Ver el mundo en clave étnica
Tenemos la tendencia a subdividir la sociedad global en Estados, en organizaciones políticas. Pero la riqueza humana reside en la diversidad étnica, un concepto que ha reivindicado la antropología cultural.La descomposición en los '90 de la Unión Soviética, una enorme superestructura estatal, dejó al desnudo lo endeble de esas construcciones artificiales frente a las etnias que las componían.La implosión de la República Federal Socialista de Yugoslavia, miembro selecto del club comunista, reveló que una vez aflojada la camisa de fuerza estatal puede aflorar con violencia el instinto tribal.El mundo se anotició con espanto del odio que se tenían serbios, croatas y eslavos musulmanes, que se enfrentaron entre sí en una guerra tremendamente cruel, donde cada grupo étnico quería vengar afrentas históricas.Tras la "purificación étnica" de la guerra intestina, la ficción estatal de Yugoslavia estalló por los aires quedando dividida esa geografía en varias partes.El desmembramiento de Yugoslavia fue similar en el resto de la antigua Unión Soviética, que se separó en varias repúblicas. El fallido experimento comunista dejó una lección: las etnias son más importantes que los artificios estatales.Los antropólogos suelen hace una distinción esencial: no es lo mismo un grupo étnico que una entidad política. Los miembros del grupo étnico comparten creencias, costumbres, lengua, religión, historia, parentesco y/o raza.En el pasado al término "nación" fue sinónimo de "grupo étnico", porque designaba también una etnicidad. Pero ahora suele ser sinónimo de "Estado", entendida como una entidad política autónoma, como Estados Unidos, Francia o Canadá.Actualmente, debido a la inmigración y al constante movimiento de personas, la mayoría de las naciones-estados no son étnicamente homogéneas.Lo que predomina son estados multiétnicos. Estados Unidos, por ejemplo, contiene en sí muchos grupos étnicos (negros, blancos, hispanos, por ejemplo). Hay naciones-estados en las que múltiples grupos culturales viven juntos en una razonable armonía.Los antropólogos, en tanto, hablan de "nacionalidades" y con este término designan a los grupos étnicos que una vez tuvieron, o desean tener o recuperar un estatus políticos autónomo.Benedict Anderson dice que se trata de "comunidades imaginadas". Los miembros de este colectivo étnico se identifican culturalmente, y en ocasiones racialmente, pero nunca se encuentran, están dispersos en varias geografías o estados.Se trata de poblaciones desperdigadas, que se han extendido por doquier, de forma voluntaria o no, a partir de un centro común o tierra de origen, configurando una "diáspora".Es el caso de la comunidad judía, que está presente en varios Estados, pero mantiene su condición de nacionalidad. Aunque en el siglo XX logró constituir una unidad política autónoma, con la creación del Estado de Israel.Hay otras nacionalidades sin Estado que han hecho del nomadismo y la diáspora su razón de ser. Es el caso de los gitanos, un grupo étnico que está esparcido en todos los continentes, y cuya presencia es reconocida en Occidente.Marginados y perseguidos, los gitanos representan en realidad un grupo culturalmente diferenciado, con una identidad propia. Son en definitiva una nación sin Estado, una comunidad imaginada.Existe por eso el Día Internacional del Pueblo Gitano, aunque casi en ningún país se celebra.
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