Signos de evidente estrechez económica
La AFIP acaba de lanzar una amplia moratoria y algo parecido se apresta a instrumentar la provincia de Buenos Aires. Las razones detrás de las medidas difieren según quien las formule.Las facilidades de pago generalizadas son para asistir a los contribuyentes morosos, se atajan los recaudadores, dando a entender que de esta manera el Estado sale en auxilio de contribuyentes y empresas en problemas.En realidad la medida, dicen otros, es una apuesta oficial para tratar de mejorar la recaudación, ante el creciente déficit fiscal. Es una salida desesperada, por tanto, ante un Estado que se revela insolvente.Como sea, más allá de los argumentos que se esgriman, una cosa es cierta: la moratoria es un síntoma de desaceleración de la economía, la cual hace por lo menos un año exhibe un desempeño mediocre.Porque si el Estado tiene que salir a tomar una "medida anticíclica", como calificó a la moratoria el jefe de la AFIP Ricardo Etchegaray, es porque el sector privado no la está pasando bien, y de hecho estaría dejando de pagar impuestos.Y en la hipótesis de que el Estado haya salido de esta manera a levantar la recaudación, para achicar un déficit fiscal creciente, se deduce que la economía real ya no puede financiar como antes el gasto estatal.Cualquiera de los dos escenarios describe un cuadro de estrechez general, que incluso estaría impactando en la menor creación del empleo. De hecho algunas encuestas indican que el temor a perder el trabajo se ha instalado como preocupación entre los argentinos.Varios especialistas que no comulgan con el diagnóstico del gobierno nacional, coinciden en señalar que tras una década de crecimiento a tasas chinas, Argentina entró desde hace un tiempo en estanflación.Así describe la ciencia económica a una situación en la que a una inflación elevada se le suma un estancamiento del crecimiento económico. Una moratoria como la lanzada por la AFIP, que estipula un plazo de hasta 10 años para saldar impuestos impagos, a un interés del 1,35% mensual, en un contexto de inflación alta, podría implicar una licuación de la deuda original.Se trata de una medida que levanta polémica entre los tributaristas, la mayoría de los cuales la ven como "inequitativa" para los que pagan en forma puntual sus obligaciones.Uno de ellos, Eugenio de Mayolas, dijo que la iniciativa es particularmente injusta con "aquellos que han tenido que salir al mercado crediticio para hacerse de recursos y poder afrontar con esos fondos sus obligaciones pagando tasas, por cierto, muy superiores a la que se les ofrece a los que no han cumplido con sus impuestos".César Litvin, en tanto, consideró que si bien "es un plan muy conveniente porque genera un alivio financiero impresionante", debería complementarse con un "premio" en el marco legal a quienes cumplen en forma regular.No debe perderse de vista, por lo demás, que estos planes de facilidades de pago generalizados -que otras jurisdicciones provinciales quizá empiecen también a implementar- se suelen utilizar frente a contextos de crisis severas.¿Acaso Argentina está en una coyuntura de emergencia? Si ése fuese el caso, si efectivamente hay una crisis, ¿como se explica el tono triunfalista en el discurso económico del gobierno?Si todo marchase bien, como dan a entender los funcionarios, no se entiende que existan tantos morosos, a quienes se los tenga que asistir con una "medida anticíclica", según la expresión del jefe de la AFIP
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