¿CÓMO SE FINANCIARÁ LA EDUCACIÓN?
Incertidumbre en las universidades públicas de la ciudad ante la posible implementación de vouchers

Luego del triunfo de Javier Milei en el balotaje del pasado domingo, en las facultades estatales reina la cautela respecto de cómo harán para financiarse, debido a las indefiniciones en materia educativa del futuro gobierno.
La educación siempre se plantea como el pilar fundamental para el crecimiento y desarrollo de un país, pero en las campañas electorales suele pasar desapercibida. Sin embargo, en este año hubo una propuesta muy particular de La Libertad Avanza en los meses previos a los comicios, que fue la modalidad de vouchers.
Si bien aún no se ha explicado cómo se implementaría, en declaraciones a LN+, Milei adelantó que otorgaría plata a la gente para costear un estudio de grado, sea del sistema público o privado, y que cada quien tenga la libertad de elegir a qué ámbito quiere concurrir. “Vos elegís la que se te da la gana. Los recursos están, vos se los podrías dar de otra manera para fomentar la competencia. Quizás alguien no tiene plata y no quiere que lo adoctrinen con las basuras marxistas”, lanzó.
Al mismo tiempo, en otra entrevista el presidente electo aclaró que “el ordenamiento argentino es federal. No se pueden privatizar ni la Educación ni la Salud porque están en el plano de las provincias. Eso fue parte de la campaña del miedo. ¿Lo del voucher? Siempre es mejor financiar la demanda, no la oferta. Pero estamos hablando de cosas que no se van a poder implementar en el corto plazo, así que dejemos de meterle ruido en la cabeza a la gente. Todo va a seguir como hasta ahora”.
En este marco de idas y vueltas, en las facultades públicas de Gualeguaychú se mantienen expectantes y con mucha cautela por lo que pueda pasar el año que viene.
Para conocer la metodología de financiación y cómo podrían repercutir en nuestra ciudad y en la provincia, Ahora ElDía se intentó comunicar con las autoridades de la UNER y de la UADER, pero por el momento prefirieron no dar declaraciones públicas, teniendo en cuenta la falta de precisiones sobre cómo se implementaría la nueva modalidad de financiamiento. “Hoy está muy enrarecido en todo el sistema universitario, no hay certeza de nada sobre los vauchers y nadie va a salir a hablar, hay que esperar en concreto que va a pasar”, comentó un integrante de la UNER.
Quién si explicó cómo es actualmente la financiación y lo que implicaría reemplazarla por un método de vouchers, fue el ex rector de la UNER y actual secretario de Ciencia y Tecnología de Entre Ríos Jorge Gerard. “El financiamiento de la UNER está estipulado por ley, en el presupuesto que se aprueba en el Congreso Nacional a fin de año. El 85 o 90% de los presupuestos para las universidades está destinado a sueldos, eso se va actualizando con las partidas salariales, o sea que el presupuesto aprobado a fines del 2022 no tiene nada que ver con el ejecutado en 2023, por la inflación y los reajustes salariales”, detalló en diálogo con Ahora ElDía.
“Va a ser muy difícil aplicar la metodología de los vouchers, sobre todo para las universidades del interior del país, las medianas o pequeñas como la UNER, porque el financiamiento por alumno perjudicaría enormemente, porque hay facultades y carreras con pocos estudiantes, comparados con otras universidades de grandes ciudades”, opinó el ex rector, y agregó que “sería una visión comercial que hoy la universidad no tiene, nunca se midieron en la universidad exclusivamente por el costo, obvio que se tiene en cuenta pero no es determinante, entonces un financiamiento por alumno restringiría las posibilidades de las universidades”.
“Va a ser muy difícil aplicar la metodología de los vouchers, sobre todo para las universidades del interior del país, las medianas o pequeñas como la UNER, porque el financiamiento por alumno perjudicaría enormemente"
“Beneficiaría a aquellas que están en grandes ciudades y tienen mayor cantidad de alumnos, que no es el caso de la UNER”, remarcó.
Acerca del “costo por alumno” de las universidades, consideró que “es muy difícil establecer porque hay muchas variables, la duración de la carrera, las actividades propias de cada una, por ejemplo las de ingeniería son mucho más costosas que las carreras llamadas blancas que no tienen experimentación, y también están las carreras de medicina que requieren un financiamiento específico, que son muy costosas. Ese tipo de carreras en una visión comercial serían las que tengan mayores dificultades”, advirtió.
Mientras que en lo que respecta a las facultades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), desde la institución aclararon a Ahora ElDía que “la universidad sólo tiene financiamiento de la provincia, nuestro presupuesto está incluido en el presupuesto provincial”. Por lo que la sustentabilidad de la misma en este caso no dependerá de las políticas que implemente Javier Milei, sino el nuevo gobernador Rogelio Frigerio.
¿Funcionan los vouchers educativos en el mundo?
Chile y Suecia son dos países en donde esta metodología ya se aplicó. En el país vecino, comenzaron a implementarse por medio de una descentralización de la educación pública durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1974-1990), y los colegios pasaron de depender del Ministerio de Educación a depender de los municipios, que reciben recursos del gobierno según matrícula y asistencia.
Las transferencias son destinadas a las instituciones y no a las familias directamente. El voucher opera considerando el número de estudiantes que están matriculados y asisten a clases, por ende, el subsidio que recibirá la escuela para financiarse dependerá de cuántos alumnos tenga.
Hay cierta competencia de los establecimientos para tener más matrículas, ya que una mayor cantidad de estudiantes implica mayores ingresos. Esto trae un problema y es que en caso de que hayan pocos alumnos, no será suficiente para cubrir los gastos de la escuela como sueldos de profesores, arreglos de infraestructura o gastos de servicio. Y esto, a su vez, lleva a cerrar muchas escuelas o a aumentar el costo medio por alumno (lo que beneficia a las escuelas privadas).
Además, en Chile sí hay que pagar la matriculación para colegios privados. “El problema que se deriva de esto es que los colegios públicos no compiten solo entre ellos, sino que también compiten con colegios privados que reciben subvenciones públicas, bajo el mismo mecanismo, pero que también cobran por matrícula y por mensualidad”, explicó Recaredo Galvez, especialista en educación de la Fundación Sol de Chile.
Es decir que los colegios privados reciben el costo de la matrícula y un copago, y a la vez están subsidiados por número de estudiantes.
Mientras que en Suecia, se instaló este modelo en 1992 durante una serie de reformas de privatización en el país, con la idea de que las familias puedan elegir cómo gastar los recursos asignados a la escolarización. Desde entonces, los estudiantes pueden elegir entre escuelas públicas gestionadas por municipios, escuelas privadas con fines de lucro gestionadas por empresas y escuelas privadas sin fines de lucro gestionadas por asociaciones o fundaciones.
Aunque los dos últimos tipos de escuelas son de gestión privada, todas están obligadas a cumplir las mismas leyes y adherirse al plan de estudios nacional. Además, las tasas de matriculación están prohibidas. Así, la financiación viene de los municipios, que están obligados por ley a entregar vouchers escolares (equivalentes al coste de las escuelas municipales) a las escuelas privadas por cada alumno que acepten.