LA SENTENCIA QUE SACUDE AL PAÍS Y REORDENA AL PERONISMO
La tragedia no es de Cristina, es la de los argentinos

La condena a la ex Presidenta reconfigura el mapa político y expone la fragilidad de las instituciones. Mientras tanto, la incertidumbre, la impunidad y la desconfianza siguen marcando la vida cotidiana de millones de argentinos.
Tristeza por lo que hicieron y un atisbo de esperanza para la República, esa con la que tanto se llenan la boca, pero apenas pueden se olvidan y la usan para sus negocios personales. La ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner, dos veces Presidenta de la Nación, Vicepresidenta de Alberto, legisladora múltiple y mujer archi poderosa del peronismo en los últimos 20 años fue un martillazo.
Los que creen en ella por una cuestión de fe casi religiosa, no hay argumento válido. Macri, Estados Unidos, el FMI, Israel, las corpo mediáticas (por eso rompieron todo en TN, señal del Grupo Clarín) y sigue la lista larga de vendepatrias que ven en ella al enemigo que, dos décadas después, no los pudo doblegar, pero sigue allí, como una presencia molesta que hay que eliminar.
La Justicia, en crisis terminal como los poderes del Estado, es la que decidió la suerte de la exmandataria. Fueron 19 miembros, entre jueces de instancia primera, orales, camaristas y una ristra de fiscales, las que la vieron culpable. La mayoría fueron nombrados bajo sus gobiernos, pequeño detalle. También habrá que decir que Cristina no es la primera: Carlos Menem purgó 167 días bajo el régimen de prisión domiciliaria por la causa de la venta de armas. Ese caso, también escandaloso, quedó en la nada porque prescribió, pero lo persiguió durante el resto de su carrera política bajo la protección de sus propios pares, Cristina incluida.
El halo que arrastra el poder en el país tiene sus ventajas. Alcanza no sólo a políticos, también a empresarios y a sindicalistas. Habrá que ver ahora también qué pasa con la causa $Libra que afecta al presidente Milei. La real voluntad de avanzar y establecer responsabilidades. Será otra prueba de fuego.
Entre los principales beneficiarios del fallo está Axel Kicillof. Los jueces le allanaron el camino porque le sacan a su principal competidora en la interna peronista, aunque tendrá que cuidarse del poder de daño que Cristina tenga, esté donde esté, a través de su influencia en el viejo partido. Proscripta, perseguida, hasta sufrió un intento de asesinato, Cristina tendrá ahora su propia “Puerta de Hierro”, desde donde dirigir a su gente y condicionar a los que quieran discutir su liderazgo. El peronismo, por supuesto, no va a desaparecer porque su líder esté presa. A lo sumo el kirchnerismo seguirá en retirada, aunque lo que queda de él ya se está reconvirtiendo, sobre todo en el interior del país.
El Gobierno no sabe cómo reaccionar. Estaba en la comodidad de tener un rival enfrente ciertamente fácil de vencer en las elecciones. Aun refugiándose en la Tercera Sección Electoral, en un cargo perdido de diputada provincial, Cristina era una figura poderosa para confrontar, ideal para mostrar el país al que muchos no quieren volver. Bárbaro para seguir fomentando la grieta. En las horas posteriores en las que se conoció la condena, Cristina salió al balcón y saludó al estilo Perón a la militancia. Prometen una caravana de fans que la seguirán a Comodoro Py el miércoles donde tendrá que cumplir con los trámites de la sentencia y escuchar del juez cuál será su destino final: una cárcel común o una domiciliaria con características particulares porque pidió no llevar la tobillera electrónica.
En el peronismo empiezan a aparecer señales de distancia. Algunos gobernadores se pronunciaron, otros se callaron la boca. Dirigentes de peso, condenan por lo alto, pero ya piensan en el post-Cristina y viendo cómo se posicionan. El dato a tener en cuenta que este recorrido de la ex Presidenta recién comienza. Hay pendientes otras causas más, como Hotesur-Los Sauces que es probable que se aceleren. Y están involucrados sus hijos, al igual que la causa Cuadernos en el que están metidos empresarios. Esta historia no se termina acá.
Al oficialismo le preocupa el ruido, pero no la centralidad de Cristina, pese a que la hubiera preferido como candidata. Sino preguntar por Ficha Limpia, claro. Es como la leyenda del Cid Campeador que cuenta que aún muerto fue montado en su caballo y llevado al frente de batalla para darle ánimo a sus tropas.
Cristina nunca más podrá ser candidata a ningún cargo público, así lo establece el Código Penal. El peronismo no está proscripto, de hecho, Kicillof sería un candidato más potente que ella para aspirar a la presidencia en 2027. Cristina llegó a estas circunstancias por sus propios actos, comprobados por la Justicia. En el país del no le creemos a nadie, ni a los políticos, ni a los jueces, ni a los sindicalistas ni a los periodistas, ella está al tope en ese listado. Su condena no es una tragedia nacional, sino lo es el país invivible que nos han dejado. Tragedia es la que los argentinos están condenados a soportar cada día de sus vidas, quién sabe por cuánto tiempo.