Valiero y un cuadro fiscal inquietante
En un contexto de campaña electoral donde el oficialismo resalta el equilibrio presupuestario de la gestión, Valiero acaba de agregar una nota disonante. La caja está en problemas, ha dicho.
Mencionó, al respecto, que la recaudación está en 120 millones de pesos por debajo de las proyecciones presupuestarias, a partir sobre todo de la menor coparticipación.
El problema es muy simple: el Estado provincial gasta más de lo que gana. Los ingresos no alcanzan para cubrir los gastos corrientes (léase sueldos), más allá de la obra pública financiada por la Nación.
¿A qué apela entonces el fisco para que los empleados públicos puedan cobrar todos los meses? “No es que sacamos dinero de otro lado y pagamos. Lo que hacemos es demorar los pagos”, ha respondido el funcionario.
Ahí está el malabarismo: la demora en el pago a proveedores financia la cuenta salarios. Para pagar a unos, se patea para adelante el pago a otros. “Esos defasajes son manejables todavía”, apuntó Valiero.
“Pero tiene que haber un reacomodamiento a mediano plazo”, aclaró dando a entender que la estructura actual de ingresos y egresos es inviable. ¿Cuánto más puede durar esta situación?
¿Cuánto más antes de que el Estado -como en el pasado reciente- tenga que apelar a la emisión de bonos para cubrir el bache fiscal? La respuesta del ministro no fue un categórico no a esta alternativa.
“Entendemos que esta situación va a tener que solucionarse de otra manera, no con la emisión de cuasimoneda. Hoy no es el momento oportuno de realizar este tipo de financiamiento”, contestó.
Es decir, el mensaje del ministro no deja dudas: a menos que se revierta el actual cuadro fiscal, los bonos son una amenaza latente. Además, “no creo que una empresa contratista reciba un bono para hacer una obra, o que el mercado nos preste a nosotros; y si nos llegara a prestar la tasa (de interés) sería muy elevada”, añadió.
Si no hay financiamiento a la vista (el mercado no prestará), ¿cómo se cubrirá entonces el bache fiscal? ¿cómo se hará frente al pago de sueldos en los próximos meses?
La respuesta queda abierta. Aunque dada la excesiva dependencia financiera de la Provincia respecto del el poder central –en un contexto de unitarismo fiscal a ultranza- parece claro que habrá que patalear en Buenos Aires por mayores recursos.
Resulta paradójico que un gobierno como el de Entre Ríos, que ha estado alineado incondicionalmente a este esquema unitario, hoy no pueda pagar sueldos por falta de recursos.
A decir verdad, todas las provincias cerrarán con rojo este año, salvo San Luis y San Juan, según previsiones del Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (Iader).
El déficit del conjunto de las provincias argentinas alcanzaría en 2009 cerca de 11.500 millones de pesos, es el cálculo de esa entidad privada. La desaceleración en la tasa de crecimiento de la recaudación y de los envíos por coparticipación, y el aumento del gasto salarial, son el telón de fondo de la fragilidad fiscal.
Según Iader, Entre Ríos es uno de los distritos con mayores dificultades, con un rojo financiero calculado para todo el año del orden de los 400 millones de pesos. Es un cuadro más comprometido que el de Córdoba, cuyo déficit llegará a 150 millones de pesos.
Pero aparentemente más holgado que Santa Cruz, la provincia sureña del matrimonio presidencial, cuyo rojo alcanzaría los 1.240 millones.
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