Ver el mundo como una gran factoría
¿Cómo funciona el mundo? Algunos lo siguen interpretando a la vieja usanza, y hablan de países. Pero también es posible verlo como un mercado gobernado por empresas trasnacionales.Como hay una tendencia mental a ajustar los hechos a las categorías mentales y patrones ideológicos de cada uno, nuestra representación de la realidad puede ser engañosa.Hay quienes conciben la geopolítica mundial como una puja entre Estados nacionales. El análisis marxista, en cambio, habla de un sistema, el capitalista, y de la lucha de clases que se da en su interior.La dialéctica de dominadores y explotados, propia del marxismo, se aplicó en los '70 para explicar por qué algunos países eran ricos y otros pobres.Se habló así de un centro desarrollado y una periferia atrasada.Pero desde fines del siglo XX nada es lo que parece. De un tiempo a esta parte se habla de crisis económica en Europa y Estados Unidos, y un aumento de la riqueza y el bienestar en zonas históricamente pre-modernas o feudales.El Viejo Continente, epicentro de la llamada Revolución Industrial, donde se incubó el modelo del Estado del Bienestar, sufre por estos días el ajuste más severo desde la Segunda Guerra Mundial.Los economistas se sorprenden por la aparición de una vibrante clase media asiática. Resulta que la población de una de las zonas más pobres, situada en la periferia del mundo capitalista, está conociendo un bienestar impensado.El diagnóstico de los expertos es que el poder económico del mundo se desplaza a la zona Asia-Pacífico. La región, liderada por India y China, es hoy el imán de la riqueza global.Es un proceso que comenzó hace tres décadas y para algunos teóricos es la más gigantesca revolución industrial de la historia del capitalismo. De suerte tal que se estaría asistiendo a un acontecimiento global trascendente.Hay gente que se sigue preguntando, por ejemplo, cómo es posible que la República Popular China fundada por Mao Tse-Tung, propulsor de la "Revolución Cultural Proletaria", dispute palmo a palmo la supremacía global con Estados Unidos, hoy de capa caída.Una de las explicaciones más plausibles es que la mutación no obedece a razones puramente nacionales o a conductas adoptadas por los Estados, sino a la lógica trasnacional que gobierna al mundo.China y Asia son sensación económica, así, porque hacia allí han dirigido sus inversiones las llamadas "multinacionales". Se ha verificado una migración masiva de industrias manufactureras desde el "mundo rico" a la "periferia" del planeta.Las empresas multinacionales operan a escala mundial, a partir del proceso de globalización y formando parte de éste. Para entender el proceso hay que ver el mundo como el despliegue de grandes cadenas de producción en evolución.En este esquema, el desarrollo económico de China no ha sido endógeno-surgido de su interior- sino exógeno. En la década de 1990 firmas extranjeras se instalaron en el país asiático, trasladando hacia allí sus operaciones de manufactura, aprovechando la mano de obra barata china.Pero el "made in China" que muestran los productos es engañoso. A menudo son artículos ensamblados en el país asiático pero cuyas partes han sido fabricadas en las distintas plantas de la multinacional, repartidas en diferentes lugares del mundo.Si se ve el mundo como un sitio gobernado por las firmas trasnacionales, y cómo éstas han decidido relocalizarse en Asia, se entiende entonces por qué razón los llamados "países centrales" (Estados Unidos y varios de Europa) sufren desocupación y crisis.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios