
"Nuestra Constitución es la consagración la revolución social de América" por lo que debe ser defendida por los legisladores
En muchos carteles de los manifestantes del 8 de noviembre en las diferentes ciudades de Argentina, podían leerse frases como: "Con la Constitución no se jode", "No a la re re re", "Libertad", "Sí a la democracia", "Prensa libre", "Basta de corrupción", "Cansados de la inseguridad", "Respeten la constitución", etc.Diego Fernández*
OpiniónPareciera que al fin, los argentinos que hemos sido tan mal educados durante tantísimas décadas, queremos ahora revelarnos contra la dirigencia que nos ha llevado a esto y comenzamos a exigirles a los políticos respeto por la Ley fundamental.Nos han mentido mucho durante tantísimo tiempo para poder violar los principios de nuestra Constitución en perjuicio de todos y en beneficio de unos pocos.Los pocos se han beneficiado ellos y han perjudicado a sus descendientes y los muchos solo hemos visto como la Argentina ha descendido de los primeros lugares del primer mundo a los últimos del tercero.Los argentinos nos preguntamos ¿por qué fuimos lo que fuimos y hoy somos lo que somos?.Y aunque las mentiras que nos han metido tan adentro en nuestra educación intentan siempre salir buscando a un chivo expiatorio, algo en nosotros nos está diciendo volvamos a los principios fundamentales de nuestra constitución, no permitamos más a los políticos que la violen.La mente brillante de Juan Bautista Alberdi, el gran economista Argentino condenado a ser ignorado en las facultades de Ciencias Económicas nos explica por qué es la Constitución el único modelo económico aplicable en la república si se pretende respetar esta ley y no otra que no existe.Es ella un completo sistema de política económica basado en los principios liberales de Adam Smith, aquel gran economista que demostró que es el trabajo libre el principio vital de las riquezas.Contrariamente a lo que nuestros políticos pretenden, Alberdi nos explica por qué se reconoce a la ley natural y no a la ley del hombre en el fenómeno de la producción, la distribución y el consumo de las riquezas.Nuestra Constitución es la consagración la revolución social de América y por eso consagró al principio de libertad económica como el manantial que la ciencia reconoce a la riqueza de las naciones.La riqueza que con tanto sacrificio elaboramos los argentinos con el sudor de nuestra frente, es para consumirla alimentándonos y desenvolviendo nuestra existencia física y moral.La libertad, la igualdad, la propiedad, la seguridad, son garantías que deben acompañar a la riqueza desde que se produce hasta que se consume.Leyes de conservaciónEs mentira que la distribución de la riqueza tengan que hacerla los gobiernos, es mentira y contraria a la constitución. La riqueza tiene leyes de conservación y desarrollo naturales que les son propias.Es el propio instinto del hombre el que le enseña a consumir sin empobrecer. Juicio en los gastos es lo que llamamos economía.El arte de gastar forma parte del arte de enriquecer y parte tan fundamental que ha dado su nombre a la ciencia económica. Y si los argentinos sabemos gastar por el mismo instinto de conservación que nos lleva a producir y enriquecer, ¿qué apoyo tenemos que pedirles a los gobiernos a este respecto?En el gasto privado la más absoluta abstención, que no se metan, es la voluntad de cada uno y su instinto de conservación el mejor gobierno.Pero en el gasto público la cosa cambia, porque no existen dos gastos, uno público y otro privado, ambos forman parte del consumo de la riqueza que generamos todos los argentinos.Por eso resulta tan importante que las leyes establezcan reglas y garantías para que los consumos públicos o gastos del estado no devoren la riqueza del país, para que el tesoro nacional destinado a sufragarlos, se forme administre y aplique en bien y utilidad de la nación y nunca en daño de los contribuyentes.
* Contador Público UBA