OPINIÓN
Una muestra de irresponsabilidad: salir a andar en bicicleta durante la cuarentena

La postal es del lunes a la mañana, en la zona del Cementerio Norte. Eran dos ciclistas que venían haciendo ejercicios en bicicleta. Iban equipados con tecnología de entrenamiento y no tenían autorización para circular durante el aislamiento obligatorio.
A ver si se entiende: aislamiento obligatorio quiere decir que todos, salvos los que deben salir por necesidad primordial, deben quedarse en su casa si es que queremos frenar el brote de coronavirus. Y andar en bicicleta no es primordial; es más, ni siquiera es una necesidad en este contexto dominado por una pandemia mundial. Este escenario fue el que un cronista de este medio presenció en la zona del Cementerio Norte: una pareja circulaba por esa zona haciendo ejercicios en bicicleta. Ambos iban con equipamiento deportivo y seguían una rutina. El escenario fue obvio: no venían de hacer un mandado, atender una emergencia o cumpliendo una labor vital para que la sociedad se mantenga en funcionamiento. No, lo que hacían era motivado por el simple ocio y esparcimiento. El aislamiento social preventivo y obligatorio con motivo del coronavirus tiene un único fin: proteger la salud pública; y todo aquel que no la respeta no sólo se pone en riesgo de contraer el virus sino que además pone en riesgo a toda la sociedad, a toda la comunidad, y eso incluye a sus padre, hijos, hermanos, amigos, vecinos y desconocidos. En otras palabras, a todo aquel que forma parte de Gualeguaychú. El Estado, la oposición, las fuerzas de seguridad, los organismos públicos han tomado estas medidas que, increíblemente, ni siquiera son discutidas por nuestra maldita grieta. Pareciera como si por primera vez los argentinos nos unimos detrás de un mismo objetivo, que en este caso es el cuidado mutuo. Los médicos, enfermeros y todo aquel que sea parte del sistema de salud se están jugando la salud por tratar de ayudar a los enfermos, inclusive estos que terminaron contagiados por cometer una negligencia al no cumplir el aislamiento obligatorio. Porque a pesar de no haber actuado con responsabilidad, la sociedad no les soltará la mano. Si no respetamos el aislamiento, no estamos cuidando a nadie. La única vacuna contra el covid-19 es quedarnos cada uno en nuestras casas y procurar que cuando llegue el pico del brote no colapse el sistema de salud, lo que provocaría la pérdida de muchas vidas. Cuidémonos entre todos, y la única forma de hacer eso es quedándote en tu casa.
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