Tiempos de ajuste
El ministro de Economía de Entre Ríos, Diego Valiero, en diálogo con Radio Cero, no disimuló la estrechez presupuestaria por la que atraviesa el Estado, en un contexto de crisis de la actividad económica.o
Señaló que el Estado entrerriano sufre un doble embate por el lado de los ingresos: caída de la coparticipación nacional y menor recaudación de impuestos propios.
La malaria, dijo, también le pega a los municipios, quienes ya están recibiendo menos en el reparto de los recursos coparticipables. Conclusión: todo el sector público provincial entró en un severo proceso de ajuste.
Paralelamente, la oposición alertó sobre que es posible que el Estado provincial se vea obligado a emitir bonos para financiar sus gastos. La sola mención de este instrumento ha puesto los pelos de punta a más de uno.
Y no es para menos: todavía está fresco en la memoria de los entrerrianos el daño ocasionado por los Federales, las letras provinciales que lanzó la última administración radical.
El problema entonces fue que esas letras se utilizaron no sólo para pagar a proveedores sino para hacer frente al pago de sueldos, introduciendo la "cuasi moneda" en todas las transacciones.
La consecuencia fue que a los agentes económicos –empresas y familias- se les transfirió la insolvencia del Estado a través de papeles que no valían nada, generando ruina económica y quiebre de la paz social.
No parece que esta experiencia nefasta vuelva a repetirse, porque no hay razones fiscales para ello, al margen de que la última reforma de la Carta Magna prohíbe que se emitan bonos para financiar "gastos corrientes".
Sin embargo, hay que estar atentos. La prosperidad de los últimos años parece haber desaparecido, situación agravada por la quiebra de la economía mundial.
Nadie está en condiciones hoy de prever nada. Ni siquiera el presidente de la máxima potencia mundial, Barak Obama, para quien el capitalismo sufre su peor crisis desde la Gran Depresión.
El dato es que los ingresos del Estado caen porque la economía cae. Entre Ríos no escapa, ni mucho menos, al fenómeno. Y éste es el mensaje que acaba de transmitir el Ministro de Economía.
En este contexto, hay un recrudecimiento de la puja distributiva en la sociedad. Chacareros, comerciantes e industriales ven perder rentabilidad en sus negocios, y los trabajadores temen por sus ingresos y empleos.
Los empleados públicos en Entre Ríos, quienes tienen garantizados por ley sus empleos, presionan por aumentos de sueldos, los cuales han perdido poder adquisitivo ante la inflación.
El gremio de los maestros, concretamente, amenaza con no iniciar las clases si no se les recompone su salario. Pero no sólo ellos reclaman: también están los otros empleados públicos (enfermeros, policías y demás agentes).
Por las dudas, el ministro Valiero, que conoce como nadie las limitantes presupuestarias de la administración provincial, ya abrió el paraguas. "La discusión salarial está en stand by", le dijo a Radio Cero.
Y aclaró: "Pero con los números actuales –y esto no se modifica en el corto plazo- no podemos pensar que se puede instrumentar un incremento. Si nos comprometemos a ello, ¿de qué lugar se sacan los fondos? ¿a quién le voy a cobrar un impuesto?".
Como se ve, el 2009 se presenta más que complicado. Las finanzas del Estado, al parecer, no podrán satisfacer las demandas salariales de los empleados.
El ajuste es irreversible y la clave política pasará por lograr repartir su carga de la manera más equitativa posible.
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