Sin autoabastecimiento perdemos todos
:format(webp):quality(40)/https://eldiacdn.eleco.com.ar/adjuntos/240/imagenes/000/553/0000553083.jpg)
En estos días en los que se debate un nuevo proyecto de Ley de Hidrocarburos, se repiten en los medios una y otra vez palabras como petróleo y gas no convencional, fracturación hidráulica, crisis energética y autoabastecimiento. Pero, ¿qué es lo que realmente está en juego? Por Ernesto GallegosOpinión Argentina ha tenido una larguísima tradición (de más de un siglo) en la explotación de petróleo y gas para cubrir su demanda energética, que con el correr de las décadas, el avance tecnológico y social, fue aumentando progresivamente. Durante el proceso neoliberal que llevó a la explosión de 2001, la actividad extractiva fue mermando en volumen de la mano de una desinversión sostenida. Esto se tradujo en un declino en la producción de petróleo y gas que parecía irreversible hasta la irrupción de un proyecto novedoso como es la explotación de hidrocarburos no convencionales, liderada por YPF. Para clarificar esto en números, hoy en día con el proyecto de explotar los recursos de Vaca Muerta aun en una etapa incipiente, nuestro país debe importar gas natural licuado por un monto estimado en 15.000 millones de dólares al año. Esto tiene una consecuencia directa en la economía local, en la capacidad de crecimiento del sector productivo y en la disponibilidad de divisas, entre otras variables que afectan la vida diaria de todos nosotros.Desde la recuperación de YPF y el reordenamiento de las políticas públicas relacionadas con lo energético y especialmente con la producción de petróleo y gas, se puede hablar de un cambio de paradigma notable. Esta primera etapa que podría enmarcarse en el bienio 2012-2014 se estará cerrando con una producción en los yacimientos de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta (donde operan principalmente YPF y Chevron, además de esfuerzos a nivel exploratorio por parte de la mayoría de las petroleras con presencia en Argentina) del orden de los 30.000 barriles equivalentes de petróleo en unos 300 pozos. En el mediano plazo, digamos de aquí a cinco años, si se materializan las expectativas de los analistas y de las propias empresas, alcanzaríamos los primeros miles de pozos perforados, produciendo masivamente petróleo y gas no convencional en nuestro territorio. Vale la pena aclarar que ese nivel de producción y perforación de pozos, en este tipo de yacimientos, con la complejidad que implican, hasta hoy sólo se realiza en Estados Unidos. Dentro del grupo de países que está intentando imitar el exitoso modelo estadounidense de la última década, Argentina tiene todos los elementos disponibles para destacarse y lograrlo.Ahora, nos podríamos plantear también el escenario opuesto: ¿Hacia dónde iría Argentina si no explotara estos recursos? Evidentemente la economía ha crecido en los últimos doce años hasta un punto límite sobre el cual no puede superarse mientras no aumente la disponibilidad energética. Y esto sería en el mejor de los casos, porque mientras las reservas de hidrocarburos convencionales se vayan agotando, el nivel de importación de energía tendería necesariamente a aumentar. Si la disponibilidad de energía escaseara aún más, esto tendría un impacto directo en el nivel de empleo y nos alejaría por completo de cualquier intento de industrialización de la matriz productiva.El autoabastecimiento energético en Argentina parece una quimera si evaluamos la producción del sector en los últimos diez o quince años, pero la posibilidad que nos alcanza el descubrimiento y la puesta en producción de los recursos no convencionales podría cambiar ese panorama. Y esta posibilidad, si se concreta o no, no es una variable sutil: podría ser la diferencia entre dos destinos diametralmente opuestos para nuestro país en el futuro no muy lejano. *Geólogo y docente de la UBA y la UNAJ
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios


