El trasplante realizado al famoso cantante debe servir para fomentar la conciencia colectiva para donar los órganos. Por Dr. Abel Lemiñ
[email protected] La noticia tiene atenta a toda la sociedad, el trasplante que le realizaron a Sandro da una esperanza de vida a un ídolo popular, lo que pareciera darle al hecho un valor agregado. Eso no debería ser así, pero la realidad marca que lo que le pasa a los famosos a la gente le pega más fuerte.Esa tendencia al conocido fenómeno del "cholulismo", tiene su lado algo negativo pero también usando esa debilidad de idealización de los artistas, deportistas, cantantes, podemos hacer hincapié en varias cosas que se desprenden de la cara visible y mediática de la noticia del trasplante que se le hizo al "gitano".Por ejemplo, pensar en el por qué se llegó a esta instancia de insuficiencia cardiopulmonar, que el ídolo sirva para ratificar que el tabaquismo es perjudicial para la salud, capaz de destruir arterias, corazón y pulmones a quien fuma, que no es un mero chisme sanitario y que sólo enferma al vecino de la vuelta, a ese al que no le van a cantar el cumpleaños feliz a la puerta de la casa ni le tiran prendas íntimas en signo de una admiración que en ese aspecto peca de absurda.También detrás de la noticia está el humanizar al artista, saberlo falible y con tantas debilidades como cualquiera, que la salud no entiende de idolatrías, que el cantante se destaca en su arte sobre los demás, pero es igual a quien lo aplaude, llora de emoción o grita abrazado a la histeria entre el anónimo público, porque la salud nos iguala, y la enfermedad lo ratifica.También la noticia, al ser Sandro, es como que es un trasplante más importante que otros y no es así, todo trasplante es igual de trascendente, pues en todos y cada uno de los trasplantados hay un ser humano sufriente que necesita de la solidaridad para recuperar la salud, para seguir viviendo.Sea cantando sobre un escenario, corriendo detrás de una pelota, trabajando en una oficina, sentado en un pupitre en algún colegio, en una cocina haciendo una rica torta, en cada persona que ha recibido un órgano, en todos ha ocurrido el milagro que únicamente el trasplante permite.La ciencia es parte de la noticia que parece no verse, la capacitación de cientos de profesionales que desde el anonimato se transforman en eslabones de la cadena de la vida no merece que Sandro sea el más importante de esta historia, ellos son los que lo hicieron en parte posible.Pero el centro de la noticia, la súper estrella de este milagro deviene de la decisión de la familia del donante, tomada en un momento de máximo dolor, envueltos en la tristeza extrema por la pérdida del ser querido, de ese joven que vio truncada su vida y que hoy renace en otros.Esa es la gran noticia, ellos, el donante y su familia son donde los millones de aplausos deben apuntar, donde la admiración debe centrar su foco, y si todo sale bien, y Sandro vive, y es más, si Sandro vuelve a cantar, cada hilo de su voz será un himno de agradecimiento para quien desde su prematuro final se convirtió en héroe, y ese donante estará con él en cada canción, mientras miles de personas le brindarán tal vez sin darse cuenta, la ovación que ese joven y su familia realmente se merecen.