TRAS EL VETO A LA LEY DE FINANCIAMIENTO
Paro Universitario: La Facultad de Bromatología tuvo un nivel de acatamiento histórico
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Diego Zanetti, docente y referente de la Asociación Gremial de Docentes Universitarios (AGDU) aseguró que la adhesión a la medida de fuerza “fue la más alta que se tenga registrada”. En tanto, señaló que para el 17 de septiembre están planificando una marcha durante el tratamiento del veto en la Cámara de Diputados.
El Gobierno de Javier Milei vetó en su totalidad el Proyecto de Ley Nº 27.795, que proponía un nuevo esquema de financiamiento para la educación universitaria pública y la recomposición salarial de docentes y no docentes. La medida fue formalizada a través del Decreto 647/2025, publicado a mitad de semana. Esta decisión llevó a que los gremios universitarios de todo el país convocaran a una jornada de paro para este viernes.
En Gualeguaychú la adhesión de la medida de fuerza fue alta, según atestiguó Diego Zanetti, docente de la Facultad de Bromatología Uner y referentes gremial de AGDU.
“El acatamiento ha sido el más alto desde que se tenga registro. Sólo se solicitó un aula por una capacitación para la especialización en Veterinaria que se está dando”, detalló Zanetti.
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Sobre el veto, manifestó que “es contra el futuro del país, es una juste brutal que llega a las universidades públicas y básicamente tiene detrás de eso a un gobierno, priorizando dogmas económicos por sobre el desarrollo nacional. Más allá de una medida de ajuste fiscal, este es un ataque frontal al sistema educativo, público, gratuito y de calidad que se desarrolla en las Universidades Nacionales. También entendemos que es una declaración de principios del proyecto de país que pretende impulsar el gobierno de Milei, uno donde la movilidad social ascendente que uno puede obtener en el desarrollo de sus estudios superiores en la universidad ya no exista, y contra la soberanía del conocimiento. Esto impacta de manera muy importante en el desarrollo de las actividades que se ponen cada vez más en crisis y en dudas”.
Zanetti alega el alto acatamiento al paro nacional en la ciudad al “hartazgo” que hay en la comunidad educativa. “Muchas personas comentan que no aguantan más, de ahí la adhesión cada vez más alta que tenemos a las medidas de fuerza, algo que antes no era usual. Entendemos que esta medida del veto va a propiciar el éxodo de profesionales y le va a cerrar la puerta a muchísimos estudiantes que quieran ingresar a la universidad pública, que quieran acceder a la posibilidad de mejorar sus condiciones. Entendemos que está subordinado el rol de la Argentina a un mundo donde se avanza gracias a la producción de conocimiento que acá se decide recortar. Frente a esto entendemos que sólo nos queda la resistencia y mantener una voz firme para hacerle llegar a los legisladores que esto no es un gasto, sino una inversión, la más poderosa de todas y que esto lo tenemos que defender en las calles, las aulas y en cada espacio que podamos”.
Para el miércoles próximo, día que se espera sea tratado el veto en la Cámara de Diputados, los diferentes gremios universitarios están planificando una nueva Marcha Federal que tendrá su réplica en Gualeguaychú. “Esperamos poder visibilizar nuevamente el reclamo y contar con el apoyo de la comunidad como fue en marchas de años anteriores”, concluyó Zanetti.
Las consecuencias a nivel local de la falta de presupuesto universitario
La persistente falta de actualización presupuestaria en las universidades nacionales está generando consecuencias críticas en la Facultad de Bromatología, donde se ha registrado una ola de renuncias sin precedentes: entre 2024 y lo que va del año siguiente, ya son 20 los docentes que abandonaron sus cargos. Las autoridades advierten que esta tendencia afecta especialmente a profesionales menores de 40 años, lo que compromete la formación de equipos docentes a largo plazo y proyecta un vacío generacional difícil de suplir.
Desde la institución señalan que la principal causa de estas renuncias es la pérdida del poder adquisitivo, derivada de un presupuesto que continúa congelado en los valores de 2023. Esta situación ha reducido los salarios al punto de volver poco atractiva la tarea docente universitaria, lo que obliga a muchos profesionales a buscar otros trabajos mejor remunerados, o incluso a pedir licencias sin goce de sueldo.
El impacto también se manifiesta en la sobrecarga del personal que permanece, con comisiones que superan los 180 estudiantes y la necesidad de abrir nuevas cátedras para contener la demanda. Paralelamente, se observa una disminución en la calidad de la infraestructura y los recursos disponibles, especialmente en insumos de laboratorio y actividades de extensión.
Según los representantes gremiales y académicos, esta coyuntura también está debilitando la autonomía y la capacidad financiera de las universidades.