¿Quién es el Gauchito Gil?
La ciudad de Mercedes, en Corrientes, se vio colmada por más de 200 mil personas que, desde distintos rincones del país, fueron a rezar frente a la imagen del legendario gaucho al cual la Iglesia Católica no reconoce como santo.o
La celebración tuvo lugar el pasado 8 de enero último, fecha en que se cumple un nuevo aniversario de la muerte del Gauchito Gil, en el marco una manifestación popular que habla de un culto que crece.
Antonio Mamerto Gil Núñez habría nacido en 1840 y muerto en 1878. Fue un gaucho perseguido por la justicia que, al finalizar la guerra de la Triple Alianza, obró un “milagro” que benefició al militar que lo ejecutó, según creen en Corrientes.
El “Gauchito” reproduce en el imaginario popular la figura atractiva de quien se alza contra la iniquidad social, según el prototipo anglosajón del Robin Hood, quien robó a los ricos para darle a los pobres.
En efecto, cuenta la historia que tras regresar de la guerra el personaje comenzó a robar a los estancieros más acaudalados, primero como método de subsistencia y luego para repartir su botín entre la paisanada de la zona.
Por estas actividades de matrero el “Gauchito” fue detenido por un coronel de apellido Velázquez, quien lo asesinó de manera atroz: lo ató con la cabeza hacia abajo para evitar los poderes hipnóticos que se le atribuían y lo degolló.
Fue allí, dicen, que nació su mito sanador. Antes que el cuchillo de Velásquez cegara su vida, el “Gauchito” le dijo a su verdugo: “Cuando vayas a tu casa encontrarás a tu hijo enfermo. Estará moribundo, pero invocá mi nombre y se salvará”.
La historia cuenta que, efectivamente, ese milagro ocurrió. Y entonces Velásquez, llorando arrepentido, volvió desesperado al lugar donde había matado a Gil, allí lo enterró y erigió una cruz de espinillo como homenaje.
Esto habría ocurrido en enero de 1878 cerca de Goya, a unos 10 kilómetros de Mercedes. Con el tiempo, nuevos milagros fueron agigantando el mito sanador de el “Gauchito”, y la tumba se convirtió en un santuario al que llegan todos los años miles de fieles.
La veneración del gaucho correntino, sin embargo, no forma parte del santoral católico. Para la Iglesia Católica, configura un culto popular pagano similar al que se les rinde a San La Muerte, la Difunta Correa, los cantantes Rodrigo, Gilda y Gardel, o a Evita y hasta María Soledad Morales.
Monseñor Santiago Olivera, a cargo de la Comisión de Seguimiento de la Causa de los Santos del Episcopado Nacional, ha dicho que estos personajes “nunca serán reconocidos por la Iglesia”, en el sentido de que no serán canonizados.
“Para la Iglesia la persona tiene que haber vivido acorde al Evangelio, incluso si su vida fue heroica debió serlo dentro de esos parámetros. Y las vidas de esas personas que la gente ve como santos populares no se ajustan a los valores del Evangelio”, señaló el prelado a la prensa.
Como sea la Iglesia, como institución, debió encontrar un punto de concordancia con esta manifestación de fe popular, dado que hace tres años permite que sus sacerdotes realicen misas en el santuario del “Gauchito” todos los 8 de enero.
El presbítero correntino Julián Zini dijo que la Iglesia reconoce al Gauchito Gil “como un difunto querido, muerto injustamente”, y en este sentido es visto como un hombre que puede acercar a Dios.
El cura reconoció que “no siempre los pastores supieron llevar adelante la fe del pueblo. Para nosotros, Gil es la fe hecha cultura, cuando la gente no ve salida ante un mundo tan globalizado”.
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