CUANDO ESTAR LEJOS NO SIGNIFICA ESTAR SOLO
Puente a Gualeguaychú, una casa para tejer redes y acompañar a estudiantes

Con el paso del tiempo y el impulso de jóvenes comprometidos, una experiencia compartida entre quienes cursaban fuera de la ciudad se transformó en una organización sólida y con impacto territorial. Hoy, cuenta con una sede propia donde se brinda asesoramiento académico, orientación vocacional, talleres y un espacio de contención para quienes inician la vida universitaria lejos del hogar.
Lo que comenzó en 2019 como una iniciativa de jóvenes gualeguaychuenses que estudiaban en otras ciudades, se transformó en una organización que acompaña, asesora y capacita a quienes están por comenzar o transitan ya su vida universitaria lejos de casa. Hoy, esa red solidaria tiene una sede en la ciudad que funciona como un espacio de referencia para estudiantes y vecinos. Con esfuerzo colectivo y el apoyo de comercios, profesionales y voluntarios, lograron poner en marcha un lugar que ofrece apoyo académico, talleres, actividades culturales y, sobre todo, una mano tendida para quienes lo necesitan.
“Puente es una asociación civil que nació cuando un grupo de jóvenes de Gualeguaychú que vivíamos en otras ciudades y nos dimos cuenta de que, más allá de las distancias, compartíamos las mismas problemáticas: estar lejos de casa, enfrentar los desafíos de estudiar en otro lugar y la necesidad de contar con algún tipo de sostén. Frente a esa realidad, decidimos organizarnos para buscar soluciones colectivas y tender redes entre quienes estábamos formándonos afuera y quienes estaban por comenzar ese camino. Así empezamos a reunirnos, a escucharnos y a estar codo a codo, articulando grupos donde surgieron amistades y herramientas para sostener la vida lejos del hogar”, dijo Ana Clara, en representación de la asociación.
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Inicialmente, el grupo logró gestionar descuentos en pasajes para que más estudiantes universitarios pudieran viajar de ida y vuelta a la ciudad, armó espacios de encuentro y acompañamiento, y puso en marcha "La que te espera", una jornada pensada para compartir experiencias con quienes estaban por mudarse: un espacio para hablar de las carreras, de la vida universitaria y de cómo es vivir en ciudades como CABA, La Plata, Concepción del Uruguay, Paraná, Santa Fe, Oro Verde, Villaguay y Gualeguaychú, las ciudades donde la asociación está presente en la actualidad.
Ana Clara compartió otros logros que pudieron cumplir: “A mediados de 2021 abrimos dos residencias universitarias en la Ciudad de Buenos Aires, que permitieron a más jóvenes tener un lugar donde vivir mientras cursan. Hoy tuvimos que cerrarlas, pero logramos establecer conexión con otras residencias que alojan a los alumnos que las necesitan. A lo largo de estos años, también organizamos varietés en distintas ciudades y en Gualeguaychú, con el objetivo de visibilizar y apoyar a aquellos quienes además son artistas o emprendedores. Seguimos generando nuevas actividades y espacios que respondan a las necesidades actuales y futuras de las y los estudiantes”.
“Cada ciudad tiene lo suyo, pero hay desafíos que se repiten: lo económico, arrancar de cero con gente nueva, alejarse de casa, convivir con personas desconocidas. Todo eso forma parte del proceso y muchas veces cuesta”, dijo Mora, sumándose al diálogo. “Esta sede permitió reencontrarse con quienes arrancaron el proyecto y está ayudando a formar un grupo de apoyo, donde se cruzan quienes recién empiezan, quienes están por terminar o quienes ya se recibieron. Lo que nos llevó, justamente, a abrir un nuevo espacio: la casa de 25 de mayo 731 es la nueva sede de Puente. Desde hace unos meses, venimos poniéndola en condiciones con mucha voluntad, esfuerzo y gracias a donaciones de comercios y profesionales de la ciudad que conocen nuestro trabajo. El lugar ya está en funcionamiento. Realizamos las inscripciones al CBC de la UBA, organizamos jornadas de asesoramiento para inscripciones a becas, y recibimos escuelas con sus alumnos que quisieron conocer qué hacemos y charlar sobre la vida universitaria. Adicionalmente, orientamos a quienes buscan información sobre carreras y ciudades de estudio. Además, organizamos otras actividades según las necesidades que van surgiendo. Actualmente, por ejemplo, estamos dictando un taller de ‘Liderazgo Joven’ para aquellos que estén interesados en la temática y quieran participar y capacitarse. Además, se han acercado otras propuestas de talleres o grupos que necesitan espacio, y decidimos compartir el lugar con ellos, con el objetivo de seguir estableciendo relaciones con todos los sectores de la comunidad”.
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En este sentido, Ana Clara añadió un ejemplo claro del apoyo que brindan: “A partir de la creciente cantidad de jóvenes que eligen estudiar en la UBA, comenzamos a trabajar de manera articulada con el Ateneo, colaborando con la inscripción al CBC y a distintas facultades, evitando que muchos alumnos tuvieran que viajar hasta Buenos Aires sólo para entregar papeles. Además, gestionamos dispositivos de orientación académica y acompañamiento estudiantil, damos una mano con la inscripción a becas educativas y contamos con dispositivos de trabajo y apoyo para estudiantes”.
En cuanto a la infraestructura, “se han puesto en valor dos salones, dos oficinas, la entrada y una cocina para uso de todos. Aún falta arreglar y acondicionar el patio, el frente y algunos otros detalles relacionados con la comodidad, para poder seguir compartiendo el espacio y habilitarlo para toda la comunidad que lo necesite”, contó Ana Clara, mientras que Mora agregó: “El reacondicionamiento del espacio sigue en marcha, siempre surgen nuevas ideas y algo para hacer. Lo más lindo es que cada persona que se suma deja su huella, su impronta. Eso lo hace más propio”.
Ambos jóvenes destacaron la ayuda que han recibido para la puesta a punto de su sede: “Cada aporte suma: desde quienes vienen a pintar o arreglar algo, hasta familias, amistades, empresas o personas de la comunidad que dan una mano cuando hace falta. Todo cuenta y se valora mucho. De a poco estamos presentando proyectos para el financiamiento privado, tanto a empresas como a nivel internacional. A la vez, buscamos que la comunidad conozca el espacio y se sume a sostenerlo, ya sea con aportes económicos, o con tiempo y trabajo. Lo importante es que Gualeguaychú sepa que el Puente se puede construir en cualquier momento y con los recursos con los que se cuenta”. Además, los integrantes señalaron la importancia de las alianzas con otras instituciones en las actividades: “Nos ayudan a conocer a más personas comprometidas con la ciudad y a que se conozca el trabajo que hacemos. Las acciones se potencian y el impacto es mayor cuando se hace en conjunto”.
“Hoy, Puente sigue creciendo con la convicción de que organizarse colectivamente no sólo hace más fácil estudiar fuera de casa, sino que también fortalece los lazos entre quienes compartimos un mismo origen y un mismo deseo: construir un futuro con más oportunidades, derechos y comunidad”, concluyeron Ana y Mora.