Un desarrollo sin futuro…

Los nuevos escenarios en el mundo han cambiado de paradigma; más aún, han cambiado las preguntas mucho más que las respuestas. Por Dr. Raúl Arellano Como el futuro no se puede predecir hay que imaginarlo o en todo caso crearlo a partir de algunas acciones concretas que hagamos hoy. Porque el futuro no será lo que suceda sino lo que seamos capaces de hacer hoy para que suceda.Gualeguaychú está en una encrucijada porque no está haciendo bien las cosas y esto no es gratis; sobre todo en materia de impacto ambiental. Quizás porque no se ha tomado debida conciencia, porque las instituciones intermedias están todas en una profunda crisis institucional y sobre todo porque los dirigentes en general no están a la altura de las circunstancias y esto es muy preocupante.Estamos a la deriva como esperando un milagro y este no llega.Me dio mucha tristeza e impotencia ver en tapas de los diarios locales que los efluentes industriales del Parque Industrial contaminan conforme a ciertos estudios y afectan directa e indirectamente la salud de los habitantes.Nuestro querido Francisco ha aclamado e implorado sobre un desarrollo sustentable con un eco relativo.No hay desarrollo sin industrias, ni industrias sin Estado¿Cuánto vale un Parque Industrial, un espacio verde o una plaza si el fantasma de la contaminación; por haber descuidado los recursos naturales; acecha, sobrevuela y afecta nuestro estilo de vida?Qué futuro le espera a todo emprendimiento que no tenga en cuenta la importancia que adquieren las tierras, las aguas y el aire si están viciados productos de una falta de políticas públicas que permiten que algunas radicaciones desconsideren el impacto ambiental y sus consecuencias.El medio ambiente merece ser una política de Estado de manera urgente para priorizar su tratamiento.Y la responsabilidad social ¿Dónde está? ¿Existe?No se trata de definir una ecuación económica (costo/beneficio) sino que se trata de una cuestión cultural, filosófica y ética y esto no es poco.El desarrollo de hoy es sustentable o no es nada; dicho de otra manera; consiste en consensuar armónicamente el aspecto ambiental junto a la sociedad y su cultura y un orden económico razonable. De eso se trata.Resulta poco menos que inadmisible que transitando el siglo XXI cierta dirigencia local no se preocupe y mucho menos se ocupe de poner en prácticas medidas preventivas, serias y con cierta rigurosidad científica que permitan tratar y/o resolver este flagelo que nos tiene a todos el vilo.Los efectos no deseados son múltiples; se activan viejas nuevas enfermedades que arrojan estadísticas alarmantes, ponen en juego numerosos puestos de trabajo presentes y futuros, nos aíslan de mundo, cambia el humor de su gente, etc.Hay dirigentes que administran para el regreso y no para el progreso y deben revisar su misión en carácter urgente.¿Qué inversor estaría dispuesto a invertir en una geografía poco saludable y con serios problemas ambientales?La licencia social se ha tornado un recurso estratégico para el mercado.La comunidad no puede ni debe permanecer ajena a esta problemática que nos alcanza a todos cualquiera sea su color político. La contaminación y sus efectos hace tiempo que dejo de ser de izquierda o de derecha; va mucho más allá de lo ideológico.Sea el Estado, las entidades intermedias comprometidas, los partidos políticos y sobre todo la comunidad viva debieran levantar una vez más las banderas de la dignidad y de la libertad para garantizar una mejor calidad de vida.¡Aquí y ahora! es el reto, porque se nos va la vida en esto. Mañana puede ser tarde.Por fin y por últimoPara que nuestros mayores no nos imputen que no hicimos lo suficiente y nuestros hijosEstán todos invitados.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios