativo, un testigo silencioso del devenir del tiempo y un rincón de la geografía uruguaya que hechiza con su belleza y su autenticidad. Visitar este lugar es emprender un viaje para encontrarse con la naturaleza.
Pero toda esta serenidad parece estar amenazada, según denuncian vecinos y comerciantes del lugar, porque la empresa UTE planea instalar una planta de baterías de litio al lado del río, con una capacidad de almacenar 35 megavatios por hora.
En 2019 los vecinos le ganaron una batalla legal a UTE, que pretendía subir la cota del embalse de Rincón del Bonete y amenazaba con terminar la playa en San Gregorio. Ahora la lucha es otra, pero la fuerza es parecida: juntan firmas contra una planta piloto que, denuncian, puede contaminar y afectar un lugar que vende naturaleza a los turistas.
La semana pasada un grupo de vecinos se reunió para informarse de los planes de UTE. La planta se proyecta construir en un predio de la empresa, de unas dos hectáreas y media, con el objetivo de almacenar energía eólica que actualmente se pierde, y que UTE está obligada a comprar a los parques privados de molinos de viento.
Los vecinos están listos para pelear. “Porque esto es un atropello y no lo vamos a permitir. Toman decisiones sentados en sus escritorios, ganando millones, y después nos tratan de ignorantes”, dice Clara Alonso, vecina del lugar, quien lleva adelante además un emprendimiento turístico de cabañas.
¿Cómo se enteraron de la obra? En diciembre de 2022 un consultor privado, en representación de UTE, recorrió el pueblo para contarles a los vecinos de la obra. “Pero eso fue cualquier cosa”, dice Alonso, que se disculpa por estar enojada. “De verdad no entiendo cómo eligen un lugar como este para un proyecto así. Además no hay explicaciones, estoy esperando que venga algún técnico de UTE y las dé a la comunidad”.
A finales de 2022 este consultor, según opina Alonso, contó solo una parte del proyecto sin hablar de la implicancia de las baterías de litio para la zona. Ella fue una de las entrevistadas. “El discurso que daba era que esto iba a ser una solución para nosotros, porque no íbamos a tener más cortes de luz intermitentes. Pero ya hace seis años que los cortes no ocurren”, dice la empresaria, quien recuerda una vez donde toda la comunidad recibió un año nuevo con la luz de velas y el fuego del asado.
En el pueblo hay muchas dudas sobre el proyecto, y por eso el alcalde se comunicó con la empresa. “No fui invitado a la reunión de los vecinos, pero después que me enteré enseguida me moví y lo voy a seguir haciendo”, dice Rodríguez.
Según información que la propia UTE le dio, por ahora no hay seguridad de que el proyecto avance en los próximos meses, como estaba estipulado. Pero de todos modos, “técnicos idóneos de la empresa vendrán para poder dar una charla abierta”, dice el alcalde. “La inquietud en la población y la alarma fue creciendo, pero yo no tengo idea del impacto que puede ocasionarse si se instala, eso lo explicaría un técnico”. UTE va a tercerizar las tareas, y ya adjudicó la construcción de la usina de baterías de litio a la empresa Stiler. Pero según informan fuentes del directorio, desde mayo no hay movimientos administrativos. La carpeta está trancada. ¿La razón? Las empresas que perdieron el llamado presentaron un recurso, señalando que hubo irregularidades en la asignación que beneficiaron a Stiler, por parte de la comisión asesora de UTE, que recomendó al directorio la propuesta de la constructora.
Desde una de las tres empresas que quedaron fuera se indica a El País “que los criterios no fueron los mismos entre los oferentes”. Además señalan que Stiler no presentó una parte fundamental en el llamado, que eran los antecedentes. “En los hechos los tendrían que haber descalificado por no cumplir con lo que establecieron en las bases”, dice la fuente. Las ofertas descartadas fueron de las empresas Ventus (que ofreció cobrar 18,6 millones de dólares), Atlantica Yield (propuso 27,1 millones de dólares) y Akuo Energy Uruguay (28,7 millones de dólares), según informó el semanario Búsqueda y confirmó El País con empresas involucradas. Todas con un proyecto que implicaba menor costo.
Quien finalmente gane está adjudicación se encargará de la operación, del mantenimiento de las baterías y del programa para controlarlas, en un predio que ya es de UTE y que actualmente es usado por la comunidad de San Gregorio de Polanco, para criollas y otros eventos, con previa autorización.
Un representante de otra de las empresas que no quedó en la licitación señala a El País que “hay una gran preocupación por la diferencia de precios”. “Estamos hablando de que la ganadora tiene un valor de casi el doble de alguna de las propuestas”, dicen desde la firma. La propuesta inicial de Stiler es por 38 millones de dólares y luego de un pedido de UTE bajó su oferta a 31 millones de dólares. ¿Y qué argumenta la empresa? Marcos Taranto, presidente de Stiler, dice a El País que su proyecto fue el que tuvo la mejor puntuación técnica entre otras razones porque fueron asesorados por Black & Veatch, “una de las principales empresas de ingeniería de Estados Unidos, que nos permitió hacer una propuesta totalmente innovadora a UTE”.
Para Taranto, Stiler fue la única empresa que realizó un estudio de impacto ambiental profundo, que contempla no sólo los años de servicio, sino el desmantelamiento del parque una vez terminado. Este último punto es fundamental, porque los problemas medioambientales pueden ser graves cuando las baterías quedan en desuso. Taranto dice que es un proyecto de vanguardia y que, si bien están en contacto con UTE, no comprenden por qué aún no se ha llegado a una determinación, cuando les han dicho que los estudios son favorables.
“Las otras empresas no fueron ni siquiera admitidas técnicamente porque no iniciaron un estudio serio y profundo. Lo que proponemos es un hito para Uruguay y para América Latina”, dice el presidente de Stiler. “Es una picardía que UTE y el Uruguay no avancen rápidamente y definitivamente en esta dirección”.
El director de UTE por Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz, admite que “el tema se encuentra en estudio”. Pero asegura que, más allá de movimientos sociales, UTE nunca permitirá una agresión al ambiente. “Se está evolucionando, en la segunda etapa del cambio de la matriz eléctrica del país”, indica. Además, Pées Boz dice que la instalación de una planta de baterías de litio “mundialmente es una tecnología que se analiza para evitar la inestabilidad o indisponibilidad parcial de las fuentes eólicas o fotovoltaicas en distintas horas donde sí se requiere o demanda la energía”.
A pesar de reiterados contactos, presidente de UTE no respondió las consultas de El País. La alarma ecológica surgió rápido, cuando en el proyecto que se conoció apareció el litio como protagonista. ¿Pero qué es este elemento químico? Es un metal alcalino, que en su forma pura es de color blanco plata. Se utiliza en la fabricación de baterías y la extracción del material se hace mayormente de rocas y depósitos de salmueras.
La bióloga Graciela Piñeiro, integrante del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias, ha estudiado el tema. Y dice que lo que hoy estamos aceptando, en Europa ya está prohibido. “Hay artículos en los que se habla de que el litio será utilizado solo hasta 2024. Por eso no es solo una visión muy cortoplacista la que manejan las autoridades, sino que es de un nivel de ignorancia muy grande”, opina. También cree que hay un espíritu de no querer asesorarse para que este tipo de proyectos salgan y generen empleo y falsas condiciones de avance tecnológico en la población. “¿Por qué no llaman a la academia? O hacen una reunión multidisciplinaria”, dice la bióloga.
Según un informe que elaboró para los vecinos, las zonas donde se han instalado este tipo de equipamiento han dañado ecosistemas enteros, además de causar incendios que no pueden ser controlados con agua. Pero el riesgo mayor, dice, es el almacenamiento y reciclaje luego de ser utilizadas. “La batería no la usas de por vida, se van a ir acumulando y no hay un plan para esto”, sostiene la científica.