Vaticinios no alentadores para la economía del país
Varios informes de entidades que siguen la marcha de la economía hablan ya de caída de la actividad y presagian un complicado segundo semestre para este año.El ciclo expansivo de la economía se detuvo. Esa es la percepción compartida por muchos analistas privados, a partir de distintos indicadores de producción y empleo. La palabra más usada es "desaceleración" de la actividad.Para algunos la declinación comenzó en noviembre del año pasado. Otros la sitúan un poco más acá en el tiempo, en concreto cuando el gobierno restringió las importaciones, complicando el abastecimiento industrial, y salió a manipular el mercado de cambio.La Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) acaba de dar un pronóstico sombrío, al anticipar que la economía entrará en recesión en el segundo semestre del año."La posibilidad de ingresar en recesión se ubica en un 98 por ciento", informó el Centro de Investigaciones en Finanzas de la universidad. "El índice líder, que busca anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico, cae interanualmente por sexto mes consecutivo; la baja llega al 15,2%. Esta es la mayor disminución interanual desde inicios de 2009", expresa el informe.¿Cuándo una economía entra técnicamente en recesión? Tiene que registrarse una caída de dos trimestres seguidos, según la definición académica convencional, algo que todavía no ha sido confirmado.Y de hecho la economía del 2012 es beneficiada por el arrastre del crecimiento del año pasado. La clave pasa por saber si la baja que hoy se está experimentando -caída de la producción industrial y retracción en la construcción, por caso- se profundizará en los próximos meses.Un costado del problema es la desfinanciación de las provincias y municipios. Al respecto, la Universidad Austral advirtió que la situación fiscal de las tres provincias de la Región Centro "puede empeorar".La advertencia se asienta en el hecho, según esa casa de estudios, de que hay claros indicios de desaceleración de la economía que "se empezaron a perfilar en el último trimestre de 2011".Los gobiernos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos -acota el documento- "recurrieron al endeudamiento y al aumento de impuestos" para compensar la caída de ingresos y el incremento del gasto público."El momento para aumentar los impuestos es el menos adecuado, no porque las arcas provinciales puedan prescindir de ellos, sino porque los índices de desaceleración económica son cada día más evidentes", refiere la Universidad Austral.En otro tramo del informe, se indica que "los datos de la Región Centro confirman la caída de la producción, en las intenciones de inversión y en la demanda de empleo".¿Cuál es el verdadero estado de salud de la economía argentina? La respuesta a este interrogante es siempre polémica. Desde el gobierno nacional sugieren que se trata de una coyuntura negativa inducida por el contexto internacional."El mundo se nos cayó encima", dijo días atrás la presidente Cristina Kirchner, confirmando esa hipótesis explicativa y a modo de sinceramiento de la situación económica.Otra corriente de pensamiento habla de que el actual modelo argentino se agotó. Postula que desapareció el dólar alto, su piedra de toque, que alentaba la exportación y penalizaba la importación.La inflación de estos años -según esta interpretación- se comió el mentado "tipo de cambio competitivo", y esto dificulta la producción local, de la industria y del agro, y la inversión.Más allá de esta discusión -si la culpa la tiene el mundo o el modelo doméstico- hay razones para sospechar que la economía que viene se presenta difícil.
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