Turismo, palanca del desarrollo entrerriano
Aunque hoy Entre Ríos aparece como un destino turístico nacional reconocido, cabe recordar que su ingreso a esta actividad fue tardío, y coincidió con la ruptura del aislamiento crónico del territorio.El turismo se sitúa actualmente como la quinta actividad generadora de recursos económicos, con una participación del 10% en el producto bruto geográfico provincial.Se calcula que 3 de cada 10 puestos de trabajo están directamente vinculados al turismo y 5 si se considera la actividad secundaria ligada al sector. Conclusión: se está ante una formidable palanca de desarrollo económico y social.Se podría decir que Entre Ríos se ganó un lugar en las principales plazas turísticas del país, toda vez que el territorio captura una importante tajada de la torta del turismo interno de la Argentina.Al margen de la cuenta de ingresos de divisas, de la fuente de plusvalía que significa para la economía provincial, otro aspecto que revela la consolidación del sector es su notable diversificación.A los productos turísticos tradicionales -como playas, fiestas, pesca deportiva, historia y cultura y casinos- se fueron agregando el último tiempo el turismo rural, termal y el turismo de aventura.El otro dato crucial es que, en el contexto del país, el turismo en Entre Ríos tuvo un origen tardío. En pocas décadas realizó importantes avances, como consecuencia sobre todo de mejorar sustancialmente la accesibilidad al territorio.Las características geográficas de la provincia, separada del resto del país por el río Paraná, produjeron un marcado aislamiento que se extendió hasta fines de la década de 1960, en que tienen su origen las grandes obras de infraestructura vial que facilitaron su integración.Si bien en la década de 1950 en varias ciudades costeras ya se habían habilitados balnearios, el arribo de turistas era muy escaso debido a las limitaciones en los accesos a la provincia.La inauguración del Túnel Subfluvial, primera obra vial que integró la provincia con Santa Fe, y por esta vía con el resto del país, se concretó en 1969. La pavimentación de algunas rutas troncales y la construcción de puentes, impulsaron luego decididamente el turismo.Estas obras optimizaron la conectividad de Entre Ríos, integrándola al territorio argentino así como a los países limítrofes, acontecimientos que favorecieron los desplazamientos turísticos.En 1975 se inauguró el puente José G. Artigas que conectó Colón (Entre Ríos) con Paysandú (República Oriental del Uruguay - ROU). El puente Gral. San Martín, que unió Puerto Unzué (Entre Ríos) con Fray Bentos (ROU), es de 1976.En 1978 se produce la apertura del complejo ferrovial Bartolomé Mitre-Justo J. de Urquiza, que conectó Brazo Largo (Entre Ríos) con Zárate (Buenos Aires. En tanto que en 1980 Concordia (Entre Ríos) se vinculó con Salto (ROU) a través del puente ferrovial internacional Salto Grande.La más reciente obra de integración regional se concretó en 2003, con el enlace vial Nuestra Señora del Rosario, que unió a la ciudad de Victoria (Entre Ríos) con Rosario (Santa Fe).Paralelamente, Entre Ríos se vio beneficiada con el trazado de las rutas nacionales 12 y 14 que estructuraron la región mesopotámica de sur a norte, una recostada sobre el río Paraná y la otra, sobre el río Uruguay.Estas formas de comunicación, al romper el aislamiento entrerriano, crearon las condiciones para el arribo de turistas, y la consolidación de un sector dinámico de la economía provincial.
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