Rebelión contra lo políticamente correcto
El reconocido semiólogo italiano Umberto Eco, con sus declaraciones provocativas y nada ortodoxas, que sacuden al mundo cultural y académico, suele hacer gala de una actitud provocadora frente a lo políticamente correcto. "Una invasión de imbéciles", con esos términos se despachó el autor de "El nombre de la Rosa", entre otras novelas y ensayos, contra los usuarios de las redes sociales.El contrapunto es manifiesto: atacar esos espacios de Internet, los más populares de la red, donde se cree que hoy fluye la democracia digital y toma protagonismo la "voz de los que no tienen voz", puede ser leído como algo reaccionario.Pero a Eco eso por lo visto no le importa. En un reciente encuentro con la prensa de Turín, luego de recibir un doctorado honoris causa en "comunicación y cultura de los medios", lanzó un ataque durísimo contra las redes sociales.Sostuvo que ellas "le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad"."Enseguida (a éstos) los callaban, mientras que ahora tienen el mismo derecho de palabra de un premio Nobel. Es una invasión de imbéciles", dijo el intelectual que en los '60 se hizo célebre por sus ensayos sobre semiótica.En realidad Eco desde hace un tiempo viene realizando planteos desafiantes y provocadores contra algunos dogmas establecidos en el mundo cultural. Considerado un intelectual de izquierda, a veces desconcierta porque se aleja de ese ideario.No hace mucho generó un revuelo de proporciones cuando sostuvo que la Universidad debe ser "para una elite". En 2013, en la Universidad de Burgos (España), sostuvo que "el exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las universidades a la crisis".Eco recordó que "las mejores épocas universitarias" fueron en momentos en los que esas instituciones nacidas en la primera Edad Media -la más antigua de Occidente es la de Bologna, en la que Eco fue profesor- abrieron sus puertas a un número acotado de estudiantes.Eco es semiólogo -un estudioso de los signos- y debe ser consciente, por tanto, del impacto que su opinión, calificada en el mundo de la academia, tiene en la opinión pública internacional.Sus últimas intervenciones públicas, siempre controversiales, lo colocan como un intelectual inconformista, incluso con el pensamiento progresista en el que ha militado toda su vida.Quizá al italiano lo inspire la idea de escapar de los patrones de pensamiento preconcebidos y estructurados, aunque estos provengan de la izquierda. Eco mismo, de hecho, fue parte en los '60 y '70 de una corriente de rebelión contra lo políticamente correcto (llamada "contracultura").Corrección política se aplica, en un sentido amplio, para la describir la afiliación con la ortodoxia política y cultural. Lo políticamente correcto suele tener una carga peyorativa, al expresar el deseo de conformarse a lo establecido.Lo políticamente correcto remite a un modo de hablar y de actuar esperable, que acepta y legitima el orden de cosas existente, que da por sentada una visión estandarizada del mundo, que no pone en tela de juicio el statu quo. ¿Practica acaso Eco el arte de la provocación semiótica como un modo de no atarse a ninguna forma establecida de pensamiento, para hallar así caminos alternativos? ¿Para no caer, en suma, en lo políticamente correcto?
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