UN CLÁSICO CON HISTORIA QUE NUNCA FALLA EN VERANO
Ron, la bebida de las colonias y los piratas
Ha sido el trago obligado en el Caribe desde el siglo XVI, cuando la caña de azúcar fue llevada por los españoles a sus dominios en las Indias Americanas. Desde entonces hasta hoy supo conquistar paladares alrededor del mundo. Además, es la base de dos de los tragos más conocidos: el daiquiri y el mojito.
“Es un amigo y hermano para cuando estás solo en la oscuridad, una almohada cálida en una noche fría, un estímulo en la mejilla y un inspirador de proezas valientes e intrépidas”, así definió al ron el célebre bucanero sir Henry Morgan, quien llegó a ser gobernador de Jamaica. Aunque, en realidad, pueden encontrarse infinidad de historias de este antiguo destilado de caña de azúcar fermentado.
Piratas y marinos consumían este aguardiente puro y la Royal Navy lo utilizaba como anestésico, pero empezó a proporcionarlo a los marineros como alternativa a su ración de cerveza, y hasta hace unos años era la bebida tradicional de la marina británica.
Tan popular llegó a ser promediando el siglo XVIII que el almirante Edward Vernon decretó que se le debería añadir agua. Sin quererlo, este militar contribuyó a la cultura del ron, ya que este modo de servirlo dio origen al popular grog (ron con agua caliente y limón), el mismo trago que entibió las noches parisinas en La Rhumerie, del Boulevard Saint Germain, muy frecuentado por el dramaturgo y escritor franco-rumano Eugène Ionesco. Aún hoy en día, este trago sigue siendo la especialidad de este famoso bar, en el cual, además, se puede encontrar una gran variedad de rones del mundo.
Los lugares de producción de los mejores ejemplares de esta bebida son Cuba, las Antillas francesas, Santo Domingo y las antiguas colonias británicas (Barbados, Jamaica, Trinidad y Guyana). Cada uno tiene sus características especiales en cuanto a estructura, sabor, color y aromas, aunque todos tengan como origen la melaza de azúcar. Los grandes rones añejos suelen beberse solos, en tanto los más claros y livianos son los más aptos para mezclas; es que este aguardiente es sumamente versátil y ofrece muchas más posibilidades que el típico Cuba Libre (ron con cola y limón).
Una medida en un licuado de frutas tropicales, con hielo granizado, por ejemplo, se convierte en una magnífica opción refrescante, o si se le añade jengibre fresco rallado puede funcionar como afrodisíaco.
La primera referencia al ron es de 1650 en Barbados. Allí fue donde el viajero Richard Ligon, en un informe de una visita a esta isla, escribió: “La principal bebida embriagadora que fabrican aquí es el Rumbullión, a base de caña de azúcar destilada, y constituye un alcohol infernalmente fuerte”. Rumbullión viene de un antiguo vocablo inglés que significa “tumulto”.
Por abreviación, los ingleses lo llamaron rum y los franceses rhum, que se pronuncia “ron”. Así lo denominó entonces la Real Academia Española a partir del diccionario de 1817. Hoy, mucho tiempo después de su descubrimiento, los rones están imponiendo una nueva tendencia en todos lados, disputándoles la supremacía a otros destilados. De hecho, su consumo en la actualidad creció estrepitosamente y esta moda ya llegó a la Argentina.
Ron, bebida de celebrities
El ron se toma puro, como el cognac, o bien en felices combinaciones. El primer cóctel se atribuye al pirata Francis Drake, quien en las largas noches de aburrimiento durante sus travesías solía mezclar ciertos ingredientes con esta bebida. Pero, sin lugar a dudas, es mucho más famosa la pasión por el ron que tenía Ernest Hemingway. Entre 1954 y 1959, años en los que vivió en Cuba, el genial escritor y periodista estadounidense se sentaba diariamente en el primer taburete del bar La Floridita y ordenaba un daiquiri (ron, limón y azúcar blanco refinado), un aperitivo que descubrió una tarde veraniega en La Habana y que luego inmortalizó en su novela “Islas del golfo”.
Actualmente este sitio es considerado por los expertos como uno de los siete bares más famosos del mundo y se lo reconoce como la “cuna del daiquiri” en su honor. Aunque también son conocidas sus paradas en La Bodeguita del Medio para beber mojitos (ron, azúcar, lima, hojas de hierbabuena fresca –o menta– y agua con gas), una combinación que junto al daiquiri también paladearon otros famosos que visitaron la isla, entre ellos, Gary Cooper, Ava Gardner, Spencer Tracy y el filósofo Jean Paul Sartre.
La selección de etiquetas
Bacardi, que mudó su sede a Bahamas cuando estalló la revolución en Cuba, es actualmente la exportadora número uno y quizá la marca más conocida a la hora de hablar de ron. Su Carta Blanca es un clásico: transparente, floral y afrutado con características notas de vainilla, almendra y coco. Al igual que el Carta Oro, dorado por su añejamiento en barricas de roble, que ofrece una fusión aromática y sabores a caramelo, vainilla, almendras tostadas y cáscara de naranja; no empalaga, pero si endulza el paladar. Ideal para mezclar con cola, limón y mucho hielo.
Otra de las marcas más prestigiosas es la cubana Havana Club, que comenzó a elaborar ron en 1878. Este exponente ha contribuido a situar a su país entre los principales productores y exportadores de ron en el mundo. Dentro de su oferta se destaca el Añejo 3 Años, especialmente creado para elaborar mojitos. Es considerado la transición entre los rones blancos y los oscuros. Muy aromático, bien equilibrado y de ligero color ámbar. Otro para tener en cuenta de la firma es el Añejo Especial, madura doblemente hasta 5 años hasta crear el ron perfecto para un auténtico Cuba Libre. No pasa desapercibido su profundo color dorado, su aroma especial y su sabor mesurado.
Los dos cócteles más populares
El mojito se prepara con 4 partes de ron blanco, 2 ramas de hierbabuena fresca, 1 toque de limón, 1 cucharada de azúcar y 6 partes de agua con gas más hielo picado. Machacar en un vaso highball las dos ramas de hierbabuena junto con el azúcar y el limón. Agregar hielo picado y el ron. Mezclar con una cuchara larga y terminar con el agua con gas. Decorar con rodajas de lima y hojas de hierbabuena fresca.
El daiquiri, en tanto, lleva 2 partes de ron blanco, 1 parte de jugo de lima recién exprimido y 2 cucharaditas colmadas de azúcar blanco (extrafino). Colocar todos los ingredientes en la coctelera, revolver hasta que se disuelva el azúcar. Luego llenar la coctelera con ½ hielo entero y ½ hielo triturado. Batir con fuerza hasta que se enfríe. Colar dos veces y servir en vaso de cóctel o copa alta previamente enfriados.
Para hacer un daiquiri de frutas (frutillas, mangos, duraznos, melón, entre otras), la receta es, en principio, la misma, lo único que cambia es que el mix es conveniente hacerlo en una licuadora para que la fruta se integre al resto de los ingredientes.