Venezuela, país al borde del precipicio
La tensión política en Venezuela sigue agudizándose, de suerte que el país parece encaminarse al peor escenario: a una confrontación interna de proporciones.De hecho, el saldo provisional de la protesta en todo el país convocada por la oposición como respuesta a la suspensión temporal del referéndum revocatorio del presidente Nicolás Maduro, es el de un centenar de heridos y detenidos.El líder opositor Henrique Capriles llamó a repetir el jueves el 3 de noviembre las protestas, pero solo en la capital, Caracas, y con destino al palacio presidencial de Miraflores."Éste es el inicio de una gran movilización, hasta que se retome el hilo constitucional y cese el golpe de Estado que le están dando al país", dijo Henrique Capriles.A todo esto Maduro moviliza a sus partidarios, también en marchas multitudinarias. En una de ellas, llamó a la "coexistencia, pero también a la lucha y al combate". "Que no se equivoquen con nosotros. A este Palacio no vendrá ni entrará la oligarquía", advirtió. El "hijo de Chávez" acusó a los líderes opositores de estar "borrachos de desesperación".La comunidad internacional, a través de la mediación papal, pretende sentar a las partes en conflicto a una mesa de diálogo, para que planteen sus puntos de vista y traten de encontrar una convergencia necesaria para evitar el desmadre.Los tiempos políticos se agotan porque Venezuela atraviesa una crisis económica sideral. En efecto, los reportes periodísticos dan cuenta de que el país caribeño ha tocado fondo, al punto de que se habla de "crisis humanitaria", a partir de los estragos que están causando el desabastecimiento y la inflación.Mientras el chavismo atribuye la escasez y la inflación imparable a una guerra económica del imperialismo, la oposición responsabiliza de la debacle al modelo populista llevado adelante por el régimen.Del país ya han emigrado alrededor de un millón de personas en estos años, al tiempo que según los analistas económicos el modelo socialista del chavismo (que funciona con control de cambios) produjo hasta acá la mayor fuga de capitales que se tenga memoria en la región.Lo cierto es que resulta difícil explicar la contradicción de un país rico en petróleo cuya población sin embargo se muere de hambre y por falta de medicamentos.Venezuela, en efecto, posee una de las mayores reservas de petróleo del planeta, 296.500 millones de barriles, y la cuarta reserva de gas. "Somos una amarga paradoja: el país rico más pobre del mundo", refiere la periodista venezolana Cristina Marcano.La otra hipótesis dramática que sobrevuela por esas tierras es la guerra civil. El diagnóstico es que en el país ya se han activado dos componentes peligrosos que suelen estar presentes para que eso ocurra: 1) existen dos Venezuelas que no pueden comprenderse, 2) los dos bandos están tan convencidos de su verdad política que prefieren la derrota antes que ceder en su posición.El término guerra civil se usa para describir los enfrentamientos bélicos que se desarrollan en un mismo país. Se enfrentan entre sí personas de un mismo lugar defendiendo, usualmente, dos ideologías antagónicas.¿Quo vadis Venezuela?, se pregunta hoy el mundo. ¿Hacia dónde se dirige el hermano país sudamericano, atravesado por una crisis social y política que no encuentra solución? ¿Qué le depara el destino a las tierras de Bolívar? ¿Ganará la paz y el imperio de la ley o la disolución de esa nación?
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