Twitter, un invento que refleja la época
¿La consagración de lo breve? ¿Un mecanismo sublime de distracción? ¿Una ventana a las vidas ajenas? Twitter, la última vuelta de tuerca de la sociedad interactiva, es un fenómeno comunicacional popular cuya lógica sintoniza con la época.Cada día más gente, de la más variada extracción sociocultural, se comunica sin intermediarios a través de esta red. Según datos de ComScore Argentina, en julio nuestro país contaba con 2.669.000 tuiteros.Argentina ocupa el cuarto puesto en el ranking de penetración dentro de América Latina, sólo superado por Brasil, México y Colombia. Aquí, hombres y mujeres la utilizan casi en la misma proporción.Con respecto a los rangos etarios abundan los jóvenes de entre 15 y 24 años, y su uso decrece entre las personas mayores. ¿Pero qué es Twitter? Una definición de manual habla de una aplicación web gratuita de microblogging que reúne las ventajas de los blogs, las redes sociales y la mensajería instantánea.Esta nueva forma de comunicación, permite a sus usuarios estar en contacto en tiempo real con personas de su interés a través de mensajes breves de texto a los que se denomina updates (actualizaciones) o tweets, que responden a esta sencilla pregunta: ¿Qué estás haciendo?Tres serían los elementos que potencian a este medio. Uno es la brevedad: hay que decir todo en no más de 140 caracteres. Otro, que las cosas se cuentan en tiempo real. Y el tercero: se trata de un medio abierto y transparente.Comparado con Facebook, donde las puertas están más cerradas, en Twitter lo que uno escribe puede ser leído casi por todos. Además, más que establecer relación con los amigos del pasado, se establece contacto con quienes uno siente afinidad en el presente.Como todos los productos de la cultura digital, el medio no se escapa de la pregunta acerca de sus efectos cognitivos. En el plano del lenguaje, el presidente de la Academia de Letras, Pedro Barcia, viene llamando la atención sobre los destrozos en la expresión que pueden cometerse al querer armar un mensaje de 140 caracteres.¿Qué pasa con los usuarios de Twitter? Uno de ellos, el emprendedor Santiago Bilinkis, no tiene reparos en afirmar que más allá del deseo de estar informado, le fascina el "poderoso atractivo de lo vacuo y lo superficial".Hay algo, dice, mucho más adictivo que las noticias. Son las "pequeñas ventanitas a las vidas ajenas, a reflexiones pasajeras y juegos informales que resultan mínimas distracciones en dosis homeopáticas".De esta manera, argumenta, "Twitter machaca sin pausa sobre el resorte mental de la gratificación instantánea, y se genera una suerte de adicción a esta felicidad vacua, minúscula y efímera".Paralelamente, el medio "representa una inagotable fuente de distracción", lo que agudiza un rasgo de la cultura digital: la hiperestimulación cerebral. En tanto, ¿cómo describir la tweetosfera?Otro usuario, el filósofo Alejandro Rozitchner, habla al respecto de "caos multiforme, sin centro, un río de intervenciones de todo tipo que no para jamás", donde es imposible establecer un "uso correcto".En tiempos como los actuales donde la instantaneidad y la velocidad son atributos valorados, el filósofo cree que esta red de microblogging es una manifestación ostensible de la época en que vivimos."No es la causa de nuestros problemas de concentración y nuestra preferencia por la extrema brevedad, sino resultado de ella. Pero como en todo contexto complejo, Twitter retroalimenta el problema que le da origen, haciéndose a la vez causa y consecuencia", concluye.
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