Tener 40 años podría ser una ventaja laboral
En algún momento aspirar a un puesto de trabajo con 45 años era considerado quimérico. Hoy esta creencia cede ante una tendencia empresaria que estaría revalorizando la experiencia.No se trata de una mudanza laboral radical ni mucho menos. Las estadísticas certifican que en Argentina son todavía muchas las personas mayores de 45 años que están desocupadas.Se estima que llegan al medio millón en el país. Pero según refleja el artículo de Evangelina Himitian, aparecido recientemente en La Nación, todo indica que hay vida laboral después de esa edad.Allí se hace constar que varias empresas importantes que operan en Argentina (como Walmart, McDonald's, Hoyts, Neverland, DirecTV, Village y Arredo, entre otras) han cambiado su estrategia de selección de personal.Si antes el valor de la juventud hacía la diferencia, ahora las compañías han descubierto que una persona por sobre los 40 años tiene más formación, mayor background para atender a los clientes y, por sobre todo, otro compromiso con la empresa."Hay un nuevo paradigma: las empresas se están dando cuenta del valor de la gente más grande como complemento de los jóvenes y comienzan a busca un ambiente multigeneracional", refiere Tomás Olivieri, que dirige un programa de reinserción laboral para personas mayores de 45 años, en la ONG Diagonal."Hoy, una persona de 22 años tiene una duración de entre seis y ocho meses en una empresa. Los jóvenes rotan, se mueven. En cambio, loa adultos buscan estabilidad", apuntó.A propósito, no hace mucho se conoció la estadística según la cual más del 65% de los jóvenes argentinos abandona su puesto de trabajo antes del primer año, de acuerdo a una investigación realizada por el Centro de Estudios de Políticas Públicas (CEEP).Una de las razones de la fallida experiencia laboral de jóvenes de entre 18 y 24 años tiene que ver con que no están educados para la exigencia de un trabajo.Gustavo Iaies, director del CEPP, lo describe así: "Hoy los jóvenes tienen una dificultad para adaptarse a determinadas reglas que imponen las empresas. Creen que se puede negociar todo como si cada puesto de trabajo hubiera empezado con ellos"."Ya no apuestan a una cultura del trabajo, es decir, esforzarse hoy para conseguir una gratificación el día de mañana. Buscan la gratificación inmediata, y esto tiene que ver con la historia de muchos de sus padres. Ven que con aquel viejo perfil de trabajador no consiguieron progresar", es una de las conclusiones del investigador.Si es cierto, por tanto, que los jóvenes buscan crecimiento explosivo -y eso puede significar que, tras capacitarse para un puesto, no tengan problema en renunciar y pasarse a trabajar en las filas de la competencia- , muchas empresas valoran la estabilidad.La cadena de cine Hoyts publicó una convocatoria sugerente: "Cine Hoyts busca mamás, tías y abuelas para trabajar en sus diez cines de la Argentina". Para poder postularse había que ser mujer y tener entre 50 y 64 años y no se requerían conocimientos ni experiencia.La convocatoria fue masiva: se acercaron 5.000 mujeres, aunque finalmente se contrataron a 40, quienes hoy venden entradas en los complejos que tiene la cadena en distintas partes del país.Del lado de los intereses empresarios contratar a alguien que superó los 45 años permite, por otro lado, reducir los gastos de selección de personal y capacitación.Puede acceder a una persona ya formada, que en lugar de rotar en puestos, genera alrededor de él grupos de trabajo, ya que está en condiciones incluso de capacitar a empleados más jóvenes.
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