Que no nos falte la reflexión a los argentinos
Por Oscar Ávila*
Opinión
Siempre fue moneda corriente que para distinguirse del que gobierna pareciera que hay que hacer hincapié en su enriquecimiento, en su figura personal, en sus gestos, en su dependencia observando esta vez que al actual no se le critica enfáticamente la deuda externa o interna, pero si su soberbia. Cuestión que creería sería elogiable si quien lo hace lo hiciera desde la humildad de saber que si es elegido estará al servicio de los demás. Pero no es así y ¿por qué no es así? Porque muchos que son candidatos han ido a prepararse como para el carnaval, tienen un gran maquillaje, y expreso en lo que digo el sentimiento de muchos compañeros trabajadores que estamos convencidos que cuando estuvieron nos hicieron mucho mal.
Y hablo de los que ya estuvieron, de los que se florean con el oportunismo permanente intentando llevar para su lado el circunstancial descontento que solo les sirve a ellos.
Comparto el pensamiento que expresa que tenemos que cuidar la institucionalidad gobierne quien gobierne. No acuerdo con la lógica futbolera de pensar que si se perdieron 3 partidos hay que cambiar el Director Técnico, el país y la democracia no son un rectángulo donde se enfrentan 11 contra 11, es algo más serio y lo es más aún la democracia como sistema en el que hemos decidido vivir muchos que, aunque no sabíamos lo que sucedía en el peor período de la historia argentina, encontramos como canalizar nuestras esperanzas en personas como la del demócrata ex presidente recientemente fallecido Dr. Alfonsín y no es un sentimentalismo es una convicción, aunque los seres humanos somos en gran parte sentimientos.
Veamos las promesas que se hacen incluyendo el contexto nacional; se va a acabar la inseguridad, la pobreza, los accidentes en las rutas, va haber más educación, más obras publicas van a cambiar por ley la gestualidad, a los soberbios les pondrán caras de humilde, a los mentirosos les pondrán la verdad, a los ladrones les pondrán corazón, a los corruptos les harán devolver todo los que se robaron y tantas otras que resultan imposible de creer. Una sociedad no cambia por una elección para renovar las cámaras legislativas, cambia por su propia decisión política de cambio con participación en las decisiones no únicamente con el voto y lo que es más profundo, pensando en las demandas del conjunto de los habitantes de este país.
Y si a esto le agregamos la infantilada de minimizar la agresión “diciendo yo hago política por donde quiero que voy y nadie me hace nada” más preocupado aún lo de instalar que la violencia existe cuando me toca, a mi y llegando al error de justificar la pena de muerte como hicieron muchos miembros de la farándula no hace mucho tiempo.
Desde la racionalidad y el análisis desde la autodidáctica es preocupante también que se crea que resolviendo pura y exclusivamente los problemas del campo, esta todo resuelto, eso es solo una parcialidad y que solo tiene una visión en un modelo económico.
En este país también estamos otros ciudadanos que nos merecemos vivir con dignidad y que si nunca tenemos en el congreso representantes, pareciera que en esa lógica no vamos a tener dignidad nunca.
Hay que trabajar por la construcción colectivo de distribución de la riquezas por que a los trabajadores pasemos las que pasemos nadie nos subsidia.
* Docente - Secretario general de Agmer Gualeguaychú
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