EDITORIAL
Fuerte viraje político en un marco económico complejo
La mayoría de los argentinos ha decidido retornar al peronismo al encumbrar en el gobierno a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, produciendo así un fuerte giro político en la Argentina.
A nivel nacional el Frente de Todos (FdT) sacó 48,10% (12.473.709 votos) contra el 40,37% (10.470.607 votos) de Juntos por el Cambio (JxC), que postuló la fórmula Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto. Mientras el peronismo triunfó en la mayoría de las provincias argentinas, sobre todo en la poderosa Buenos Aires, donde el ex ministro Axel Kicillof ganó por 52% a 38% a María Eugenia Vidal, JxC triunfó en la ciudad de Buenos Aires (CABA), y en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y San Luis. En tanto en Entre Ríos, en una apretada elección, el binomio Macri-Pichetto también se impuso con el 44,49% (385.486 votos) sobre la dupla Fernández-Fernández que alcanzó el 44,32% (383.961 votos). En Gualeguaychú ciudad ganó ampliamente Juntos por el Cambio con el 47,66% de los sufragios mientras el Frente de Todos logró el 38,92%. Con este triunfo del peronismo, Argentina da un viraje político de proporciones, ya que Alberto Fernández ha dicho todo este tiempo que hará todo lo contrario de lo que se venía haciendo en materia económica y producirá un giro en la inserción del país en el mundo. Según los analistas, el triunfo del peronismo fue claro, pero por una diferencia sensiblemente menor a la esperada, en función de las PASO de agosto, donde esa fuerza política había sacado 16 puntos de ventaja sobre JxC (que tuvo menos del 33% de los sufragios). Esta distribución de los votos sugiere que la representación parlamentaria será equilibrada entre las fuerzas políticas, de forma que en los próximos dos años ninguna de esas fuerzas contará con mayoría, lo que evitaría toda forma de hegemonismo legislativo. Pero más allá de la pelea por la presidencia, el país atraviesa una severa crisis económica, sobre todo un tembladeral financiero, a partir de la huida de los argentinos al dólar. Con la renegociación de la deuda con el FMI como inevitable horizonte, los días previos a las elecciones el peso siguió perdiendo valor y los expertos destacaban que, a ese ritmo de compra de dólares por parte de los particulares, el Banco Central (BCRA) se quedaría sin divisas suficientes antes de que se inicie el nuevo período presidencial. Según los analistas, del talante y las palabras que pronuncie en estas horas el presidente electo dependerá que los mercados entren en pánico y Argentina se haga ingobernable o haya cierta calma. El presidente Macri llamó el domingo a la noche a Fernández para felicitarlo por su triunfo en las elecciones, al tiempo que lo convocó para preparar una transición ordenada. Por su parte, el BCRA ya dispuso un “corralito” de transición para detener la avalancha compradora sobre el dólar. Al respecto, las personas pueden adquirir desde hoy 200 dólares por home banking o 100 dólares por ventanilla por mes. A propósito del resultado electoral del domingo, es importante destacar que una de las grandes virtudes de la democracia es que contempla el principio de la rotación y la alternancia, mediante el cual grupos políticos de la oposición pueden asumir el gobierno a través de elecciones libres. Que gente nueva con visiones distintas de las cosas ejerza el poder estatal es un signo de vitalidad, ya que se trata de apostar a una renovación de la ideas. El derecho a cambiar pacíficamente con nuestro voto un gobierno y reemplazarlo por otro es la regla de oro de la democracia.
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