Un puñado de senadores rebeldes hizo bajar a Kirchner del avión
Con un pie en la escalerilla del avión que lo llevaría junto a su mujer a Estados Unidos, Néstor Kirchner dio marcha atrás. Es que las noticias que empezaron a llegarle desde el Senado de la Nación no eran las mejores. Un conato de rebeldes legisladores oficialistas se propuso poner en jaque su pelea final y el objetivo de largo plazo que lo guía: extender la hegemonía kirchnerista.
Por Jorge Barroetaveña
De la redacción de El Día de GualeguaySi la votación de la nueva Ley de Medios Audiovisuales en la Cámara de Diputados de la Nación se pareció a una comedia para el oficialismo, lo del Senado amaga con ser un drama. Es que, si bien la molesta presencia del Vicepresidente Julio Cobos pudo ser aventada, nada le asegura al peronismo contar hoy con los votos suficientes para conseguir la aprobación y menos que la ley salga tal como llegó de Diputados. En ese hipotético caso, el proyecto deberá volver a la Cámara Baja y sólo con los dos tercios de los votos podrán insistir con la aprobación original.El jueves, con un marco diferente al vivido en Diputados, los legisladores de todos los partidos pudieron interpelar a Gabriel Mariotto, interventor del Comfer, sobre los alcances de la iniciativa y los puntos en discusión. Mariotto al menos, y es rescatable, defendió como pudo el proyecto oficial, aunque se quedó corto en algunas respuestas. La escena lejos estuvo de la semana pasada cuando las barras kirchneristas festejaban sus respuestas y chiflaban a los opositores.Hay dos puntos en la ley que son los que más inquietan a los legisladores oficialistas, entre ellos a Guillermo Jenefes, un hombre que podría ser clave en esta historia. El jujeño es el presidente de la Comisión de Comunicaciones y Libertad de Expresión y conoce a fondo el tema. Jenefes proviene de una familia de prosapia en Jujuy poseedora de varios medios de comunicación aunque, él mismo lo aclaró, no se vería afectado por la nueva ley ni se estaría obligado a enajenar sus bienes. Igual, ya le anticipó a José Pampuro que quiere un debate amplio y fue él quien presionó para que se respetar el acuerdo al que habían llegado con los senadores opositores el fin de semana pasado. Es que Pampuro, recordando las dotes que forjó como médico de Eduardo Duhalde, tuvo que hace malabarismos para llegar a un acuerdo con los bloques opositores. Cuando ya estaba todo abrochado, Néstor Kirchner desde Olivos y Cristina desde New York dieron la contraorden e hicieron naufragar el acuerdo. Sólo la obstinación de Jenefes puso contra las cuerdas a Pampuro que no tuvo más remedios que retroceder.El de Jenefes podría ser un voto clave en al menos tres de las cuatro comisiones que integra. Si bien en el oficialismo auguran que terminarán acordando con él, nadie se atreve a asegurarlo, sobre todo después de los votos que se filtraron el año pasado, en las postrimerías del rechazo a la Resolución 125. ¿Cómo es la historia? La estratégica Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión está compuesta por 7 oficialistas (Mario Colazo (Tierra del Fuego), Marina Riofrío (San Juan), Fabio Biancalani (Chaco), Liliana Fellner (Jujuy), Eduardo Torres (Misiones), Elida Vigo y Teresita Quintela (La Rioja). Hay 6 opositores claros que son dos de la UCR, Juan Carlos Marino (La Pampa), vicepresidente, Luís Naidenoff (Formosa), 3 del Grupo Federal: Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Roxana Latorre (Santa Fe), secretaria. Carlos Salazar (Tucumán) y 1 de la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro (Capital Federal). Así las cuentas cierran pero tanto Jenefes como Silvia Giusti (Chubut) que responde al gobernador Mario Das Neves están en duda. A la postre, estos dos votos podrían terminar siendo determinantes en el resultado final de la votación en comisión, impidiendo que la ley llegue al recinto.Pero si la historia está revuelta, el mismo Jenefes también integra la Comisión de Asuntos Constitucionales. Es extraño porque fue la Presidenta la que más férreamente se opuso a que la iniciativa fuera a parar a esa comisión. ¿Porqué es extraño? Porque estamos ante una ley que podría afectar derechos esenciales (contemplados justamente por la Carta Magna) como son el derecho de propiedad y el de libertad de expresión. En esa comisión el final de la novela podría ser de campanillas porque hay siete legisladores por lado y Jenefes sería el encargado de inclinar la balanza para uno u otro.El artículo que establece como plazo máximo para la desinversión un año es el que despierta mayores controversias y es, paradójicamente, el más relacionado con los grandes medios de comunicación. En esto, fue el propio Mariotto el que derrapó cuando admitió que, el famoso decreto de prórrogas de las licencias por 10 años para los canales de aire que firmó el ex Presidente Néstor Kirchner, fue a pedido de las mismas empresas. La contradicción, evidente, abre la puerta para un eventual reclamo contra el estado por derechos adquiridos y evidencia hasta dónde han cambiado las intenciones oficiales. El mismo gobierno que prorrogó licencias a esos monopolios, ahora esgrime esa condición para ordenar desguasarlos. Puede estar bien o mal, pero no hay dudas que es peligrosamente incoherente.La orden de Olivos es clara: el 7 de octubre la ley tiene que tratarse y debe ser aprobada sin modificaciones. A esta altura, los zapatos de Miguel Angel Pichetto, cuya cara la noche del voto 'no positivo' pasará a la historia, deberán hacerse de goma para cumplir semejante cometido.A puro embate, Néstor Kirchner consiguió después del revés electoral, retomar el control de la agenda. Se la impuso a la oposición, gambeteó los cuestionamientos a su liderazgo, logró que Scioli renuncie a sus sueños presidenciales, domó a gobernadores desesperados por sus déficits y ahora va por los medios de comunicación. El hombre que vino del sur está convencido que, con los medios a favor, podrá prorrogar la vida de su proyecto o, en el peor de los casos, extender su influencia sobre la política argentina. Se juega a todo o nada. El cielo o el infierno. Sin términos medios, como a él le gusta.
Por Jorge Barroetaveña
De la redacción de El Día de GualeguaySi la votación de la nueva Ley de Medios Audiovisuales en la Cámara de Diputados de la Nación se pareció a una comedia para el oficialismo, lo del Senado amaga con ser un drama. Es que, si bien la molesta presencia del Vicepresidente Julio Cobos pudo ser aventada, nada le asegura al peronismo contar hoy con los votos suficientes para conseguir la aprobación y menos que la ley salga tal como llegó de Diputados. En ese hipotético caso, el proyecto deberá volver a la Cámara Baja y sólo con los dos tercios de los votos podrán insistir con la aprobación original.El jueves, con un marco diferente al vivido en Diputados, los legisladores de todos los partidos pudieron interpelar a Gabriel Mariotto, interventor del Comfer, sobre los alcances de la iniciativa y los puntos en discusión. Mariotto al menos, y es rescatable, defendió como pudo el proyecto oficial, aunque se quedó corto en algunas respuestas. La escena lejos estuvo de la semana pasada cuando las barras kirchneristas festejaban sus respuestas y chiflaban a los opositores.Hay dos puntos en la ley que son los que más inquietan a los legisladores oficialistas, entre ellos a Guillermo Jenefes, un hombre que podría ser clave en esta historia. El jujeño es el presidente de la Comisión de Comunicaciones y Libertad de Expresión y conoce a fondo el tema. Jenefes proviene de una familia de prosapia en Jujuy poseedora de varios medios de comunicación aunque, él mismo lo aclaró, no se vería afectado por la nueva ley ni se estaría obligado a enajenar sus bienes. Igual, ya le anticipó a José Pampuro que quiere un debate amplio y fue él quien presionó para que se respetar el acuerdo al que habían llegado con los senadores opositores el fin de semana pasado. Es que Pampuro, recordando las dotes que forjó como médico de Eduardo Duhalde, tuvo que hace malabarismos para llegar a un acuerdo con los bloques opositores. Cuando ya estaba todo abrochado, Néstor Kirchner desde Olivos y Cristina desde New York dieron la contraorden e hicieron naufragar el acuerdo. Sólo la obstinación de Jenefes puso contra las cuerdas a Pampuro que no tuvo más remedios que retroceder.El de Jenefes podría ser un voto clave en al menos tres de las cuatro comisiones que integra. Si bien en el oficialismo auguran que terminarán acordando con él, nadie se atreve a asegurarlo, sobre todo después de los votos que se filtraron el año pasado, en las postrimerías del rechazo a la Resolución 125. ¿Cómo es la historia? La estratégica Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión está compuesta por 7 oficialistas (Mario Colazo (Tierra del Fuego), Marina Riofrío (San Juan), Fabio Biancalani (Chaco), Liliana Fellner (Jujuy), Eduardo Torres (Misiones), Elida Vigo y Teresita Quintela (La Rioja). Hay 6 opositores claros que son dos de la UCR, Juan Carlos Marino (La Pampa), vicepresidente, Luís Naidenoff (Formosa), 3 del Grupo Federal: Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Roxana Latorre (Santa Fe), secretaria. Carlos Salazar (Tucumán) y 1 de la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro (Capital Federal). Así las cuentas cierran pero tanto Jenefes como Silvia Giusti (Chubut) que responde al gobernador Mario Das Neves están en duda. A la postre, estos dos votos podrían terminar siendo determinantes en el resultado final de la votación en comisión, impidiendo que la ley llegue al recinto.Pero si la historia está revuelta, el mismo Jenefes también integra la Comisión de Asuntos Constitucionales. Es extraño porque fue la Presidenta la que más férreamente se opuso a que la iniciativa fuera a parar a esa comisión. ¿Porqué es extraño? Porque estamos ante una ley que podría afectar derechos esenciales (contemplados justamente por la Carta Magna) como son el derecho de propiedad y el de libertad de expresión. En esa comisión el final de la novela podría ser de campanillas porque hay siete legisladores por lado y Jenefes sería el encargado de inclinar la balanza para uno u otro.El artículo que establece como plazo máximo para la desinversión un año es el que despierta mayores controversias y es, paradójicamente, el más relacionado con los grandes medios de comunicación. En esto, fue el propio Mariotto el que derrapó cuando admitió que, el famoso decreto de prórrogas de las licencias por 10 años para los canales de aire que firmó el ex Presidente Néstor Kirchner, fue a pedido de las mismas empresas. La contradicción, evidente, abre la puerta para un eventual reclamo contra el estado por derechos adquiridos y evidencia hasta dónde han cambiado las intenciones oficiales. El mismo gobierno que prorrogó licencias a esos monopolios, ahora esgrime esa condición para ordenar desguasarlos. Puede estar bien o mal, pero no hay dudas que es peligrosamente incoherente.La orden de Olivos es clara: el 7 de octubre la ley tiene que tratarse y debe ser aprobada sin modificaciones. A esta altura, los zapatos de Miguel Angel Pichetto, cuya cara la noche del voto 'no positivo' pasará a la historia, deberán hacerse de goma para cumplir semejante cometido.A puro embate, Néstor Kirchner consiguió después del revés electoral, retomar el control de la agenda. Se la impuso a la oposición, gambeteó los cuestionamientos a su liderazgo, logró que Scioli renuncie a sus sueños presidenciales, domó a gobernadores desesperados por sus déficits y ahora va por los medios de comunicación. El hombre que vino del sur está convencido que, con los medios a favor, podrá prorrogar la vida de su proyecto o, en el peor de los casos, extender su influencia sobre la política argentina. Se juega a todo o nada. El cielo o el infierno. Sin términos medios, como a él le gusta.
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