Se gasta el parche de los tambores
Hemos concluido una semana intensa en el orden político. El dedo de los que mandan, los candidatos que aparecen y desaparecen, los manejos turbios de la política, tienden un manto de neblina que oculta o disimula intenciones u otros asuntos de mayor trascendencia. Mario Alarcón Muñiz A principios de la semana anterior reapareció en la agenda del gobierno el proyecto del puente Paraná-Santa Fe. No está mal. El túnel subfluvial cumplió 45 años en diciembre. Si bien se encuentra en excelentes condiciones, el constante aumento de la circulación de vehículos obliga a suponer que en un futuro no lejano ese solo viaducto entre ambas capitales será insuficiente.Del puente se viene hablando desde hace tiempo. En diciembre de 2010 los gobernadores Urribarri y Binner firmaron un convenio para iniciar los estudios de la obra. Un año más tarde el mandatario santafesino concluyó su mandato. El 25 de junio de 2013, día del bicentenario de la villa del Paraná, se firmó otro acuerdo referido al mismo proyecto, esta vez entre los gobernadores Urribarri y Bonfatti, pero con un aporte significativo: ese día la presidenta de la Nación agregó su rúbrica al documento.En definitiva, entre el primer acuerdo y la reaparición del tema, el lunes 8, pasaron tres años y medio. Y todavía no hay nada. En estos casos no viene mal echarle un vistazo a la historia.El tratado interprovincial (sin intervención de la Nación) para construir el túnel subfluvial, fue firmado el 15 de junio de 1960 por los gobernadores Uranga y Sylvestre Begnis. Tras la licitación internacional y el proceso de adjudicación -cuya complejidad es fácil de suponer pues en Sud América era el primer proyecto de esas características- las obras se iniciaron en febrero de 1962. Es decir 20 meses después del acuerdo.La construcción del túnel demandó 7 años y 10 meses, menos tiempo del que le ha llevado a varios gobiernos contemporáneos concluir el acceso Norte a Paraná.(10 km). Eso sí, todos se prendieron inaugurando un pedacito cada uno, siempre en vísperas electorales. Aún resta un tramo, pero nadie está en condiciones de pronosticar la nueva fecha de inauguración. Algo habrá que inaugurar Antes de octubre se intentará, aunque sea parcialmente, poner en escena el nuevo hospital de Paraná, obra demorada en exceso, financiada con fondos del PAMI. El gobernador anunció la construcción en octubre de 2008, luego del conflicto con el campo, tras haber asistido en La Matanza a un acto de la Presidenta. Estimó entonces Urribarri que la construcción se iniciaría en 2009, de modo que estuviera finalizada en el año del Bicentenario. Nada por aquí, nada por allá. Pasó el tiempo y las obras comenzaron oficialmente recién el 21 de setiembre de 2011 (antes de las elecciones de ese año, claro) con el compromiso de concluirlas en 24 meses.Al cumplirse el plazo en setiembre de 2013, se anunció en un informe oficial del 23 de octubre de ese año que "para mitad de 2014 estará terminado el hospital".Sin embargo, el 31 de julio de ese año otra versión oficial estimó en un 60% el avance de la obra. "Se piensa terminar a fines de junio (de 2015) pero antes de esa fecha se podrán habilitar los consultorios externos", declaró entonces una autorizada funcionaria de Arquitectura. Con este pronóstico coincidió el gobernador: "Estará terminado en junio", aseguró el 27 de octubre de 2014. Pero ya habían pasado seis años desde el primer anuncio, luego del acto de La Matanza. Ahora contamos siete. Y junio ya llegó. Gualeguaychú y otros casosNo es muy distinto el tema del nuevo hospital de Gualeguaychú, del que el ex gobernador Busti venía hablando desde hace diez años. En 2008 la Presidenta anunció su construcción. "Será la obra del siglo", se ufanó Urribarri durante su visita a la ciudad el 5 de junio de 2009, menospreciando un pequeño detalle: al siglo le restaban todavía 91 años.A fines de 2009 se adjudicó la obra para terminarla en 30 meses, es decir en julio de 2012.Recién hoy se avizora el final, aún sin fecha. En enero pasado un informe oficial calculó "el avance de la obra en un 80%" y estimó su terminación "para el segundo semestre de este año". Si así resultara la construcción habrá demorado casi seis años. Vale decir bastante más del doble del tiempo comprometido.No se cuestionan estas obras, desde luego, sino su frecuente uso político, la mentira de los plazos y la ineficiencia del aparato estatal. Desde que se proyectaron ambos hospitales, los proyectos han servido para tres campañas electorales, además de la presente. Decenas de discursos, declaraciones, fotos. Tachín, tachín, el deporte preferido.Las obras, de todos modos, concluirán algún día. Es probable que ocurra lo mismo -vaya uno a saber cuándo- con la autovía 18 (Concordia-Paraná) iniciada con la presencia de la Presidenta en la campaña electoral de 2011 para habilitarse a fines de 2014. Hay tierra removida en casi todo el trayecto, unos pocos kilómetros de suelo compactado, algunas alcantarillas y no mucho más.De hecho esto no sucederá con las autovías a Diamante y Crespo, anunciadas por Urribarri el 24 de abril de 2013. No hay nada. No se ha movido una palada de tierra. "Estarán terminadas para el final de mi mandato", dijo entonces. Al mandato le restan 5 meses y medio.Lo mismo sucede con el ferrocarril, cuya reactivación fue anunciada reiteradamente. "Esto sale o sale", dijo el gobernador el 28 de febrero de 2010 acerca del ramal Concordia-Chajarí. La espera lleva cinco años y medio.Para reconstruir el ramal Paraná-Federal la Nación asignó 42 millones de pesos en mayo de 2010. Nada por aquí, nada por allá. ¿Y los 42 millones?Paraná aguarda el Centro Multieventos para 2.500 personas, cuya adjudicación se anunció hace más de un año. Sólo se sabe de dibujos y declaraciones.No hace falta recordar la fábrica de cosechadoras de Concepción del Uruguay, ni el fantasioso estadio de Paraná, porque ya es demasiado, aunque hay más ejemplos de tambores con parche gastado.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios