Señales argentinas desde la ONU

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó esta semana de la Asamblea anual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Gustavo Smith*opinión En el marco de esta reunión anual los presidentes, primeros ministros y jefes de gobierno de casi todos los países del mundo se dan cita en la sede del organismo para alcanzar acuerdos y definiciones multilaterales que permitan una gestión pacífica de las problemáticas del sistema internacional.Este año la crisis siria, el espionaje norteamericano, cuestiones económicas y medioambientales e incluso el funcionamiento del Consejo de Seguridad fueron las temáticas elegidas por los presidentes para cada una de sus exposiciones.En general, los temas son abordados desde perspectivas globales pero también a partir de cómo cada uno de ellos impacta en la política domestica de cada Estado. Por esto mismo, suelen escucharse discursos en donde temas de agenda doméstica se entrelazan con los internacionales de manera permanente.En el caso argentino, las intervenciones de la presidenta en la Asamblea de la ONU han coincidido, como desde 2008 e incluso antes desde la asunción del presidente Néstor Kirchner, en una serie de temas recurrentes: reclamo a Gran Bretaña por el diálogo en torno al conflicto de las Islas Malvinas alentado desde 1965 por la misma ONU.En este sentido, no existe prácticamente foro mundial en el cual la Argentina no ofrezca esta postura firme, acompañada por el resto de los países de América Latina.Asimismo, Argentina ha impulsado de manera sostenida un cambio en la organización económica y financiera internacional, incluso de sus organismos más importantes como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM), condenando sus recetas aplicadas actualmente en Europa y anteriormente en América Latina, que han llevado a crisis sociales sin precedentes en la historia contemporánea.Ya sea en la ONU como en el G 20 ha sido sistemática la denuncia por parte de nuestro país de los problemas que acarrean el seguimiento irrestricto de las medidas sugeridas por estos organismos financieros de crédito en cada uno de los países donde sus políticas fueron aplicadas. También, el planteo sobre el respeto a los derechos humanos es permanente en la posición argentina.En esta 68ª Asamblea General de la ONU, la postura argentina no fue una excepción y a los temas históricamente planteados se sumaron tanto un llamado a la paz por el conflicto en Siria y la responsabilidad de la comunidad internacional -y particularmente de Estados Unidos- en las decisiones a tomar, como también una demanda al gobierno iraní por una definición respecto al tratado ofrecido por Argentina para destrabar la causa por el atentado a la AMIA.En este sentido, desde hace cuatro años Argentina pretende comenzar los juicios por el atentado de 1994 a la mutual judía que tiene a ciudadanos iraníes como sus principales acusados, por lo cual el gobierno ha ofrecido a partir de diferentes ofertas e instancias morigerar la reticencia iraní en el tema. Reforma de la ONUDe la misma manera, nuestra Presidenta se refirió a la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, un instrumento que tiene como integrantes a solo cinco países de manera permanente y con poder de veto (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) por sobre la resoluciones de la Asamblea general de modo que la presidenta solicitó una urgente modificación de su funcionamiento ampliando su participación y consenso a una mayor cantidad de países del mundo.Por último la Argentina hizo mención a temas económicos sensibles como la actuación de los fondos buitre, el pago de las deudas y el rol de los organismos de créditos internacionales como cómplices del vaciamiento a los emergentes.La presidenta sostuvo que Argentina y estos países aparecen como víctima de los lobbistas y las calificadoras de riesgo, solicitando una vez más la regulación general del mercado financiero internacional en pos de una normativa global para una gobernanza mundial respetando las soberanías en temas económicos y financieros internacionales.En suma, si bien hay muchos cuestionamientos sobre estos encuentros, planteando que muchas veces son puestas en escena donde no se resuelven temas de fondo, vale decir que allí se ofrece un panorama claro de la visión de cada región y, particularmente, de cada país sobre el acontecer mundial.En ese sentido, por primera vez en mucho tiempo desde hace una década la Argentina ofrece al mundo un criterio sin ambivalencias ni concesiones sobre temas que hacen a una búsqueda de un mundo más igualitario, justo, pacífico y respetuoso de las soberanías. * Lic. en Relaciones Internacionales del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
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