Una semana menos
Una gran pérdida para la política: Luis Brasesco. La industria entrerriana en ambiente saludable con el gobierno. Los consultores sin radar y dejando pistas. Por Esteban MontesEspecial para El Día No salió de la tibieza la semana recorrida por el arco político entrerriano; tal cual se marcaba hace unos días los cuarenta y pico de días que separan de las elecciones que definen cinco diputados y tres senadores nacionales, no logran tomar vuelo. Sólo pudo romper la inercia la noticia del fallecimiento del ex Senador Luis Agustín Brasesco; sin dudas la figura más prestigiosa con que contaba la Unión Cívica Radical, pero también un hombre importante en la vida política entrerriana. No fue casual que expresiones de todos los sectores agotaran los calificativos para un gran defensor de la democracia.Con su título de abogado supo poner nerviosos a los poderes constituidos, en tiempos de facto y de democracia también; fue blanco de atentados en su domicilio, uno de la tristemente célebre Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), además de ser un activo referente en la defensa de los derechos humanos ejerciendo la defensa de presos políticos.Una importante pérdida para la Unión Cívica Radical, pero también para los que entienden que la política es un espacio de construcción, con aciertos y errores, pero con voluntad superadora; a ése círculo pertenecía Brasesco.Unidos e industrializados: La Unión Industrial de Entre Ríos organizó su festejo por el 10° aniversario de su fundación, hace diez años en la Argentina no había problemas con el suministro de energía, tampoco había que hacer cola en las estaciones de servicios; un aire acondicionado, un TV de última generación o un lavarropas automático eran bienes suntuarios, destinados a minorías que aún en años difíciles mantenían su poder de compra. El consumo de gas no provocaba mayores inconvenientes a pesar del auge de autos alimentados a GNC, con un costo muy inferior a los combustibles líquidos; no se conocía por entonces la palabra "interrumpible" o "cupo", sobraba energía eléctrica para abastecer la degradada demanda industrial del país. No era poca cosa lo que había pasado en el país, corralito, crisis económica, social y política, caída de un gobierno, presidentes a término fijo y devastación. Había que ser muy guapo para pensar en la "Industria Argentina".Se patentaron en aquél "lejano" 2003, 155.126 automóviles 0 Km. Este año serán 950.000 según las expectativas del mercado. En el 2012 se fabricaron 120 millones de pares de zapatos en Argentina, hace diez años fueron menos de 40 millones. Así en cualquier rubro y ni hablar cuando se habla de artefactos electrónicos como celulares y televisores que directamente se importaban sin componentes locales."Yo lo acompañé a Néstor Kirchner como Presidente de la UIA, conozco su vocación por la industria" había sintetizado Héctor Méndez en una entrevista. La vocación se traduce en mercado interno, crecimiento de la clase media, recuperación del poder de compra de los salarios, inclusión de sectores marginados a las capas de consumo. Esa masa de factores se tradujo en los múltiplos que cada fabricante argentino pudo conseguir en la comercialización de sus productos.Mejor ambiente: Algo de esto se olfateaba en el ambiente dónde convergieron el viernes la cúpula empresaria entrerriana, con Méndez como invitado principal para celebrar el aniversario y dar cuenta de que la década, como lo dicen los números, ha sido extraordinaria para los industriales. También había avanzado el titular de UIA previamente en algún micrófono "no hay una catarata de problemas que paren las fábricas, si existen inconvenientes hacia adelante, trabajamos para corregirlo y estamos en eso, se han superado muchos problemas del pasado y hoy estamos ante una nueva realidad", hablando de las convocatorias al diálogo desde el Gobierno Nacional.También derramó generosidad el discurso de Antonio Caramagna en su rol institucional de Presidente de la UIER, "son muchos los logros que se han conseguido en estos 10 años; esta unión industrial es una caja de resonancia para compartir sus inquietudes y dificultades y siempre hemos estado presente. No existen industrias sin mercados, pero para tener presencia debemos ser los mejores porque es un desafío sin alternativas, comprendiendo esto sabemos que la recuperación conseguida en estos últimos años es imprescindible profundizarla y afianzarla", remarcó en el discurso que dio en el Howard Johnson Mayorazgo este viernes.Párrafo aparte se llevó el listado de disertantes preparados para la ocasión, con escasa vocación anti K y una presencia que habilitaba la "vía rápida" para sostener el modelo: Aldo Ferrer, ex ministro de economía pero además un hombre del Plan Fénix, uno de los sostenedores intelectuales del modelo económico imperante en la década K.Sin embargo este escriba prefiere hacer foco en otro de los disertantes presentes en la reunión, Jorge Giacobbe, hincha de Colón de Santa Fe; pero además titular de una consultora reconocida a nivel nacional y hombre de consulta en los programas televisivos dónde se analiza el "país político".De radares y pistas: El titular de la consultora que lleva su propio nombre se mostró sorprendido y hasta reconoció que se impresionó con la explicación que dio Sergio Urribarri, apoyado por un Power Point que será la base de la exposición que hará en Cancillería este viernes y llevará a Estados Unidos para promocionar Entre Ríos.El consultor habló de los liderazgos del mañana, del no se puede y de las dificultades de los gobiernos para recibir gratitud por su tarea. La impresión (escuchando a Urribarri), lo había llevado a otro lugar "sería bueno que Entre Ríos le ofreciera una explicación a la Argentina y si fuera de la mano de actores privados como ha pasado aquí donde me pareció que todo el mundo estaba de acuerdo con lo que el gobernador decía. Me pareció que los números del gobernador no se parecen a los del INDEC, que la gente no se reía de los números, no hacia caras cuando indicaba las porcentualidades de crecimiento de los distintos sectores de la economía. Si fuera como es aquí, que parece que unos y otros, privados y públicos creen en las mismas cosas, es decir que el discurso público sea cierto no hay ninguna razón para no decirlo.El consultor fue recabado sobre cómo ven a Urribarri que se propone como proyecto político; a propósito del Sueño Entrerriano y allí cometió un enorme sincericidio. Primero se referenció como fanático de Colón de Santa Fe y de ahí reconoció su afecto por la presencia de Bruno en la escuadra santafesina. Luego sostuvo que "yo no lo tenía en el radar y no es la primera vez que me preguntan".Los consultores que opinan por televisión sobre la síntesis del país en animadas charlas que luego se transportan sin escalas a la opinión pública, ¿conocen efectivamente la realidad del país? O sólo responden por el humor fotografiado de una encuesta. La pista la dio Giacobbe el viernes en Paraná.
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